Yo quisiera comprenderlos, tienen de todo en la vida: pero no puedo entenderlos, le entran duro a la bebida ¡y al cigarro ni se diga! Fingen muy bien ser felices, su semblante los delata con un palmo de narices a la familia en su casa, para Ustedes, nada pasa. Muchos pleitos de parejas a veces y sin sentido y nos jalan las orejas: ¡lastiman mucho y tupido!, y a su conciencia les digo: Se comportan insensibles, en especial los humanos, el can es más apacible, no lastima a sus hermanos y, pues así, ¿a dónde vamos? Salen a buscar trabajo pidiendo a Dios no encontrarlo, sin mirar que los de abajo lo consiguen, sin halagos, ¡se interesan en buscarlo! Las drogas los encadenan, fácil presa de los vicios, la verdad, que me dan pena, con amigos al servicio, ¡o piensan o se condenan! Les ruego pedir ayuda para que dejen las drogas, que en su piel sientan la lluvia y se olviden de las rondas, que nunca al amor le rehúyan. Le pediré al gran Creador: los liberé de grilletes, evitarles el dolor de estar gastando el billete por nosotros, el favor. Por eso es que a mi mamita le pediré tres favores: ¡ya no asuste a sus bebitas!, en vida danos las flores,
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