La foto habla por sí sola. Pero un poco de contexto no está de más. Quien voltea sorprendido a la cámara es Arnulfo de León Lavenant, hasta la fecha procurador de los Derechos Humanos en Baja California, señalado de desvío de recursos públicos. La mujer, quien tiene la mirada fija en documentos puestos en su mano, es Rosa Isela Peralta Casillas, diputada local del Partido Acción Nacional en Mexicali. La reunión secreta fue en Tijuana, Otay, en un discreto café. Dos escoltas de Arnulfo se postraron en la puerta y otro a su lado. Demasiada marca para intentar ser discretos. Pero este encuentro de hace una semana, no fue casual. De León está a punto de ser echado de la PDH por los diputados, el Órgano de Fiscalización Superior del Estado no aprobó sus cuentas de 2012 y las de 2013 van en el mismo sentido. Existen decenas de demandas laborales y penales, peticiones de juicios políticos, testimonios, todos contra el procurador. Es más, un reporte del ORFIS reveló observaciones en el mal manejo de sus finanzas por más de 10 millones de pesos. Por ello, el acusado busca constante y desesperadamente reunirse y “dialogar” con los legisladores. En la bolsa, dicen, tiene a Francisco Barraza Chiquete, Fausto Gallardo y Olimpo Hernández, identificados con el grupo hankista. Al resto del PRI ya les incomoda. En el PAN, los mismos legisladores sospechan que Gerardo Álvarez, también diputado panista, es el contacto de Arnulfo al interior del grupo, quien además le busca espacios con compañeros en el Congreso y aboga a su favor para no ser embarrado. Sea como sea, sea o no éste el intermediario, por lo visto el procurador logró sentarse con la diputada blanquiazul, que al menos en la foto, no levanta la cabeza.
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