Pavoneándose como nadie en el mundo, Don Andrés Burgueño, titular de la Dirección de Fiscalización del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado, presume a quien se deje que su despacho fue uno de los pocos en todo el país que el Instituto Nacional Electoral (INE) reconoció por contar con la “estructura” formal para fiscalizar a los partidos. Tanta “estructura” ha logrado detectar irregularidades solo en los partidos chicos. La dirección que rige Burgueño ha sancionado en seis ocasiones a tres partidos desde 2011: al PRD, al PEBC y al PVEM, dos a cada uno. Auditores que trabajan en las cuentas de 2013, apuestan que por primera vez al PRI o al PAN no le saldrán las cuentas. En ese año, los partidos recibieron más de 43 millones de pesos. Bien por Burgueño y su gran estructura.