Desde que Loreto Quintero Quintero, oficial mayor del Gobierno del Estado, se destapó para ser parte del equipo del ex dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz (reelecto en mayo y retirado con licencia en septiembre), la funcionaria ha repetido hasta el cansancio que al partido solo le invierte tiempo fuera de sus horas laborales. Tal como también aseguró que el volanteo del Primer Informe del gobernador se hizo fuera del horario de oficina. Pues el lunes 13 de octubre, el asiento 1-A del vuelo 194 de Aeroméxico procedente del Distrito Federal con destino a Tijuana, estaba reservado para la panista. Y en día laboral. No es un secreto, ella misma lo ha dicho, los fines de semana es cuando colabora con el Comité Nacional panista. Lo que no se sabía es que sus regresos -al menos éste- son los lunes por la tarde. Eso por un lado; porque por el otro, su jefe, Francisco Vega de Lamadrid, tiene prohibido a sus funcionarios viajar en primera clase, ya que él y su humildad viajan en la turística. Es más, afirman, ni aunque los funcionarios paguen sus gastos, el patrón del Gobierno del Estado les permite darse esos lujos. Pero Loreto se dejó consentir y se acomodó en la clase premier, donde los viajeros son atendidos con platillos elaborados por un chef, pescado o cortes de carnes selectas, pasta, champagne en copas de cristal y, desde luego, un asiento más amplio donde acurrucar las posaderas. Esa es vida de oficial mayor.
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