A finales de julio, el grupo de Operaciones Estratégicas de la Policía Municipal de Tijuana detuvo al conductor de una camioneta Tahoe 2009 color blanco, con placas nacionales y vidrios polarizados. Al volante iba el ex policía federal José Luis Rodríguez Rodríguez, quien además de la placa de esa corporación, portaba una de la Secretaría de Gobernación que lo acreditaba como Agente Federal de Migración. Según el parte policiaco, también se le encontró un arma tipo escuadra de utilería. Una de las identificaciones fue “un gafete y una placa dorada con la leyenda: Secretaría de Gobernación con fotografía y nombre de otra persona”. Se trataba de Luis Armando Gutiérrez Villavicencio, quien pese a haber sido inhabilitado en dos ocasiones en 2007 como funcionario (trabajó en el gobierno de Jorge Hank), fue hasta hace poco empleado federal, como delegado del Instituto Nacional de Migración en Tijuana. El conductor de la camioneta había sido arrestado y turnado al Ministerio Público por agentes estatales en 2012, tras engañarlos y solicitarle cantidades de dinero. La versión dentro del INM es que el ex policía federal, detenido por segunda ocasión en Tijuana, fue el chofer de Gutiérrez Villavicencio. Como último detalle, fuentes revelaron a CUENTAHILOZ que la camioneta, ahora bajo resguardo del Ministerio Público, pertenece a Hiram Rojas Hernández, señalado por una investigación federal difundida en los medios de comunicación, como uno de los principales “dueños del negocio” de carros “chocolate”. El mismo caso donde resaltaron los priistas bajacalifornianos, Fernando Castro Trenti, Enrique Acosta Fregoso y Elí Topete. Simples relaciones.
Publicidad
