Las Vegas, Nevada. Cuando Jimmy Lennon anunció una decisión dividida y la primera tarjeta era a favor de Erislandy Lara, no había duda de que la decisión iba a favorecer a Saúl “Canelo” Álvarez. La arena eruptó de júbilo por el triunfo del ídolo. El más contento del fallo fue Oscar De la Hoya. Por un lado, el público mexicano no deja de dividirse en torno a lo que se les presenta como figuras. Unos adoran a la figura televisiva sin preguntarse nada. Para ellos, el cubano Lara solo salió a correr y trató de evitar el nocaut a manos del jalisciense. En cambio, los detractores, ansiosos de verlo noqueado, lo consideran un peleador inflado, como todos los demás boxeadores de aluminio vendidos a precio de oro. Si alguien sabe de oro, es De la Hoya, el mandamás de promociones Golden Boy, acostumbrado a sobrevaluar peleadores para vender transmisiones a 60 dólares por casa. “Pudimos celebrar el Boxeo a nivel internacional. Fue una semana muy emotiva, 14 mil 239 (espectadores en la Arena del MGM Grand) muestra el poder estelar de Saúl ‘Canelo’ Álvarez, demuestra que la gente lo quiere ver”, manifestó De la Hoya con cierto alivio, pues no quería a Lara como rival del “Canelo”. 
Para los “puritanos” del Boxeo, Lara ganó 115-113, mismo puntaje a favor del caribeño en una de las tarjetas. “Oscar está consciente de lo que pasó, él fue boxeador, sabe que me robaron la pelea. Tiro golpes al cuerpo, pero en ningún momento me afectó. Nada, solo hubo una herida que quién sabe cómo fue”, argumentó el de Guantánamo. El cubano, apodado “The American Dream”, hizo ver mal al “Canelo” en los primeros tres asaltos. Álvarez abanicó tres cuartas partes de sus intentos hacia el cuerpo de Lara. A diferencia de sus peleas anteriores, el pelirrojo no se quedó sin aire. Mostró la suficiente resistencia física para perseguir a su contrincante por todo el cuadrilátero. En el último round hasta salió a noquear. “Ya vieron, yo salí a pelear. Sabíamos que iba a ser así la pelea, no sabíamos que iba a ser un maratón tan largo”, comentó el “Canelo”, ahora cada vez más dispuesto a entrar en personaje con declaraciones, y no solo dar palabras pasivas. Para generar interés y ponerle sabor a los pleitos, no hay nada como un buen duelo de palabras. “Quería dar una mejor pelea a la gente. Dicen que hasta para hacer el amor se ocupan dos, también para pelear, y esta noche no tenía a un peleador ahí”, bromeó el jalisciense. “Con la presión que estaba haciendo, con los golpes que conecté abajo, él solamente corría, conectaba un jab o una izquierda y ni la conectaba bien, yo sabía que estaba ganando los rounds”, complementó. En cambio, Erislandy seguía indignado por la decisión y supuso llevarse el triunfo con el arte de pegar sin ser golpeado. “Hice todo el trabajo de la escuela cubana. Tú sabes cómo es este negocio, es Golden Boy”, se quejó.</p> Álvarez, que aceptó el reto de Lara para no parecer un esquivador de peleas duras, respondió: “Yo peleo con quien sea, se mueva o no se mueva. Quise darles esta pelea que decían que no iba a tomar. Dijo que me iba a llevar a la escuela, yo creo que nadie quiere ir a esa escuela”, se burló. No deja de dar mal sabor de boca la diferencia en la tarjeta de Levi Martínez de 117-111. Aunque se ve aparatosa la diferencia, en realidad solo son dos rounds más a favor del mexicano que una tarjeta de 115-113. La apreciación de la agresividad probablemente fue el factor determinante, por encima del contragolpeo efectivo. “Las combinaciones más fuertes las tiré yo”, señaló el jalisciense, convencido de haber ganado claramente, “yo sabía que había ganado la pelea, conecté las mejores combinaciones. Hice mi pelea, presioné”, agregó. Floyd Mayweather, peleador defensivo, no recibió mucho golpeo por parte de Álvarez el año pasado y sí se convirtió en el agresor. Lara nunca puso en aprietos al “Canelo”, no construyó ataque a partir de combinaciones 1-2 efectivas, al parecer se guardó muchos golpes. “Nunca vas a sentir un golpe fuerte con un peleador que te está tirando, y al mismo tiempo se está saliendo de la pelea. Mis golpes lo lastimaron, por