(ZETA/SinEmbargo).– El Senado de la República aprobó en lo general y lo particular el primer dictamen de la Reforma Energética del Presidente Enrique Peña Nieto, con 91 votos a favor y 26 votos en contra. La mayoría de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologista de México (PVEM) acordaron mantener sin cambios en la Ley de Hidrocarburos, el uso de la técnica de fractura hidráulica o fracking, para extraer shale gas del subsuelo. Asimismo, avalaron mantener intacto en el primer dictamen de la legislación secundaria de la Reforma Energética el uso de los términos “ocupación temporal” y “servidumbre legal” en lugar de hablar de “expropiación”, para los casos en que las empresas trasnacionales requieran extraer hidrocarburos en el subsuelo de ejidos, propiedades indígenas o reservas ecológicas. La aplanadora del partido en el Gobierno y sus aliados en la Reforma Energética decidieron no aceptar ninguno de los cambios propuestos por el PRD a los dictámenes, a pesar de que éste partido junto con el PT, tenían casi 800 reservas, tan solo en la Ley de Hidrocarburos. Aunque al final, aprobaron un “regalo a las grandes empresas mineras”, como fue calificado por la izquierda, mediante una reserva presentada de último minuto, que favorece a los concesionarios de esta actividad. En cambio, poco antes de cumplirse las 14 horas de debate, es decir, 15 minutos antes de la una de la madrugada de este sábado, se presentó una serie de reservas a nombre de las comisiones unidas de Energía y Estudios Legislativos Primera, mismos que fueron inmediatamente aceptados para su trámite legislativo. Esto movió a la sospecha de los perredistas quienes advirtieron que se trataba de un albazo.