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martes, octubre 1, 2024
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El RP de la mafia

Servando Gómez “La Tuta”, identificado como criminal por el Gobierno de la República, cabecilla de Los Caballeros Templarios y ajonjolí de todos los moles, ha hecho de las relaciones públicas del narcotráfico, un espectáculo nacional. Guardadas todas las proporciones y la respectiva idiosincrasia, solo ha habido un narcotraficante con tal exposición mediática: Pablo Escobar en Colombia, quien concedió entrevistas, dejó mucho material grabado, fue diputado, construyó un zoológico y erigió una cárcel a modo, en medio de la más terrible ola de violencia, terrorismo e inseguridad que un país latinoamericano haya tenido que sufrir. Sin tanta notoriedad y con menos recursos, pero iguales hábitos sanguinarios, estelas de corrupción, ajusticiamientos, extorsiones y tráfico, “La Tuta” ha hecho de Michoacán su tierra de terror. Lo mismo se enfrenta a otros narcotraficantes que a ciudadanos de bien, huye con asombrosa capacidad de las autoridades… bueno, Alfredo Castillo, el comisionado federal para la seguridad en Michoacán, ha estado ahí durante meses, lo ha tenido en sus narices, le ha visto dar entrevistas, hacer mítines y entrevistarse con medio mundo y un tanto, y no lo ha detenido. Servando Gómez, profesor de vocación, normalista, según su dicho, e incluso encaminador de adictos, según su dicho, es uno de los narcotraficantes más buscados de México, y uno de los más vistos. Por ejemplo, en los trece años que Joaquín “El Chapo” Guzmán estuvo prófugo de la justicia, luego que escapó del penal de Puente Grande, Jalisco, poco se supo de su condición física, sus actitudes y sus acciones. Se sabe, porque de otra manera no habría podido huir por tanto tiempo, que estableció redes de corrupción para protegerse, que fue beneficiario del Estado mexicano y que fue amparado por corporaciones en su huida. Muchos imaginaban cómo se encontraría físicamente, y otros lo veían en algún puerto o pueblo mexicanos, pero nadie lo sabía de cierto. Por eso cuando fue aprehendido, y exhibido ante los medios de comunicación, la mayoría de los interesados se sorprendieron de su apariencia. Por otro lado, “La Tuta” es tan público, que hace quedar en ridículo al gobierno mexicano. Periodistas lo pueden localizar, y él puede comunicarse a estaciones de radio y conceder entrevistas. Diputados federales y locales se reúnen con él en oscuros locales, mientras son videograbados; el hombre, señalado de ser uno de los más sanguinarios de los Templarios, y antes parte medular de la estructura criminal de la Familia Michoacana, ha imperado en violencia frente a otros criminales violentos como Los Zetas y el Cártel de Sinaloa, pero se da el gusto de sentarse con quien le dé la gana. Cuando se reunió con el ex gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna, y también lo filmó mientras platicaban, “La Tuta” logró que éste fuera detenido por la PGR, arraigado y ahora investigado mientras está preso por protección de criminales, entre otros asuntos. Y bueno, a pesar que es una constante, un cuatro ya muy jugado, la gente sigue cayendo. El último fue el hijo del ex gobernador Fausto Vallejo, quien por cierto, había insistido no tener relación con narcotraficantes. A inicio de semana se dio a conocer el video donde el vástago, Rodrigo Vallejo (tiene apodo, le dicen “El Gerber”), platica campechanamente con “La Tuta”, en un lenguaje coloquial y con harta camaradería, se pasan información el uno al otro. El narcotraficante le dice de los políticos que le han hecho daño, se refiere a los perredistas Jesús Zambrano y Silvano Aureoles como sus enemigos, y a la panista Luisa María Calderón como quien le perjudicó. Por supuesto, bueno, es evidente por la videograbación y el tenor de la charla entre hijo de gobernador y narcotraficante, que con los representantes del PRI no tiene problema alguno. El chamaco Vallejo le explica cómo funciona el gobierno de su padre, quiénes son los que mandan y los que llevan las riendas de la administración pública. Intentan, narcotraficante e hijo de político, alertarse el uno al otro, se dejan tareas para cumplir en un pacto verbal videograbado. “La Tuta” se siente beneficiado de las administraciones priistas, y reniega de la oposición en Michoacán, no lo ha podido detener Alfredo Castillo, y ha hecho de las relaciones públicas una tarea suya. Es el RP (Relaciones Públicas) de la mafia, y le ha funcionado. Y a pesar que Vallejo hijo dice que acudió a esa reunión a beber cerveza y a contar intimidades de gobierno, se vio más como un emisario de la administración pública. Pero ese, es un caso que debe investigar y consignar el Gobierno Federal priista de Enrique Peña Nieto a través de su Procuraduría, de lo contrario, parecerá que en efecto, lo que se percibe en el video, así es: mucha camaradería entre narcos y políticos tricolores.

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