Sentido adiós a Vicente Leñero (1933-2014)

Mientras se desarrollaba la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la triste noticia se dio a conocer a eso de las 9:45 de la mañana del miércoles 3 de diciembre: “Lamentamos el sensible fallecimiento de Vicente Leñero, uno de nuestros grandes intelectuales: dramaturgo, narrador y periodista congruente”, informó Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA). Inmediatamente, la Coordinación de Prensa y Difusión informó que Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL, ofrecería una conferencia de prensa a las 3:00 pm. Decenas de medios de comunicación abarrotaron la Sala de Prensa para escuchar a Schulz Manaut, quien se presentaba junto a Virgilio Caballero, ganador del Homenaje Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez”. “Vicente Leñero nos deja con mucho dolor, en el orfanato total, de verdad es una gran orfandad la que nos deja porque es una voz crítica”, expresó Marisol Schulz Manaut, quien propuso homenajear a Vicente Leñero unos minutos antes de la ceremonia de Homenaje Nacional de Periodismo Cultural “Fernando Benítez” a Virgilio Caballero, pactado para el domingo 7 de diciembre de 2014. Nubia Macías, directora general de Grupo Planeta México, anunció también en rueda de prensa que se reeditará la obra de Vicente Leñero, empezando en 2015 con “Los Albañiles”. Las reacciones Ante la pérdida del dramaturgo, novelista, guionista y periodista mexicano, las reacciones no tardaron en expresarse en la FIL: “Vicente Leñero nos va a hacer una falta horrible”, expresó Elena Poniatwoska durante la presentación de su más reciente libro, “Hojas de Papel Volando” (Era, 2014). Poniatowska aclaró que con la partida de Leñero pierde “no solo el periodismo, también la literatura”. La ganadora del Premio Cervantes también evocó que con “Los Albañiles” (1963), Leñero “le dio un gran premio literario a México”, con la distinción del Premio Biblioteca Breve. Asimismo, Virgilio Caballero expresó en entrevista con ZETA: “Vicente Leñero forma parte de lo que se llama en algún momento el ‘boom’ literario de México, de los grandes escritores como Carlos Fuentes, Octavio Paz, que le dieron al país en primer lugar una revelación de sí mismo. El trabajo de Vicente Leñero como novelista en ‘Los Albañiles’, por ejemplo, o ‘Los Periodistas’, es siempre revelador de lo que México implica y de lo que la persona sufre en México. “Lo más interesante de todo es que el trabajo de Vicente Leñero en ‘Los Albañiles’ sigue teniendo actualidad, es exacto lo que nos pasa ahora”, agregó el Premio Periodismo Cultural “Fernando Benítez” 2014. Asimismo, Gonzalo Celorio, quien presentaba “El Metal y la Escoria” (Tusquets, 2014) en la FIL, refirió a este Semanario: “Creo que la literatura mexicana pierde a uno de sus escritores más completos, porque fue gran periodista, un gran novelista, pero también fue un extraordinario dramaturgo y un muy buen guionista cinematográfico; de manera tal que cultivó cuatro géneros con una gran maestría en los cuatro”. Celorio recordó este año, en el que han fallecido escritores como Gabriel García Márquez, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Federico Campbell, Emmanuel Carballo, Ernesto Flores y Vicente Leñero: “2014 ha sido un año de duelo para las letras y la lengua española, pero pues vivir mata; el tiempo es inexorable, y aunque Borges dice que todavía es un asunto estadístico, pues va ganando la batalla”. Finalmente, Paco Ignacio Taibo, quien llevaba su más reciente título “Asturias: Octubre 1934” (Planeta, 2014), dijo a ZETA: “Leñero fue uno de los grandes escritores de este país. ‘Los Albañiles’ es un novelón. Su trabajo ‘Los Periodistas’, ‘El Martirio de Morelos’, ‘La Gota de Agua’, ‘Estudio Q’, ‘El Garabato’, o sea, es un novelista mayor al que vamos a seguir leyendo. Vicente Leñero es gente decente, de una sola pieza, es una pérdida de veras grave; está terrible la sangría que hemos sufrido estos tres últimos años”. La última entrevista Siempre amable y generoso, Vicente Leñero accedió en todo momento a platicar con ZETA. La última vez que el intelectual