Van tres negros por el desierto y se encuentran una lámpara, la frotan y de ésta sale un genio, quien les dice: — Ustedes son tres y solamente puedo conceder tres deseos, así que será un deseo para cada uno… ¡y nada más! Los negros se ponen en fila. El primero pide: “Yo quiero ser blanco”. El genio chasca los dedos y lo hace blanco. Tras ello, el último de la fila comienza a reírse. El segundo negro solicita: “Yo quiero ser blanco también”. Lo convierte en blanco. El último de la fila se cae de la risa y, extrañado, el genio le pregunta: — ¿Y tu deseo? “¡Conviértelos en negros otra vez!”. Autor: Un hojaldre.