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viernes, febrero 16, 2024
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“Chespirito”, en la cultura popular

Su verdadero nombre fue Roberto Gómez Bolaños, pero el mote que hizo famoso e inmortalizara al actor, productor y escritor mexicano, fallecido el viernes 28 de noviembre de 2014, a las 85 años de edad, es el de “Chespirito”, conocido en toda América Latina y el mundo, primero por su “vecindad”, con “El Chavo del Ocho”, y posteriormente por sus múltiples personajes: “El Chapulín Colorado”, “El Chómpiras”, “El Doctor Chapatín”, entre otros que lo llevaron a alcanzar la popularidad, convirtiéndolo en el Rey Midas de la televisión mexicana, al lograr altos niveles de audiencia, con 350 millones de espectadores a nivel mundial en los 70s, algo jamás visto en aquellos tiempos en la televisión nacional. Don Roberto decía que parte de su permanencia en la pantalla chica y en el gusto del público, se debía a la simpleza de sus mensajes, y aunque muchísimos niños lo veían y lo consideraban un súper héroe favorito, lo cierto es que los argumentos que escribía Gómez Bolaños no eran para niños. Sin embargo, se le recordará como el comediante que entró en los hogares mexicanos y marcó la infancia de cientos de familias latinoamericanas con sus programas, series y películas, convirtiéndose en un fenómeno de la cultura popular. Como un referente de la televisión en México, más allá de convertirse en un ícono de la comedia, “Chespirito” también fue creador de toda una marca, que va desde la mercancía de todos su personajes, hasta los programas de dibujos animados que se trasmiten en internet y televisión, los derechos de las trasmisiones de sus programas y los videojuegos alusivos a su imagen, con la que hizo una cuantiosa fortuna. Trabajo y logros que a lo largo de su historia, han estado divididos en opiniones entre dos sectores de la población: los que lo idolatraron desde su inicios y para ellos será su ídolo por siempre, y los que no comulgan con el humor ni el trabajo de Gómez Bolaños, mismo que ha sido analizado por sociólogos y psicólogos.  “Hay que situarnos a verlo en un primer momento como una persona que retoma clichés, que ridiculiza la pobreza, una persona que fomenta a gran escala y por primera vez en televisión, el bullying, el acoso al niño gordo, el acoso a las mujeres, descalificación a la dignidad de las mujeres, a la vejez, a través de sus personajes”, expresa a ZETA la maestra Sara Amelia Espinosa Islas, directora de Formación Social de la Universidad Iberoamericana en Tijuana. “En el caso de ‘La Bruja del 71’ es totalmente como la cuestión de marcar a la mujer soltera de la tercera edad como bruja, ponerla en el ojo de la sospecha de que algo esconde; estos estereotipos que se juegan muy bien en la sociedad mexicana desde su óptica de género. Pero también es una ridiculización de la pobreza en otros personajes, por ejemplo, ‘La Chimoltrufia’, una representación de la ignorancia llevada al cliché extremo”. Y reitera la catedrática: “Sí hay dos sectores: un grupo que puede amar a estos personajes e incluso sienten la nostalgia, ese impacto de gente que creció en los 70s, que dice, ‘se me fue el ídolo de mi niñez’, ‘es que Chespirito marcó mi infancia’, y otro sector que dice: ‘Es que no perdimos nada’. En realidad estamos hablando que Roberto Gómez Bolaños era como una suerte de representación del sistema”. Si bien, el impacto de la muerte de Roberto Gómez Bolaños fue mediático, al saturar las redes sociales con mensajes, condolencias, burlas y memes, también se dio a conocer por los diversos medios de comunicación tanto electrónicos como impresos, pero fue Televisa, empresa a la que el histrión perteneció toda su vida, la que por tres días sobreexpuso la figura del comediante hasta el cansancio en cuanto programas, anuncios, segmentos, noticieros… una larga despedida para una de sus estrellas más emblemáticas. Curiosamente, ante el sobrado cariño de empleados, directivos y el dueño de Televisa, en una entrevista concedida en octubre de 1994 a ZETA, Roberto Gómez Bolaños dijo sentirse más querido y valorado fuera de su propio país: — Con todo lo que representa el nombre de Roberto Gómez Bolaños dentro del medio artístico, ¿cree que en México se ha reconocido debidamente su trayectoria de tantos años? “Es un poco difícil valuar uno mismo eso, pero