Los Ángeles, California. Para quienes vayan al Parque Petco el 28 de septiembre, vale la pena el boleto. </span>Dodger Stadium tuvo la primicia californiana de la gira “Out There” de Paul McCartney. Tan arrogante, divertido y conectado con su público como siempre, el británico tocó alrededor de cuarenta temas en casi tres horas de concierto. Entre anécdotas, tributos a los Beatles fallecidos, John Lennon y George Harrison, temas de ayer, de hoy y de siempre, nada parece detener a Paul McCartney, nada mal para un hombre de 72 años de edad. “Dodger Stadium. Hace rato que no venía por aquí”, bromeó con el público, pues solo tuvo una aparición previa en Chavez-Ravine en 1966, durante la última gira de los Beatles. Es precisamente la historia como Beatle el atractivo principal para las tres o cuatro generaciones que se presentaron a disfrutar el show. A sabiendas de ello, más de la mitad del repertorio del concierto está conformado por canciones de los Beatles. “Debo decir que es increíble regresar a Dodger Stadium y que estuvimos aquí en 1966, y hay algunas personas que estuvieron aquí en 1966. Déjenme escucharlas, chicas”, pidió a quienes ensordecían a los propios músicos en los años sesenta durante las presentaciones de poco menos de media hora del “Fab Four”. John, Paul, George y Ringo hicieron su primera gira en el país vecino en 1964. El grupo se desintegró hace 44 años y sigue cautivando al público. McCartney es la última conexión con los Beatles y esta gira podría ser el acercamiento final con uno de los grandes del rock clásico. El motivo de la gira es “New”, su más reciente álbum, con una variedad de ritmos, desde la rapidez rockera de “Save Us”, pasando por la nostalgia infantil de “Queenie Eye” y baladas como “On my Way to Work, Hossana” y “Scared”, así como el típico sonido McCartney atemporal en “Alligator”, “New”, “Everybody Out There”, “I Can Bet” y “Struggle” (disponible en edición japonesa). Como es costumbre, Paul sale acompañado por excelentes músicos. Rusty Anderson en el requinto, con la responsabilidad de no defraudar a George Harrison y al mismo tiempo respetar a los guitarristas de Wings; Brian May toca la guitarra rítmica, Abraham Laboriel Jr. (hijo del inmortal bajista de rock mexicano y colaborador en sesiones de incontables artistas) está en la batería y Paul Wickens se lleva una carga pesada. Además de tocar teclado, “Wicks” ejecuta el acordeón para “We Can Work It Out”, la armónica en “All Together Now”, teclado y kazoo durante “Lovely Rita” y los cuatro músicos participan como coristas. Paul es garantía de buen espectáculo. Gran parte del programa es predecible, en algunos temas no varían de lo que ya se ha visto en presentaciones anteriores, videos y transmisiones. Fuera del material discográfico más reciente, uno de sus mejores en los últimos diez o veinte años, no hay novedad. No es necesaria, la gente quiere revivir el pasado, cantar lo que únicamente pudieron ver en grabaciones viejas. Más de medio siglo de trayectoria da material de sobra sin necesidad de rebuscar mucho. Conocido más como bajista, el zurdo también toca piano, guitarra eléctrica y guitarra acústica. La nostalgia y el cariño del público crece en los tributos a Lennon y Harrison. Explica cómo le dedicó “Here Today” a John, rinde homenaje a George con “Something” en versión ukulele antes de hacer la transición a la instrumentación habitual. Hasta Jimi Hendrix es reconocido con un fragmento de “Foxy Lady”. En un concierto que capta desde el comienzo las charlas, anécdotas y bromas, dan lugar a un ritmo lento, de transportación al pasado. Viene de menos a más con canciones del disco “New”, clásicas alegres de los Beatles, y llega a su punto culminante con favoritas de todos los tiempos con arreglos ajustados a canciones que no fueron compuestas para ser tocadas en vivo, como “Eleanor Rigby”, el tema circense “Being for the Benefit of Mr. Kite!”, regresa al material propio y culmina en explosiones en remembranza a James Bond. Lo que a simple vista es un escenario modesto y techado, está conformado por cuatro pantallas laterales, una de fondo, un escenario hidráulico que es también pantalla, para canciones en las que Paul toca sin compañía. Una gran cantidad de diodos emisores de luz (conocidos comúnmente como “led”) adornan el escenario. En el Parque Petco están acostumbrados a fuego y cohetes después de cada jonrón y triunfo de los Padres, hay mecheros en el ojo