La última creación de Alejandro González Inárritu fue considerada como la Mejor Película de los Premios Óscar en la edición 87 de la ceremonia, dejándola con un total de cuatro estatuillas, entre ellas la de Mejor Fotografía entregada a Emmanuel Lubezki por su labor en la historia de Riggan Thomson (Michael Keaton), un histrión en decadencia. Acompañado del elenco principal y parte de sus demás creadores, el mexicano subió al templete para recibir el galardón y decir: “Me quiero tomar un segundo para agradecer a mis compatriotas mexicanos, los que viven en México. Ruego porque podamos encontrar el gobierno que nos merecemos y los que viven aquí en este país (Estados Unidos) las últimas generaciones de inmigrantes, oro porque sean tratados con la misma dignidad y respeto como los que han venido antes que construyeron este increible país de inmigrantes”. 
En 2006, quien comenzó su carrera en la radio y tiene estudios en teatro, obtuvo su primera nominación al Óscar en la terna de Mejor Película, gracias a “Babel”, pero hasta esta ocasión la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le otorgó el premio. Igualmente, hoy rompe la racha de solo ser un nominado más, desde 2001 en diferentes categorías, a obtener el título de ganador y hacerlo a gran escala llevándose las estatuillas más importantes del evento sin darle espacio a “Boyhood” con la que competía directamente.
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