por comparación, en México es mucho menor el aplauso y la crítica buena, que en otros países como Argentina, Colombia, Venezuela, Chile, Brasil, ahora en España. El reconocimiento siempre ha sido afuera, yo no puedo decir que en México merezco más, pero un ejemplo importante de mi trabajo es que es el único en el mundo que ha pasado en más de 15 países y en todos ha ocupado el primer lugar de auditorio; y es verdad que en Argentina me costó algo de trabajo, pero logró superar al de la famosa ‘Xuxa’”, declaración que se dio seis años antes de que finalmente llegara el primero de los dos homenajes que Televisa hiciera en vida al popular comediante. Pareciera que para la catedrática Sara Amelia Espinosa Islas, tanta parafernalia de homenajes para “Chespirito” por parte de Televisa, se volcó en una estrategia para desviar la atención de los mexicanos sobre los verdaderos y grandes problemas del país, como es el caso de Ayotzinapa.  “Él (Roberto) siempre fue un gran distractor, que hasta en la muerte es oportuno este hombre. Casualmente también él surge en un momento donde hay una suerte de golpe de Estado imaginario en México; estamos hablando que él era muy famoso durante la guerra sucia en México en los años 70s hay una ideología de masas en ese entonces llevada como distractor, y él siempre fue un buen representante de esto; incluso su muerte ahorita fue muy oportuna. “Me sorprendió la rapidez con que se anuncia su muerte, donde incluso (el Presidente de México, Enrique) Peña (Nieto) tardó 12 minutos en mandar un tuit lamentando su muerte, cuando tardó diez días por Ayotzinapa. De esa magnitud es el mensaje mediático que se ve aquí. Pero también nos enteramos que en realidad el cúmulo de personas que fueron al Estadio Azteca fue mínimo, no era como el que esperaban, pareciera que su impacto no fue tan relevante en estos momentos en que está despertando una conciencia más crítica por lo menos en los jóvenes”. — ¿Por qué lo mitifican?, cuestiona ZETA. “Tiene que ver un poco el nivel psicológico de la nostalgia, hay gente que se quedó en esa parte nostálgica porque dicen ‘fue ídolo de mi niñez’, pero hay otras personas que nunca lo vieron en su niñez y dicen, ‘bueno pero ahora sí lo veo con otra óptica’. — ¿Considera que fue excesiva la cobertura que dio Televisa a la muerte de Roberto Gómez Bolaños?  “Por un lado se puede entender, porque finalmente era una de sus ‘máximas estrellas’, que le dejó una derrama económica impresionante, porque claro que en la marca ‘Chespirito’ hay mucho dinero de por medio, está desde los dibujos animados, las figuras, los programas  y todo, obvio que ahorita es ‘cómo no van a hacer una parafernalia a quien les ha dejado tanto dinero’”, puntualiza Espinosa Islas. El fenómeno “Chespirito” Por su parte, el catedrático de la Universidad Iberoamericana en Desarrollo Humano, Salvador Olvera Puente, refiere que el fenómeno de “Chespirito” antes y después de su muerte radica en la falta de verdaderos líderes y que el sector que adora a sus personajes lo hace: porque tiene un origen fundamentalmente basado en una necesidad que tiene las masas, de reír, de olvidar, de evadir, de entrar en un campo donde la problemática de la situación que se vive a nivel familiar, social, personal, necesita de evasivas y en no contactar con toda esa realidad “que a veces es lastimosa”. Ciertamente, antes de convertirse en un ícono de la cultura popular mexicana, Roberto Gómez Bolaños ya escribía los guiones de “Viruta y Capulina”, por lo que generaciones anteriores a “Chespirito” ya reían con la mentalidad y el  trabajo que hacía el comediante.  “No hay que olvidar que los mexicanos gozamos de reír, y si reímos en lo colectivo, es mejor en muchos sentidos. Es una forma de sacar todas las frustraciones que se tienen, querer hacerlo con otras personas que están cercanas y no poderlo hacer, porque socialmente no está permitido, al presentase en un evento a distancia (como los programas de Gómez Bolaños) la gente se identifica y empieza a actuar inconscientemente en una manera de reír, y al mismo tiempo, de ir sanando sus problemas y pequeñas frustraciones y lamentaciones”. “El Chapulín Colorado”, un héroe por accidente “No contaban con mi astucia”, “Síganme los buenos”, “Que no panda el cúnico”, “Mis antenitas de vinil están detectando la presencia del enemigo”, “Lo sospeché desde un principio” o “Se aprovechan de mi