Por todo el estado, a toda velocidad, transita la camioneta de vidrios polarizados. A simple vista no se puede saber quién la maneja o la cabalga. No porta placas de circulación ni insignia alguna, pero es seguida por otras camionetas, formando un convoy sin escalas. Hay más especificaciones: es una Suburban blanca, nuevecita, de agencia. Y adelantada a su tiempo. Es modelo 2015, de las pocas que circulan en Baja California. En la página oficial de la marca de carros, se describe con un precio mínimo de 716 mil pesos, la más austera. Cuando llega a detenerse, primero descienden los escoltas y luego el jefe: Francisco Vega de Lamadrid, el gobernador del Estado, estrena camioneta. Se buscó a algunos funcionarios para saber más de la nueva adquisición de la administración, pero ninguno supo. Sin embargo, en los contratos por adjudicación directa existe un documento (bajo siglas DAD-FASP-SSP-20-14) que se refiere a la “Contratación del Suministro de Dos Unidades Blindadas para la S.S.P”, y en la descripción es aún más claro: “Se requirieron estas unidades para resguardo y seguridad del mandatario estatal y su familia”. El proveedor es Blindado Seguro, empresa ubicada en la calle Juan Ojeda de la colonia Buena Vista de Tijuana. El costo: 4 millones 11 mil 456 pesos. Ampáralo Mario Herrera Zárate, coordinador de Gabinete del Gobierno del Estado, no fue muy claro. A la reunión del Grupo Madrugadores del jueves 27 de noviembre llegó diciendo: “Vengo a defender a Kiko Vega”. Pero defender de quién, o por qué se siente agredido o atacado. Más tarde agregaría que lo defendería de cualquier señalamiento “sin fundamento”. En fin, esa mañana el panista compartió su visión sobre su jefe y sus acciones. Dijo que el góber dedica el 40 por ciento de su tiempo en viajar, pero que cada vez que lo hace, trae unos 30 millones de pesos al Estado. Y justificó la falta de obra pública por falta de presupuesto federal, pero que los grandes retos de la administración se van a atender a partir de las reformas que ha propuesto el mandatario. Más tarde, Herrera insistiría: “Yo voy a defender a Kiko Vega porque es el gobernador, porque es mi jefe y porque es mi amigo”. El funcionario terminó diciendo que el gobierno es “sumamente austero”. Ante esa idea, quien escribe esta columna le preguntó por la adquisición de vehículos para su jefe o para los secretarios que coordina. El coordinador de Gabinete respondió que la oficial mayor es la encargada de compras y, sin más qué decir, se dio a la fuga. Vaya defensa.