eso corría más todavía”, explicó Saúl. Aun así, la estadística de Compubox indicó 107 conectados por Lara y solo 97 por Álvarez. “Bien saben que esas cifras no son exactas”, justificó Oscar De la Hoya, quien siempre ha vivido de los números, “yo corrí durante tres rounds contra Félix Trinidad y aparentemente perdí la pelea. Si corres durante toda la pelea, no puedes ganar”, argumentó. “Hice mi trabajo perfecto, fue una tremenda pena lo que me hicieron. Ese juez (Levi Martínez) estaba comprado. Espero que se dé la revancha”, apuntó Lara, quien sufrió apenas su segunda derrota, ambas por decisiones discutibles. “Por lo menos Paul Williams hizo más”, dijo en referencia a su polémico revés anterior. “Nadie quiere una revancha. Además, hay otros diez esperando turno, tiene que ir al final de la fila”, abogó De la Hoya. Ahora Álvarez está en el mejor lugar posible, en control de sus siguientes rivales y arropado por los estadounidenses, maravillados por un pugilista que gana a duras penas, a pesar de haber albergado las peleas de los mejores boxeadores de la historia. “Canelo” es casi tan aplaudido en Las Vegas como el himno nacional estadounidense. Afición y prensa ve el físico, el récord de 44 victorias, una derrota y un empate con 31 nocauts y cree lo que ve. Consideran al “Canelo” un fajador implacable, casi invencible. Ni fajador ni boxeador, solamente un púgil que ha sabido aprovechar la oportunidad estelar a sus 24 años recién cumplidos. Lo único innegable, es el golpeo al cuerpo. Mayweather ya lo había comentado en septiembre de 2013. Falta afinar el ataque al hígado y convertirlo en un arma para terminar peleas. Un golpe tradicional del Boxeo mexicano. Se habla de Miguel Cotto como próximo rival. Es posible considerando la reconciliación con Bob Arum, presidente de Top Rank, la promotora de la competencia. Además, Cotto pelea en peso medio, mientras Álvarez ha peleado dos veces por encima del límite de 154 libras. James Kirkland, un peleador ya tocado, es otro nombre que suena. Lo que no es posible, es un enfrentamiento con Gennady “GGG” Golovkin. Aunque lo mismo se decía de un pleito ante Lara. Al final, por encima del deseo del “Golden Boy”, es “Canelo” quien decide y tiene el respaldo del público para reafirmar cualquier decisión como la correcta. Aunque no la sea. “El Canelo” Álvarez pide protección Recién desempacó sus maletas procedente de Las Vegas y el boxeador Saúl “El Canelo” Álvarez promovió un juicio de amparo en los tribunales federales de Guadalajara en contra de cualquier acción que pretenda privarlo de la libertad. Sorteada en el sistema aleatorio de la oficialía de partes común, la demanda de garantías presentada por los representantes legales del pugilista fue turnada al Juzgado Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal donde se radicó el juicio bajo el número 1025/2014. El escrito firmado por Santos Saúl Álvarez Barragán no refiere los hechos por los que tiene temor fundado de ser detenido sólo señala como autoridad responsable al fiscal general del estado de Jalisco, entre otras y como acto reclamado una “ilegal orden de aprehensión”. La demanda de amparo fue presentada el pasado lunes 14 de julio y admitida un día después. El juzgador de garantías concedió la suspensión provisional del acto reclamado al quejoso a cambio de que deposite una garantía de 10 mil pesos y fijó como plazo para desahogar la audiencia constitucional el próximo 31 de julio, fecha en la que podría resolverse el fondo del amparo. Anteriormente “El Canelo” Álvarez se vio involucrado en líos judiciales por un incidente con el también boxeador Ulises “El Archie” Solís, quien lo acusó de romperle la mandíbula en un encuentro que tuvieron en la barranca de Guadalajara en octubre de 2011. Sin embargo el Juez Séptimo de lo Criminal negó librar orden de captura contra el supuesto victimario. Por el momento se desconoce si se trata del mismo asunto, pues hace unos meses “El Archie” Solís obtuvo un amparo para que se volviera a analizar la causa penal contra Álvarez Barragán.
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