nobleza”, son algunas de las frases que “El Chapulín Colorado” popularizó a lo largo de la historia, representando al único héroe mexicano, un héroe por accidente que ganó miles de simpatizantes que hasta el día de hoy copian su vestimenta, usan los colores rojo y el corazón amarillo, se colocan antenitas y se disfrazan del personaje que dejará huella en la cultura popular mexicana. “Lo interesante del Chapulín Colorado es que un personaje que adoptaron los jóvenes, era un personaje que aparecía en los raves de música techno, o en los partidos de futbol, o en eventos muy juveniles; creo que es un personaje que le permite a los jóvenes tener un súper héroe que no es perfecto, que está lleno de contradicciones, que está lleno de defectos muy humanos, eso de alguna manera les resulta muy atractivo a ellos. Es un personaje que tiene cualidades especiales, porque de alguna manera todos creen que puede salvar el día el Chapulín Colorado, pero al mismo tiempo tiene tantas contradicciones y es tan humano, que creo que para ellos es muy atractiva esta parte de ser y no ser. De ser un ser humano imperfecto, y al mismo tiempo, ser un héroe”, comentó a ZETA la licenciada Nora Pérez Orduña, coordinadora de la Licenciatura de Comunicación en la Universidad Iberoamericana. “El Chapulín Colorado” es un personaje muy querido por las masas, el único súper héroe mexicano. ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos? “Esta parte donde los mexicanos no nos la creemos que podemos ser heroicos, hemos venido trayendo esta historia donde no podemos ser nuestros propios héroes, sino siempre estamos adoptando héroes ajenos o esperando a que alguien de afuera venga a salvarnos el día, y creo que desde ese punto de vista, ‘El Chapulín Colorado’ tiene ese valor muy especial, porque dentro de todo lo que se equivocaba y todo lo que por error podía lograr, terminaba siendo el héroe”, expuso. Pero no solo la vestimenta, sus características físicas o su nobleza se remontan al famoso personaje de antenitas amarillas, también todas aquellas frases que acuñó:  “Esas frases se han hecho parte de una cultura del refrán que es muy mexicana, se han hecho parte de una cultura del lenguaje popular, curiosamente, incluso, hay gente que no sabe que están intencionalmente mal dichas, y eso es también parte de la influencia que tienen los medios de comunicación sobre la cultura popular, cómo somos capaces de acuñar un nuevo lenguaje y generar nuevas formas de referirnos a las situaciones”. — ¿Qué es lo que lo hace tan atractivo a “El Chapulín Colorado” a todos los países de América Latina? “Mucho es la inocencia, la capacidad de ser un héroe humano, en las peores de las circunstancias, y creo que eso lo compartimos con los países de América Latina, que hemos tenido muchas crisis económicas, que tenemos muchas situaciones de pobreza, y desde ese punto en común, hay un pueblo que sufre y necesita un héroe que esté cerca de su humanidad, de su inocencia, de su capacidad de ser perfectible desde su humanidad. “`El Chapulín Colorado’ siempre será un personaje divertido, y creo que ‘Chespirito’ logró capturar la esencia menos evidente de nuestros pueblos, en esos personajes, y logró ponerles nombre, personalidad y hacer eso desde el punto de vista de un escritor, un guionista, un comunicador. Es realmente mágico, independientemente de los gustos y de las clases sociales, o los niveles socioculturales, el poder ser la voz de un gran número de personas; eso, para mí, es lo que lo hace un gran comunicador”, puntualizó la también catedrática. La Feria del Libro de Tijuana Roberto Gómez Bolaños visitó la ciudad en varias ocasiones, en tres de ellas como actor principal de la obra “11 y 12”, y en 2003, como escritor, presentando su libro “Y También Poemas”, en la vigésimo primera edición  de la Feria del Libro de Tijuana. Concentrada en una carpa, entre las calles Séptima y Octava, sobre la Avenida Revolución, la Feria fue inaugurada por “Chespirito”, quien se convirtió en el imán de espectadores que le gritaban “¡Viva El Chavo del Ocho!”