concedió una entrevista a este Semanario, fue en 2011, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) le otorgó la Medalla Bellas Artes. Aquí un extracto de aquella última charla: “Primero, me siento muy contento, y, luego, pues desconcertado, porque cuando uno es joven es cuando necesita los estímulos, y cuando los estímulos llegan cuando ya uno es mayor, pues ya no tienen el efecto que tienen cuando uno es joven y que eso lo impulsa; ahora uno ya va de bajada, ¿no? Pero bueno, muy satisfecho, sobre todo porque lo recibí con un amigo entrañable, que es José Agustín”. — ¿Cuál es la situación actual de la dramaturgia mexicana? “El teatro en México siempre ha tenido un problema muy fuerte, sobre todo en los últimos treinta años: el teatro ha sido dominado por los directores, y entonces se ha desplazado mucho la dramaturgia y no se le considera el eje central del fenómeno escénico. “Entonces, los dramaturgos sentimos y creemos que la dramaturgia sí implica una investigación, una puesta en escena de la hechura de una obra de teatro. Los dramaturgos pugnamos porque se le considere más importante; parecería que los directores están interesados en hacer más teatro extranjero, traducido, y no ponen los ojos lo suficiente como uno quisiera en lo que es nuestro. Ese siempre ha sido un viejo problema de la dramaturgia, que no es considerada en todo su valor por los directores”. — ¿Por qué los directores de teatro, más que voltear hacia la dramaturgia mexicana, prefieren montar obras extranjeras? “Los directores ponen obras extranjeras, obras clásicas, que de alguna manera es muy fácil montar porque ya tienen un aval y no se arriesgan con la nueva dramaturgia mexicana. Pienso que siguen dominando aún los directores, pero espero que vuelvan los ojos a la dramaturgia; es un tema que me ha preocupado siempre, es un tema que nos preocupa a todos los que hacemos teatro. Pienso que el teatro tiene la necesidad, el imperativo de volver los ojos a nuestros temas y a nuestros problemas”. — A través de su literatura, Usted ha narrado pasajes históricos de México sin que pase mucho tiempo, tal como ocurrió en “Los Periodistas” (1978), sobre el despojo presidencial de Excélsior a Julio Scherer; o “Asesinato” (1985), sobre el homicidio el 6 de octubre de 1978 del ex gobernador de Nayarit, Gilberto Flores Muñoz y de su esposa, María Asunción. ¿Qué es lo más importante desde el punto de vista narrativo y literario al narrar un hecho reciente? “Para mí es una deformación periodística o formación periodística, como quieras llamarle, porque muchas de mis obras narrativas son en realidad una especie de reportajes, como he trabajado mucho en el periodismo, mucho de lo que escribo tiene ese matiz periodístico. Son novelas de no ficción en algunos casos o tomadas muy directamente de la realidad. Se siguen las posturas periodísticas. “Yo trabajo como se reportean las novelas. Entonces, esos reportajes se convierten en libro por su extensión. Hay muchos reportajes que son libros, como esos que tú citas que he escrito y que toman a la realidad como el elemento más importante, porque he sido periodista muchos años de mi vida, he combinado mi trabajo literario con el periodístico, y bueno, eso me pone delante de un género que más o menos conozco bien”. —  ¿Hay algún tema que quisiera Usted abordar y que por una u otra razón, no lo ha hecho? “No, yo  pienso que ya estoy viejo. Ya estoy terminando mi carrera, no empezándola, así que escribo más suavecito, ya produzco mucho menos, lo que hice ya lo hice; uno sobrevive escribiendo porque eso es lo que le importa a uno. Estoy escribiendo pequeños cuentos. Mi último libro es un libro de cuentos, ‘Gente Así’, y sigo por esa línea de escribir cuentos que combinan la imaginación con la realidad, un poco entre periodísticos y ficcionados”. —  Finalmente, ¿cómo están abordando los escritores mexicanos la fallida guerra contra el crimen organizado? “Hay una gran cantidad de libros que aparecen casi semana a semana sobre el crimen organizado, aparecen libros continuos. Se investiga mucho, pero no se hace lo suficiente para resolver ese problema”.