El tiempo reglamentario y suplementario no produjeron anotaciones. Argentina fue más certero en la definición de los once pasos para dejar en el camino a Holanda y llegar a la final del domingo contra Alemania, la tercera vez que chocarán en finales. Desde el comienzo se auguraba un partido de acción, la norma en los partidos de Argentina. Una vez más, la opción a balón parado dejó la responsabilidad sobre Lionel Messi, el cobro fue contenido por Jasper Cillessen. Fue lo más relevante de un primer tiempo convertido en una batalla por la posesión del esférico sin movimiento en el marcador. La lluvia hizo aún más complicadas las llegadas en la parte complementaria. El grueso del partido se jugó en la mitad de la cancha. El único lugar seguro para retener el balón era el área propia. Al minuto noventa, Arjen Robben ganó la espalda a la defensa argentina, dejó atrás a dos mientras entró al área, Javier Mascherano se barrió para impedir el tiro holandés. Tanto argentinos como neerlandeses jugaban su segundo partido consecutivo sin goles en tiempo reglamentario para obligar el alargue. Cuando por fin hubo un tiro a meta de los anaranjados, Sergio Romero se quedó con el balón tras el intento de Robben al minuto 98. En una intervención cada vez más escasa de Messi, el centro fue rechazado. Un segundo servicio no encontró rematador, la defensa rechazó hasta el entre tiempo del suplemento. La jugada futbolística más notable hasta el momento era el gambeteo del guardameta Cillessen en su área para quitarse al rival antes de reventar. Luego el reventado fue Pablo Zabaleta. Un codazo de Dirk Kuyt en pleno salto, provocó hemorragia interna en la boca y quizá daño en la dentadura del argentino. Rodrigo Palacio estuvo a punto de meter a Argentina a la final, le quedó adelantado el balón y solo pudo rematar de cabeza frente a la puerta, pero Cillessen se quedó con la bola a dos manos. Messi condujo por derecha y mandó centro en diagonal, donde Maxi Rodríguez le pegó mal, fácil para Cillessen. Seguían sin goles después de 120 minutos. Holanda venía fresco de avanzar por la vía de los penales. En 1994, los Países Bajos sufrieron la eliminación desde los once pasos en la semifinal. Argentina nunca había perdido en el desempate desde el manchón penal en Mundiales. Sergio Romero atajó dos de los primeros tres tiros holandeses y sus compañeros anotaron todos sus cobros para avanzar a la final. Maxi Rodríguez metió el decisivo, pasó entre las manos de Cillessen. Vlaar: atajado Messi: gol Robben: gol Garay: gol Sneijder: atajado Agüero: gol Kuyt: gol Rodríguez: gol