. Preguntas serias para personajes pocos serios ZETA tuvo oportunidad de entrevistar en repetidas ocasiones a Roberto Gómez Bolaños. En marzo del 2000, el actor respondió adoptando la postura de cinco de sus personajes, cuestiones a las que pocas veces daba explicación a través de sus series. ZETA tuvo oportunidad de entrevistar en repetidas ocasiones a Roberto Gómez Bolaños. En una de esas veces, el actor respondió adoptando la postura de cinco de sus personajes, cuestiones a las que pocas veces daba explicación a través de sus series. ZETA: ¿Cuál es la especialidad del Doctor Chapatín? RGB: “Cobrar por adelantado. Es un médico general. Mejor dicho, es universal, de esos que ya casi no existen”. ZETA: ¿De dónde saca el Chapulín Colorado armas tan sofisticadas? RGB: “El Chipote Chillón era un juguete al que solo le añadí el nombre. Los que salieron ganando fueron los fabricantes”. ZETA: ¿Alguna vez alguien pensó en adoptar a El Chavo del Ocho? RGB: “Una vez quisieron, pero sin aventarse a tanto. El Señor Barriga lo invitó a vivir en su casa mientras arreglaban el vecindario”. ZETA: ¿Quién sacó del arrabal a El Chómpiras y le consiguió empleo? RGB: “El Agente del Ministerio Público fue su protector. Con esto traté de demostrar que en todos los ámbitos hay gente generosa”. ZETA: ¿Las chiripiorcas de Chaparrón Bonaparte son hereditarias? RGB: “Creo que alguna vez mencioné que fue un golpe que se dio contra una pared cuando trató de matar una mosca”.  La generación de la risa blanca Después de la muerte de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito” por uno de sus entrañables personajes, la generación del humor blanco quedó con un espacio difícil de ocupar. Sin embargo, aunque la lista de comediantes similares a él es cada vez más reducida, todavía existen varios que dedicaron sus mejores años de actuación a hacer reír a la gente, ganándose un papel importante en la televisión de nuestro país, que hoy todavía los reconoce y, en algunos casos, los mantiene vigentes en emisiones. Quizá el más importante de ellos en este momento es Xavier López, quien desde los 50s ha dado vida a “Chabelo”, convirtiéndose en el eterno niño de la pantalla chica con su programa de concursos “En Familia con Chabelo”. Si bien, por su buena apariencia que contrasta con sus ya casi 80 años, y por su empeño en seguir interpretando a una persona más joven, ha sido blanco fácil de bromas que constantemente lo dan por muerto, la realidad es que resulta ser uno de los conductores más ubicados y queridos por la gente que creció viéndolo actuar como un chiquillo, con todo y su voz modificada y atuendo acorde. “Cepillín”, el payaso más conocido por los mexicanos, gracias al trabajo de Ricardo González Gutiérrez, es otro de los actores pertenecientes a esa generación. Con 68 años, durante este 2014 trabajó en las funciones de su circo sin animales e hizo una aparición reciente en el programa de entrevistas “El Hormiguero” -que se transmite por Azteca-, tras su salida de Televisa Monterrey, único espacio que lo mantenía en la televisión, pese a que él ha declarado querer seguir en el medio. Como dupla, Los Polivoces también son un referente obligado de la comedia nacional, gracias a sus programas y películas en las que mostraron talento para interpretar diferentes personajes y lograr la risa de la gente con cada uno. Lamentablemente ya solo sobrevive el cincuenta por ciento del proyecto, mediante Eduardo Manzano, pues en 2000 falleció Enrique Cuenca. Este año, Manzano cumplió cinco décadas de cómico, por lo que manifestó que espera pronto le hagan un homenaje. A unas semanas de cumplir 84 años, Manuel “El Loco” Valdés es de los pocos que se mantiene en actividad constante, ya sea en el teatro o el cine. Pero sus inicios están bien estampados en la televisión por los diferentes programas que tuvo en los 70s. En esta semana Puerto Vallarta lo reconoció como embajador honorario, al develar una placa que honra su labor en el entretenimiento. Compadre de apuestas futboleras con “El Loco Valdés” (americanista), Sergio Corona (chivista) se anota como uno más de los comediantes que hicieron del humor sin malicia su sello. Ha hecho cuarenta trabajos entre televisión y cine, y pasó a ser un clásico con el protagonismo que obtuvo en “Hogar, Dulce Hogar” a mediados de los 70s. En contra de que lo cataloguen solamente como un comediante, pues se considera un actor pleno, aun así, Héctor Suárez no puede quedar fuera de la lista. Es de los más jóvenes, al haber cumplido hace poco 76 años, sin embargo, buena parte de éstos los ha dedicado a transmitir un humor más crítico y burlón, sin mucho rodeo. (Brenda Mancera Hernández/ZETA) La trayectoria de “Chespirito” Roberto Gómez