A la mayoría de los asistentes llamó la atención. La presencia del ex alcalde de Ensenada, Enrique Pelayo Torres, en el evento protocolario de recepción del buque escuela Cuauhtémoc el lunes 11 de agosto en instalaciones de la Segunda Región Naval de la Secretaría de Marina. Llegó como invitado especial, y fue el primero acomodado junto a las autoridades de gobierno, y militares a bordo del buque Revolución, desde donde observaron el arribo del barco con los cadetes de la Naval. Es conocido que Pelayo Torres se lleva “de piquete de ombligo” con el Almirante de la Segunda Región Naval, Víctor Francisco Uribe Arévalo, al grado que durante su tiempo como alcalde, llegó a presumir aventones en el helicóptero de la SEMAR para ahorrarse tiempo. El pasado lunes, fue el propio Uribe quien dijo al alcalde de Ensenada, Gilberto Antonio Hirata Chico, que él había invitado a Pelayo personalmente. El ex alcalde acompañó a Uribe con el resto de las autoridades que recorrían el buque Cuauhtémoc, entre los que se incluían los alcaldes de Tijuana, de Playas de Rosarito, de Ensenada, el secretario general del Gobierno del Estado y el secretario de Pesca. Hirata aseguraría después, que era la segunda vez que se topaba con Pelayo, y que la comunicación entre ambos, solo existía de manera “institucional”. Incluso, el actual presidente municipal se retiró del buque Cuauhtémoc cuando Uribe incluyó a Pelayo en la reunión que sostenían al interior de la embarcación. Cuando el ex funcionario se retiraba del buque escuela, la prensa esperaba entrevistarlo, pero fue el propio Uribe quien se adelantó con los reporteros con lo primero que se le ocurrió: “Por favor, pongan en sus medios de comunicación que toda la sociedad veracruz…. bajacaliforniana, están invitados, éste es su barco y disfrútenlo mucho”, dijo mientras a sus espaldas, Enrique Pelayo Torres intentaba acercarse a las escaleras para bajar del barco. Aun con Uribe de por medio, la prensa abordó a Pelayo: “Ex alcalde, ¿cómo se encuentra?”, le preguntaron. “¡Feliz de la vida!”, respondió. “¿Es su primera aparición pública?”, cuestionó una reportera, “No, ya traigo varias”, agregó. Uribe se mantuvo en medio a manera de guarura, aceleró la salida de Pelayo del buque, quien no dijo nada más, y los marinos lo despidieron con todos los honores y saludos formales del barco.