Sin Embargo/ZETA Sin Embargo/ZETA En mayo de 2013, la revista ¡Hola! Publicó un reportaje que la publicación calificó como “excepcional e histórico”. En sus páginas los lectores encontraron grandes fotografías de una lujosa y moderna residencia con domicilio en Lomas de Chapultepec, que servían de marco para presentar una entrevista con la actriz Angélica Rivera, esposa del Presidente Peña Nieto. La revista precisó que era “…su primera entrevista como primera dama de México. Cálida y cercana, recibió a ¡Hola! en su residencia familiar, donde no sólo aceptó posar para nuestra cámara, sino también responder a todas y cada una de nuestras preguntas, sin miramientos y con total sinceridad…”. Rivera habló del amor a su consorte, de los seis hijos de ambos y… de la mansión: “En nuestra casa llevamos una vida lo más normal posible. Les he hecho saber que Los Pinos nos será prestado sólo por seis años y que su verdadera casa, su hogar, es esta donde hemos hecho este reportaje”. De acuerdo a la información, con el apoyo de la plataforma de periodismo latinoamericano Connectas y el International Center For Journalists, se pudo confirmó que la residencia se ubica en Sierra Gorda número 150 y que no tiene registro a nombre de Angélica Rivera o Enrique Peña Nieto, ni de sus hijos. La residencia –con valor aproximado de 86 millones de pesos, unos 7 millones de dólares (a tipo de cambio de julio del año pasado), según un avalúo independiente contratado para la investigación periodística– es propiedad de Ingeniería Inmobiliaria del Centro, una empresa perteneciente al Grupo Higa. El corporativo. a través de su filial Constructora Teya, integra el consorcio de empresas nacionales y extranjeras al cual le fue revocada la licitación para construir el tren de alta velocidad México-Querétaro. La investigación evidencia que el Estado Mayor Presidencial (EMP) resguarda la casa de en cuestión, además que el Presidente Enrique Peña Nieto y su esposa participaron muy de cerca con el arquitecto que diseñó la residencia, para que se adaptara a las necesidades presidenciales. La residencia cuenta con estacionamiento subterráneo, planta baja y nivel superior con tapancos. Un elevador liga todos los niveles. El jardín tiene sala y comedor resguardados. En un principio, la azotea tenía jacuzzi y bar, pero la casa tuvo una modificación en dicha área. El piso de la planta baja está recubierto de mármol. En el primer piso están las recámaras: en un ala se encuentran seis para los hijos de la familia presidencial, mientras que en la otra está la habitación principal con vestidor, baños separados y un spa. De color blanco y con un sistema de luces para crear ambientes; la casa, puede tornarse rosa, naranja o violeta.