La más reciente novela de Álvaro Enrigue, de título “Muerte Súbita” y publicada en 2013 por Anagrama, ha recibido todos los elogios. Primero, el autor fue distinguido con el XXXI Premio Herralde de Novela, cuyo jurado estuvo integrado por Salvador Clotas, Paloma Díaz-Mas, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix y el editor Jorte Herralde, fundador de Anagrama. Presentada bajo el pseudónimo de Hamilton y el título “Patrón de Todos los que Estamos Tristes”, “Muerte Súbita” fue seleccionada por el jurado literario del Premio Herralde Novela entre 476 obras presentadas, la cantidad más alta en cuanto a participación del codiciado galardón en el mundo hispanoparlante. Luego, en febrero de 2014 le fue entregado el Premio Ciutat de Barcelona de Literatura en Lengua Castellana 2013 por la misma novela debido a “su ambición literaria en la reconstrucción de un periodo tan complejo como la Contrarreforma desde el humor, la sutileza de significaciones y la visión global de la cultura. A partir de un partido de tenis entre Quevedo y Caravaggio, ilumina el presente desde el pasado”. Además, el martes 7 de octubre de 2014, el Gobierno del Distrito Federal anunció en conferencia de prensa que “Muerte Súbita” era la obra merecedora del VII Premio Iberoamericano de Novela “Elena Poniatowska”, distinción realizada el sábado 11 de octubre durante la inauguración de la XIV Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México. “Muerte Súbita” fue elegida entre 80 obras de autores iberoamericanos por un jurado integrado por Eduardo Antonio Parra, Vicente Quirarte y Ana Clavel, mismo que asentó en el acta dictaminadora: “El jurado del Premio Iberoamericano de Novela ‘Elena Poniatowska’ decidió otorgar a la novela del escritor oriundo de Guadalajara, Jalisco, ya que logra crear un retablo barroco donde se sintetizan múltiples tiempos y espacios en una estructura armónica y compleja. La novela se inscribe en una tradición contemporánea que reflexiona sobre la creación misma, y urde un entramado poético de la historia que inaugura un espacio para la imaginación verbal mediante una propuesta estilística original y novedosa”. “Ser escritor es una cosa horrenda” En “Muerte Súbita”, Álvaro Enrigue es capaz de poner en cancha de un juego tenis a Caravaggio y Quevedo en pleno Siglo XVI. La obra goza de una estructura fragmentaria de 59 capítulos barrocos que por sí mismos funcionan en una totalidad, pero al conjuntarse, forman la obra merecedora de tantos premios. Durante Hay Festival Xalapa 2014, Álvaro Enrigue contó a ZETA: “Estuve muchísimos años investigando esta novela y con ganas de escribirla, y hubo un momento en que me pareció que era la hora de empezarla; pero esa maduración tiene que ver a lo mejor más con los personajes que con la historia”. Obviamente, se le tiene que preguntar a Enrigue cómo se dio cuenta de la maduración de la novela que le daba vueltas en la cabeza: “La maduración de los libros es un misterio, esto lo dice Javier Marías: Es cierto que hay un momento en el que se vuelve indispensable escribir un libro, hay un momento ya en el que el único libro que puedes escribir, es ese libro que has estado empollando durante años; y también es cierto que hay un momento en los libros en los que tienes que dejar todos tus demás trabajos, tienes que avisarle a tu familia que lo que sigue son frijoles y arroz durante el próximo año, y tienes que dedicarte solo a eso. Eso pasó con esta novela”. Lo demás es historia afortunada para la literatura hispanoamericana actual, al grado que ha merecido todos los honores, entre ellos el prestigioso Premio Herralde de Novela. “Por supuesto que ganar el Premio Herralde es algo que cambia tu profesión, pero en mi caso no cambió mi vida, estoy muy agradecido con eso, con los dioses de la fortuna; lo que hay es eso: es como una vida muy silenciosa, una vida muy ñoña, interrumpida cada tanto por la posibilidad de hablar con gente nueva, ir a ciudades que me gustan, como el DF, Xalapa, pero también como Estocolmo o París, entonces está muy bien. Creo que ser escritor es ser una cosa horrenda, salvo cuando estás escribiendo y leyendo, el resto del tiempo es un oficio horrible”, compartió Álvaro Enrigue. Cabe destacar que el Premio Herralde solo ha sido obtenido por cuatro mexicanos, entre ellos Sergio Pitol, Juan Villoro, Daniel Sada y Álvaro Enrigue: “Siempre es bueno estar en buena compañía, es lo que nuestros padres querían de nosotros, que tuviéramos buenas compañías, está muy bien, yo me siento como el niño de la colonia Nápoles que se coló en el Barcelona; pero por otro lado es producto de un trabajo de muchos años muy silencioso, de una como devoción a un trabajo muy complicado que es el trabajo de ser escritor, un trabajo que no deja dinero, que funciona a través de una maquinaria muy incómoda, que es la maquinaria del prestigio, una maquinaria muy injusta. El star system de los escritores no es un sistema meritocrático, es un sistema fundamentalmente injusto en los que muy pocos tienen mucho y muchos no tienen nada. “Entonces, por un lado es fantástico tener este tipo de cosas, pero como decía Octavio Paz, ‘un premio es una casualidad afortunada’; el libro que escribiste funcionó en las cabezas de un grupo de gente un domingo en que lo leyeron, eso es todo”. El narrador reconoció: “Nunca, por supuesto, soñé que yo me iba a sacar un Premio Herralde, nunca pensé que publicaría en Anagrama, nunca pensé siquiera que publicaría en Joaquín Mortiz, que fue donde empecé a publicar, es muy ‘padre’ que suceda, pero también es algo que le sucede a otros. La vida no se modifica, tengo que estar a las 2:40 por mi hija en la escuela pública en Nueva York, tengo que preparar el desayuno en las mañanas para llevar a los niños a la escuela; lo sustancial no se modifica, o a lo mejor lo más correcto sería decir lo sustancial no debería modificarse, y creo que con mucha fortuna he logrado que no se modifique, de ninguna manera”. Finalmente, el también autor de “La Muerte de un Instalador”, “Hipotermia”, “Vidas Perpendiculares” y “Decencia”, adelantó: “Tengo que ir al lanzamiento de la novela en Suecia, que es la primera traducción, y a partir de ahí sigue una serie de lanzamientos por todos lados; la primera edición traducida que va a salir es en sueco, y probablemente la siguiente sea en Inglaterra y luego en Estados Unidos, y a partir de ahí siguen todas las demás”.