Lágrimas, cámaras y banquete, recaudan fondos para liberar a Marine

Con luces tenues en su dirección y un pañuelo en las manos, Jill Tahmmoressi subió al escenario de la taberna Belly Up de Solana Beach, California. “Siempre hemos intentando encontrar los aspectos positivos de esta turbulenta travesía”, dijo entre sollozos, la madre de Andrew Tahmooressi, ex Marine encarcelado en la penitenciaria de “El Hongo” en Tecate por cruzar a Tijuana con tres armas abastecidas y 457 cartuchos, la noche del 31 de marzo. La asociación civil “Serving California”, a cargo de Phil Dunn, organizó la conferencia de prensa y presentación de la campaña de recaudación de fondos para pagar “los gastos legales” del proceso judicial que enfrenta el veterano de guerra por los delitos de portación de armas de uso exclusivo del Ejército, portación de arma de fuego sin licencia y posesión de cartuchos. Mediante mensajes de texto con la frase “FREEANDREW” (liberen a Andrew) al 313131, cheques, dinero en efectivo, donaciones en el sitiowww.AndrewFreedomFund.com y hasta aportaciones económicas en el momento a través de iPads, la asociación cristiana solicitó la ayuda de la comunidad estadounidense para la familia del joven de 25 años. Pese a que su abogado, Fernando Benítez aceptó el caso “pro bono” y no se le pagará si su defensa no resulta exitosa, Jill Tahmooressi pidió el apoyo de la comunidad para evitar que los ahorros de su hijo se agoten en la inversión necesaria para recaudar pruebas para su liberación y otros gastos generados por el juicio. Phil Dunn, asesor legal de la familia, calculó que los costos legales serán superiores a 10 mil dólares, pero negó compartir la cifra hasta ahora recaudada ni cuál es el límite de recaudación para que concluya la campaña. De hecho, la conferencia de prensa terminó inmediatamente después de estas preguntas. Ante prensa norteamericana, el abogado Fernando Benítez explicó los aspectos generales del caso, así como de la audiencia realizada el 4 de agosto de 2014, en la cual declararon los dos agentes aduanales que realizaron la inspección del vehículo del ex Marine cuando cruzó la garita de El Chaparral y también los dos soldados que identificaron y desabastecieron el rifle M6, la escopeta calibre 12 y la pistola calibre .44 encontrados dentro de la camioneta que conducía Tahmooressi. Además de asegurar la probabilidad de ganar ese caso “como cualquier otro”, dijo Benítez;  el legista  llamó “arrogantes” a los agentes aduanales, los acusó de haber violado los derechos humanos de Tahmooressi, a quien se le permitió realizar llamadas por celular desde los patios fiscales y se le presentó ante un médico para que certificara su estado de salud antes de ser remitido a la Procuraduría General de la República (PGR).