La ciencia ganó. Ni los protagonistas de Westeros con toda su popularidad, o el talento de Matthew McConaughey y Woody Harrelson en “True Detective”, pudieron contra los personajes de “Breaking Bad” en la ceremonia 66 de los Emmy. En una repartición que se vislumbraba predecible, los antihéroes que por cinco temporadas mantuvieron a miles atentos a la historia y transformación de sus vidas, al inmiscuirse en la fabricación de metanfetaminas en Albuquerque, pusieron punto final a sus apariciones en el evento de la mejor forma, al llevarse los premios más importantes en su género: Mejor Actor Principal (Bryan Cranston), Mejor Actor de Reparto (Aaron Paul), Mejor Actriz de Reparto (Anna Gunn), Mejor Guión Dramático (Ozymandias), Mejor Edición en Drama (Felina) y Mejor Serie Dramática. Seis galardones de 16 a los que aspiraba fueron suficientes para demostrar por última ocasión, por qué la historia de Walter White y Jesse Pinkman, logró enganchar con la gente capítulo tras capítulo, en un éxito que no se veía desde “Los Soprano”. Emitido desde enero de 2008 a septiembre de 2013, el programa consiguió una audiencia récord con su final, al ser visto por 10.3 millones de personas a través de AMC, su cadena de transmisión original, que por la corta cobertura global que tiene, llevó a medio millón de usuarios a descargar ilegalmente el episodio. En Latinoamérica el éxito fue tal que pronto se negoció una adaptación colombiana con “Metástasis”, que en esta segunda mitad del año llegará a la televisión, aunque sobra decir que con una mermada trama que ha recibido críticas de todos los frentes. Porque si en algo radicó justamente el buen recibimiento de la idea original, fue en la novedosa narrativa que Vince Gilligan supo llevar por el camino adecuado de principio a fin y que, aun cuando acabó como proyecto, dejó una pequeña estela de su éxito en lo que será su spin-off, a estrenarse en septiembre como “Better Call Saul”, en referencia directa al extravagante abogado Saul Goodman, que en varias ocasiones se encargó de librar de situaciones al emblemático Heisenberg que conquistó nuevamente los Emmy. Con esos resultados, la tarde-noche del lunes 25 de agosto, el evento dejó fuera a “Game of Thrones”, que tenía el liderato en competencia con 19 postulaciones, de las cuales solo obtuvo cuatro por aspectos técnicos. Para ser precisos, el programa de HBO, que figuró en 99 espacios a través del desglose en categorías, obtuvo solamente los premios a Mejores Efectos Especiales, Mejor Maquillaje, Mejor Vestuario y Mejor Dirección de Arte en Fantasía. Basada en los libros de George R.R. Martin, la serie que desde su primera temporada marcó un nuevo parámetro de inversión, con 60 millones de dólares para 10 capítulos, pese a tener exclusiva en canal de paga, y que de su tercera a cuarta temporada elevó su audiencia en casi dos millones, al tener un total de 7.1 televidentes, no reflejó esos números en lo que la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión buscó este año. O de forma más simple y lógica, iba contra la marea de un ciclo que merecía cerrar dignamente en reconocimiento, y que en definitiva, los iba a opacar. Otros de los que sufrieron esa suerte en el Teatro Nokia de Los Ángeles, California, fueron los protagonistas de la primera temporada de “True Detective”, Matthew McConaughey y Woody Harrelson. Nominados en seis categorías de drama, solo dos estuvieron a su favor: Mejor Casting y Mejor Dirección para Cary Fukunaga por “Who Goes There”. Sin embargo, la historia del par de detectives y su trabajo de años por dar con un asesino serial en Lousiana, era la gran promesa de la noche, luego de ganarse la fama de ser el nuevo programa de culto. Lo único en su contra, pero clave para que siga en ese ritmo, es que su transmisión también se da por HBO, aunque ello no la detuvo para ser la segunda producción más vista por el canal en lo que a estrenos se refiere, gracias a 3.5 millones de televidentes. Finalmente, tres de doce premios le dieron a “Orange is the New Black”, indicativo de que su canal de distribución, en este caso Netflix, en nada interfiere con el reconocimiento, pues ganó Mejor Casting en Comedia, Mejor Fotografía a una Cámara y Mejor Actriz Invitada para Uzo Aduba, quien interpreta a “Crazy Eyes” en la historia que tiene su desarrollo en una prisión de mujeres. El reciente acierto se suma a los méritos hechos por la plataforma con ideas originales que, debido a su modalidad en línea, están disponibles para Latinoamérica en estrenos simultáneos con Estados Unidos, o con un breve lapso de separación.