La paridad peso-dólar no ha llegado a su tope. Es más, la moneda americana seguirá al alza en 2015. Según el Banco Base, en febrero del próximo año, el costo de la divisa se fijará en 13.80 pesos, esto debido a factores estacionales, y ya para el tercer trimestre tendrá un máximo de 14.30. El pronóstico nada alentador que realiza el corporativo advierte que la moneda llegará a los 15 pesos, y su lectura se fundamenta en el aumento de las tasas de interés del gobierno federal de Estados Unidos (FED), conflictos geopolíticos y el bajo precio del petróleo. Esta situación ya se vive a lo largo y ancho del territorio nacional luego de que esta semana el importe del billete verde en bancos se situó en 14.43 pesos en ventanilla, su mayor nivel en los últimos dos años y medio. La jornada alcista de la divisa se ha presentado en las últimas semanas de noviembre e inicios de diciembre, como suele suceder, debido al “boom” del comercio en el vecino país por las fiestas navideñas y una mayor demanda de su divisa desde México. Ante tal escenario el economista Jorge Fonseca dijo que todavía es demasiado prematuro mencionar los efectos que va a tener la subida del dólar antes de terminar la temporada, pero si el dólar se estabiliza en los precios que actualmente estamos viendo, después de diciembre, difícilmente se volverá a colocar por debajo de los 13 pesos, por lo que podría haber una fluctuación entre los 13.10 y los 13.60 pesos a partir de 2015. “Entonces sí tendríamos que empezar a preocuparnos porque estaríamos hablando de un riesgo mayor ante la incertidumbre que estamos generando como país hacia el exterior”, explicó el economista a ZETA. 
Más adelante abundó: “No me gusta hablar mucho de los temas políticos y sociales que están ocurriendo en el país, pero creo que es importante mencionar que aparte de que la cotización del barril que ya está muy por debajo de lo que el mismo congreso presupuestó, también es cierto que el gobierno federal ya está muy por encima de un déficit saludable fiscal”. A esto hay que agregarle la imagen de un país deteriorado, sin respeto a los derechos humanos, con un gobierno criminalizado, que cunde a nivel internacional a raíz de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida el 26 de septiembre. “Cuando decimos que una moneda se devalúa es que hay pérdida de credibilidad de la moneda, que a su vez se basa en una pérdida de confianza en el país y eso sí es grave”. El consultado dijo que en el corto plazo la variación monetaria afecta al consumidor principalmente de la frontera, porque depende en un 100 por ciento de una economía dolarizada, sobre todo ahora con la Reforma Fiscal, que ha obligado a los consumidores a buscar mejores precios en Estados Unidos debido a un diferencial del doble en la tasa impositiva del IVA. “En un momento se dice que si la moneda mexicana se deprecia, se disminuyen las importaciones pero incrementan las exportaciones, entonces lo que pierdo por un lado lo puedo ganar por el otro. Sin embargo cuando se pierde confianza, la moneda, se devalúa, entonces no hay manera de que tus exportaciones se puedan dar porque no tienes flujos de inversión. Esa película se parece a la del error del diciembre de 1994 y ahorita no sé qué película estoy viendo”, apuntó. Sube inflación: CCE A decir del Presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Manuel Hernández Niebla, en Tijuana el tener un dólar que está por las nubes provoca dos efectos fundamentales: el primero es que el 50 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) está relacionado al sector exportador, por lo que un tipo de cambio débil de alguna manera lo fortalece. “Aun cuando entendemos que dicho tipo de devaluaciones traen beneficio a corto plazo, pero afecta en el consumo porque afecta la capacidad adquisitiva de la gente, que prácticamente les pega en el consumo interno y básicamente genera inflación”, explicó. “Vimos que a principio de año traíamos una inflación como efecto de la homologación del IVA, después viene la bajada de la gasolina y al mes de octubre la inflación en Tijuana estaba por debajo de la media nacional, pero esto va a hacer que repunte, que haya presiones inflacionarias sobre el consumo interno”. Por último, Hernández Niebla recordó una situación similar que momentáneamente se vivió durante el sexenio de Felipe Calderón pero que tuvo solución gracias a las políticas entonces implementadas por Banxico. “Un deslizamiento de acuerdo a la oferta y la demanda no es malo, pero una devaluación abrupta no es buena. Recordando que hace dos años y medio nos fuimos a 15 por uno y aguantamos el ramalazo”, finalizó. Economía protegida: SHCP En un intento por calmar los ánimos de los inversionistas en relación a las variaciones abruptas del dólar frente al peso, el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso afirmó que México cuenta con diversos mecanismos de protección ante las variaciones de los mercados internacionales y volatilidad actual a nivel internacional, lo que le da al país una mejor perspectiva y lo diferencia de otros países emergentes. Sin embargo, el funcionario federal no logró especificar cuáles son dichos procesos que nos sacarán de lo que muchos analistas consideran una crisis de política monetaria para el próximo año.
Publicidad