Bolaños, hijo de Elsa Bolaños Cacho y Francisco Gómez Linares, nació el 21 de febrero de 1929, en la Ciudad de México, y murió el 28 de noviembre de 2014, en Cancún, Quintana Roo. Entre los últimos reconocimientos a su carrera, destaca el Premio Ondas Iberoamericano, que recibió el 20 de noviembre de 2013 a la trayectoria más destacada en televisión. Gómez Bolaños se desempeñó como actor, comediante, escritor, guionista, compositor, director y productor de televisión. Estudió la carrera de Ingeniero Mecánico en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero no la completó; posteriormente continuaría sus estudios como creativo publicitario, lo que lo conectó con la radio y la televisión, En la década de los 50s, Roberto Gómez Bolaños se inició como guionista de televisión y cine, sumando 25 películas, entre éstas, “Los Reyes del Volante”, “Dos Tontos y un Loco”, “El Chanfle”, “Vagabundo y Millonario”, y “Operación Carambola”. Para la televisión creó programas como “Cómicos y Canciones”, “Sábados de la Fortuna”, “El Ciudadano Gómez”, “Los Súper Genios de la Mesa Cuadrada”, “Chespirito”, “El Chapulín Colorado”, “La Chicharra” y “El Chavo del 8”. Además, fue creador de personajes como “El Chómpiras”,  “El Doctor Chapatín”, “Vicente Chambón” y “Chaparrón Bonaparte”. En teatro representó la obra “11 y 12”, logrando más de 28 mil funciones. Don Roberto protagonizó películas escritas y actuadas por él mismo, como “El Chanfle”, “El Chanfle 2”, “Don Ratón y Don Ratero”, “Charrito” y “Música de Viento”; a su vez, dio vida a otros personajes de la vecindad de “El Chavo”, los cuales fueron representados por los actores Carlos Villagrán, Ramón Valdés, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Édgar Vivar, Angelines Fernández, Raúl Padilla, Horacio Gómez Bolaños y María Antonieta de las Nieves. (Roberto A. Partida Sandoval/ZETA) Se despiden los de la vecindad Los personajes de la vecindad de “El Chavo del 8”, se despidieron a través de las redes sociales. Uno de ellos, Rubén Aguirre, el más participativo: “Propongo un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas artes a Roberto Gómez Bolaños, por el legado de buen humor que ha dejado en este país… Roberto merece el mejor de los homenajes, traspasó fronteras, edades y estratos sociales. Su obra quedará en la historia de la comedia mexicana”, tuiteó. También se dirigió a la vecindad: “A mis compañeros, Florinda, Édgar, María Antonieta, Kiko, mi más sentido pésame por la pérdida de Roberto. Un abrazo con todo mi amor a la familia Gómez Bolaños, vi crecer a sus hij@s y les tengo un gran aprecio… estoy conmocionado por la pérdida de Roberto, no me alcanzará la vida para reconocer su talento, su generosidad y su amor por este país”. A su vez, Kiko (Carlos Villagrán) hizo lo propio a través de sus cuentas en Facebook y Twitter: “Hoy, como es raro que suceda, dejé el teléfono unas 4 horas y cuando regresé tenía 71 llamadas perdidas, para darme la triste noticia de la partida de Don Roberto Gómez Bolaños… siento mucho la muerte de un gran hombre, amigo, genio. Todo México, Brasil, Perú, Chile, Colombia, Venezuela, Argentina, Bolivia, y resto del Mundo. Tantos países, tantas personas que fueron tocadas por el talento de ésta gran persona. Que me abrió las puertas a desarrollar el personaje de Kiko. Para él todo mi agradecimiento, mi tristeza y mi dolor. Solamente cuando se vive la realidad de una ausencia, se descubre el verdadero sentimiento de una amistad y un gran maestro. QUE EN PAZ DESCANSE!!! Hoy me siento triste por su fallecimiento. Comparto el dolor de ustedes, sigo abrumado, triste, por la muerte de Chespirito… infinitas gracias Chespirito! Me quedo con todo lo que aprendí junto a ti: Disciplina, Excelencia! Descansa en Paz”. Por su parte, Édgar Vivar publicó en Twitter: “Roberto, no te vas, permaneces en mi corazón y en todos los corazones de tantos a los que nos hiciste felices. Adiós Chavito, hasta siempre”, mientras María Antonieta de las Nieves “La Chilindrina” colgó su mensaje en la red: “Gracias por haber hecho feliz a tanta gente y por los maravillosos momentos que compartimos en el grupo. Descansa en paz Roberto”, al tiempo que Florinda Meza, viuda de Gómez Bolaños, compartió: “Es que ya me dio la garrotera”. (Roberto A. Partida Sandoval/ZETA)


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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