Continúan los problemas para la Secretaría de Educación Pública (SEP) en Baja California Sur. Maestros se manifestaron con un paro en Los Cabos, derivado de despidos injustificados de compañeros compensados, reducción de horas, entre otras situaciones. Elmut Castillo, dirigente del Movimiento Sindical Cabeño a nivel primaria, expresó que hay puntos importantes que el secretario de Educación Pública, Héctor Jiménez Márquez, debe resolver, entre éstos, “el no despido a ningún compañero, que se continúe con dos sesiones a la semana de educación física, el pago a FOVISSSTE, FONACOT, por parte del Gobierno del Estado, y la basificación de compañeros compensados y administrativos; apoyo a la educación y docentes…”, enlistó. Ante la falta de acuerdos, las manifestaciones continuaron, incluso hicieron señalamientos directos a la autoridad: “Yo me animo profe, a hacer alguna petición para el día de mañana, ojalá y pudieran venir los jefes de departamento para tratar los asuntos con usted o el mismo gobernador pudiera venir; tal vez el gobernador pudiera dar solución a esta situación”. En respuesta a las demandas del movimiento sindical cabeño, el secretario de Educación Pública, reconoció los graves problemas por los que atraviesan, además de que “acudí a un llamado que me hicieron, a decir éstos son los cuatros puntos, que usted vierta una opinión y una postura como autoridad, si lo hubiera manejado como político, hubiera puesto una postura como político, a lo mejor eso le extraña a muchos. Estoy consciente que hay cosas que debemos reformar en nuestro sistema educativo”. Agregó que la inconformidad presentada es particular y no general del gremio educativo. Este paro en Los Cabos se realizó en nivel preescolar, primarias y un grupo de docentes de las escuelas secundarias técnicas 16, 18, y 19 de Cabo San Lucas. Iniciando la semana, un contingente de maestros de San José del Cabo se dirigió a un conocido hotel, donde Héctor Jiménez sostenía una reunión a puerta cerrada con la estructura educativa del municipio. El recorrido se llevó a cabo por la carretera Transpeninsular, hasta la zona del hotel. Al llegar, un guardia de seguridad intentó impedir el paso a la centena de maestros, sin embargo, lo pasaron por alto. Allí exigieron ser atendidos por el titular de la SEP, pero en su lugar, a los pocos minutos salió René Hernández, Jefe de Servicios Regionales de la Secretaría, quien fue recibido por los docentes inconformes al grito de “¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera!”. Simple y sencillamente se retiró. “El secretario está con los supervisores, ojalá y fuera para algo bueno, pero desgraciadamente estamos viendo las cosas, que es algo negativo, pero ojalá sea algo positivo”, lamentó Alí Flores, representante del movimiento en San José del Cabo. Maestros reconocen que, aunque ya tenían acordada una reunión, “solo queríamos darle una visitadita, porque aquí se está reuniendo a lo escondido”, así lo dijo Roberto Montaño, asesor técnico pedagógico. En La Paz, desde el jueves 28 de agosto, el Centro de Estudios de Bachilleres (CEB) 8/2 paralizó las actividades. Jesús Ayún Benítez, representante sindical de la institución, dio a conocer que han sostenido reuniones con personal de la SEP a nivel federal, sin embargo, necesitan que alguien lleve a cabo una negociación. “Importante y necesario es realmente que sean las autoridades de la DGB las que se presenten aquí en la escuela para hablar del asunto, que sea una persona con el poder de decidir y de negociar, para darle solución a esta problemática que nos aqueja”, denunció. Según los maestros, las labores se pueden reanudar, siempre y cuando se atienda verdaderamente la petición de las bases laborales para los compañeros. “La basificación para toda la planta docente, que ningún compañero, compañera, se quede fuera de ésta nuestra institución, ya los términos los entablaríamos directamente con las autoridades pertinentes”, detalló el representante sindical. Si bien es cierto, el diálogo no está cerrado en la SEP, la reforma al servicio profesional docente ha sido un verdadero dolor de cabeza para todos los maestros del país, lo cual ha generado una serie de despidos y enroques que a la mayoría no ha dejado un buen sabor de boca, como sucedió en Los Cabos.
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