Sin vivir en el Distrito 4, el de mayor pobreza en Tijuana, el ex alcalde Jorge Ramos -con residencia en un exclusivo complejo habitacional frente al mar en Playas de Tijuana- ya comenzó a caminar la Zona Este en su camino a la diputación federal. Bueno, la Zona Este y en donde lo inviten o lo lleven. Por ejemplo, el miércoles 14 de enero, apareció en la sesión semanal de la Asociación de Periodistas de Tijuana (APT) para ser entrevistado. Ahí el panista mostró un rostro distinto, dijo, sin ánimo de criticar ni cuestionar, sino de convertirse en factor de unidad dentro de su partido y luego fuera de él: “Vengo con una actitud de aportar… no de confrontación, sino de escuchar”, expresó con voz parsimoniosa. Incluso, Ramos promete legislar “por encima” de su partido: “El presente o el futuro está de lado, tomaré las decisiones que le convienen a Tijuana por encima de mi partido, por encima…”. El ricachón de Playas y hoy dueño de una plaza en Zona Río perjura ser diputado sin retar a los opositores, sino para que las 130 colonias más vulnerables de la ciudad tengan “sus los problemas resueltos”. Un nuevo Ramos. En campaña.
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