del bateador y durante la temporada se llevan a cabo varios espectáculos de fuegos artificiales después de ciertos partidos. La pirotecnia de McCartney es equiparable, si es que no superior gracias a la música, los bancos de luces y la forma predeciblemente inesperada que sorprende a los espectadores. Qué esperar en San Diego “Out There” ha tenido casi puros escenarios grandes. Si se compara con estadios grandes como Dodger Stadium, Candlestick Park y Fenway Park, la presentación en San Diego será más íntima, en un inmueble de dimensiones menos monstruosas. Además de los lugares sobre el césped de los jardines, la terraza debe ser el mejor lugar para disfrutar el espectáculo. La parte baja también tiene buena vista y no debe ser tan problemática la zona techada en las últimas filas del nivel campo. Atrás del plato estorbará la malla, pero al menos está de frente y no obliga a observar las pantallas laterales por una vista obstruida del escenario. El nivel de vista panorámica sí está muy alejado de la acción hasta para el Beisbol, pero al menos tendrá una vista completa del espectáculo de luces y pirotecnia en las canciones de costumbre (“Live and Let Die” y el final del concierto). El estacionamiento es un gran problema en esa zona de la ciudad. Quienes fueron a Comic Con lo sufrieron de primera mano y las estructuras de estacionamiento resultan costosas. El trolley es una buena opción, sin embargo, habrá partido de Chargers el mismo día. El futbol americano termina alrededor de las 4:30 pm, alcanza a coincidir la afición del equipo del rayo con quienes planean llegar temprano al parque de pelota. Más vale extremar precauciones para evitar contratiempos, sobre todo por las obras de construcción a lo largo de la línea azul. El Petco solía ser un escenario para conciertos después de partidos de Beisbol, con artistas como Dierks Bentley, Lucybell, Grupo Montez de Durango y Disco Pimps. Tuvo sus mayores noches como recinto de conciertos con las visitas de Madonna en 2008, The Rolling Stones en 2005 y Skrillex en 2011. McCartney no toca en San Diego desde 1976, cuando se presentó en la arena deportiva. Los Beatles solo tocaron una vez, el 28 de agosto de 1965 en el Estadio Balboa. Esta podría ser para muchos la única, para otra, la última oportunidad de verlo tan cerca. A propósito de agosto El octavo mes ha sido recurrente en California respecto al cuarteto de Liverpool, y ahora con uno de los dos sobrevivientes. Los Beatles aparecieron por primera vez en Los Ángeles el 23 de agosto de 1964, regresaron 29 y 30 de agosto de 1965, las tres fechas en el Hollywood Bowl. Cuando les quedó chico el escenario, volvieron el próximo año al estadio de Beisbol en el mismo mes. En medio de un aguacero y el riesgo de electrocución, los Beatles tocaron por última vez en San Francisco el 29 de agosto de 1966. Gira intensiva Después de tocar en la casa de los Dodgers, Sir Paul se presentó el martes 12 en Phoenix, Arizona, dos días después reapareció en Candlestick Park de San Francisco, donde los Beatles ofrecieron su último concierto (omitiendo el del techo de los estudios Abbey Road) en 1966. El concierto de McCartney fue el último evento en Candlestick antes de su demolición. San Diego es el único destino para septiembre. El 1 de octubre aparecerá en San Antonio, Texas, el 2 en Lubbock, dentro del mismo estado, luego hará una serie de presentaciones pospuestas por enfermedad en junio. Comienza el 11 de octubre en Nueva Orleans, Dallas el 16 de octubre, luego Atlanta, Nashville, Jacksonville y Louisville en un lapso de trece días. El próximo mes, Paul McCartney dará a conocer formalmente la música para el videojuego “Destiny”. Lo que escuchó Los Ángeles “Eight Days a Week” “Save Us” “All my Loving” “Listen to what the Man Said” “Let Me Roll It” “Foxy Lady” “Paperback Writer” “My Valentine” “Nineteen Hundred and Eighty Five” “The Long and Winding Road” “Maybe I’m Amazed” “I’ve Just Seen a Face” “We Can Work It Out” “Another Day” “And I Love Her” “Blackbird” “Here Today” “New” “Queenie Eye” “Lady Madonna” “All Together Now” “Lovely Rita” “Everybody Out There” “Eleanor Rigby” “Being For the Benefit of Mr. Kite!” “Something” “Ob-la-di, Ob-la-da” “Band on the Run” “Back in the USSR” “Let It Be” “Live and Let Die” “Hey Jude” “Day Tripper” “Hi, Hi, Hi” “I Saw Her Standing There” “Yesterday” “Helter Skelter” “Golden Slumbers/Carry that Weight/The End” (Carlos Aguirre Barajas/ZETA)