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viernes, febrero 23, 2024
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Ocultan información de policía que mató a anciana en atropellamiento

Tras la muerte de María Elena Pérez Cortez, de 64 años de edad, quien fue atropellada por un policía municipal -cuyo nombre no ha sido dado a conocer- en la Zona Norte de Tijuana, su familia exige que la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) no “cambie la versión de los hechos” para deslindar de responsabilidad al oficial. De acuerdo a testigos, la patrulla avanzó casi 13 metros en reversa -siete más de los permitidos en el Reglamento de Tránsito Municipal- a alta velocidad y sin los códigos encendidos en el momento que atropelló a la mujer, pero tanto el alcalde como el secretario de Seguridad Pública, intentan responsabilizar a la mujer, y han declarado que ésta “se atravesó, no cruzó por donde debía”, en una ciudad donde en discurso, el peatón tiene prioridad. La mañana del 17 de septiembre de 2014, María Elena, conocida como “Doña Elena”, salió de su casa ubicada en la calle Michoacán de la Zona Norte. Momentos antes, patrullas emprendían una búsqueda para aprehender a dos presuntos asaltantes. La Zona Norte ha sido calificada por la Policía Municipal como “área conflictiva”, debido a la presencia de “muchos individuos con adicción” que cometen “asaltos con violencia”. Son frecuentes las confrontaciones entre la corporación y los vecinos, quienes acusan a la Policía de hostigamiento y protección a ciertos narcomenudistas. Ese día, la patrulla número 4665 transitó sobre la calle Michoacán en dos ocasiones. De acuerdo a versiones de testigos, Elena, de apenas 1.50 metros de estatura, los vio y esperó a que el vehículo oficial llegara a la esquina que la vialidad forma con Avenida Mutualismo, para bajar de la banqueta y cruzar la calle, casi 15 metros detrás del vehículo. Efectivamente, no era esquina. En ese momento, el oficial avanzó en reversa, sin los códigos encendidos y a alta velocidad, afirman testigos. En la caja de la patrulla tipo pick-up se encontraba un hombre detenido, quien alertó al policía con golpes en la camioneta y gritos, pero el vehículo impactó a la mujer, quien fue lanzada casi dos metros. “El golpe se escuchó muy fuerte y, desde que cayó al piso, ella comenzó a sangrar de la nariz, de los oídos y de la cabeza”, relata Hilda, quien observó el accidente. Después del impacto, el oficial estacionó el vehículo a unos metros del cuerpo de la mujer y encendió las sirenas de la patrulla. Al lugar llegaron policías municipales, miembros de la Policía Estatal Preventiva e incluso el Ejército. “El policía se veía muy nervioso”, recordó un testigo de los hechos. El oficial, quien no se identificó ante los vecinos, abordó una patrulla municipal y fue escoltado fuera de la escena. De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), se le trasladó al Ministerio Público para que rindiera su declaración. Veinte minutos después, arribaron elementos de Bomberos, quienes declararon a la mujer sin vida y colocaron una sábana blanca sobre ella. Durante una hora y media, el cuerpo de Elena quedó tendido sobre la calle. “Peor que un perro muerto, ahí estuvo tirada”, recuerda entre llantos una de sus hijas. Raúl, hijo de la víctima, acudió al Ministerio Público para levantar los cargos correspondientes, pero de ahí fue remitido a la delegación municipal del Centro, ya que de acuerdo al agente que lo atendió, debía presentar el acta del juez municipal, en la cual se turnó al detenido al MP. Durante dos horas, Raúl solicitó información para levantar la denuncia, pero era enviado de una dependencia a otra, ya que el elemento no fue remitido ante la autoridad municipal. En la Procuraduría, la familia no fue enterada del nombre del policía, tampoco si se encuentra detenido o libre, pese a que solicitó los datos. “A mi mamá la mataron. Que cambien los hechos, digan otras versiones, eso es burlarse de mi familia y de mi mamá. Fue error de un Policía Municipal, que acepte su culpa y nada más”, dijo Raúl al día siguiente de la muerte de Doña Elena. Aunque aseguró “no es necesaria la colaboración ni la limosna de la autoridad”, reclama que ningún funcionario se haya acercado para hablar o aclarar los hechos. A diferencia del testimonio de familiares y testigos, Alejandro Lares Valladares, secretario de Seguridad Pública, aseguró  que el oficial tuvo en todo momento sirenas y códigos prendidos. Por su parte, el alcalde Jorge Astiazarán insistió en el descuido de la mujer, por intentar cruzar la calle a mitad de la cuadra. Mientras la SSPM apoya al oficial a través del departamento jurídico, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) abrió una averiguación previa por homicidio culposo, pero de los resultados de la necropsia y de  los exámenes de tránsito terrestre, dependerá la ejecución de acción penal contra el policía. 


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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