I Eran tiempos del machismo, a la pareja la humillaban, el hombre con gran cinismo y la mujer no votaba. En mi mente no hay registro porque era un bebé de brazos, me lo platicó un maestro y después me dio un abrazo. Yo no conocí a mi padre y fuimos dos hermanitos, me lo contaba mi madre que nos registró bebitos. De El Limón, Jal., a Tijuana en camión de pasajeros la acompañaba mi tía Ana porque no quería ni verlo. Nos narró que la golpeaba: ¡no hay visitas con tus padres!, y que mucho la celaba, la amenazaba con cable. Un día la golpeó tan fuerte y la estaba estrangulando, hasta le tumbó los dientes, luego se estaba burlando. ¡Cuidado y que lo platiques!, te voy a estar vigilando y tampoco me critiques porque te estaré esperando. II Cuando había pasado el tiempo y sanado las heridas le dijo: sabes qué pienso: que con tu hermano te miras. Enojada reclamaba, él con su machete en mano mientras a mí me abrazaba asustado mi otro hermano.