Hace un par de ediciones, CUENTAHILOZ explicaba el expedito y fugaz método con el que el PRI en Baja California renovó su Consejo Político Estatal sin que nadie -–prácticamente- se diera cuenta. Que los 650 nuevos consejeros (titulares suplentes) fueron repartidos entre los grupos del PRI y los cabecillas que así convienen. En Rosarito, por ejemplo, aseguran que el ex alcalde Javier Robles Aguirre y Antonio Serret, dirigente del partido, fueron los únicos que llenaron con su gente cercana la lista de candidato, incluso algunos ni militan en el partido, ni viven en el municipio. Por ejemplo, a esposas de compadres, amigos y hasta las asistentes de Mayra Robles, diputada federal. Excluyeron -por citar algunos ejemplos- a Catalino Zavala, Arístides Valdespino, César Contreras y Manuel Zermeño. Los quejosos aseguran que cuando se confrontó a “Tito” Robles y a Serret, simplemente fingieron demencia.