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lunes, septiembre 30, 2024
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Valencia-Bustamante: priistas ventilan sus transas

Los priistas se pelearon, y ventilaron sus transas. Fue el caso de Carlos Bustamante Anchondo, ex alcalde de Tijuana, contra Eligio Valencia Roque, líder de la CTM y ex Regidor, o viceversa. El primero en abrir fuego, a propósito de las notas críticas hacia su administración, publicadas en el periódico El Mexicano, propiedad de Valencia Roque e hijos, fue Carlos Bustamante. Acusó al de la CTM de haberlo extorsionado y emprender una campaña de desprestigio en su contra, porque no cedió al interés de Valencia, para recibir un terreno de la ciudad de Tijuana en donación, como lo había pactado –siendo Regidor– los últimos días de la administración de Jorge Ramos. El equipo de Valencia, priista derrotado en la campaña del 2012 cuando aspiraba a la Senaduría de la República, contraatacó: información publicada esta semana en su diario, señalaba cómo Carlos Bustamante –también en los últimos días de su administración como Alcalde– concedió a través de áreas bajo su control en el Ayuntamiento de Tijuana, permisos para la operación de un casino en la Plaza Agua Caliente, en las Torres, edificios de su propiedad. Ambos hechos, ciertos y documentados, pusieron en evidencia el actuar de los priistas a costa de las administraciones municipales en las que participaron, para aprovecharse de los recursos y servicios públicos. Eligio Valencia fue Regidor en el XVIII Ayuntamiento de Tijuana cuando pretendió la donación de un terreno con costo arriba de los 7 millones de pesos, mientras Carlos Bustamante fue alcalde en el XX Ayuntamiento de Tijuana, cuando sus subalternos firmaron permisos, anuencias y dictámenes de factibilidad para un negocio de su propiedad, o al menos de su deseo, un casino. Ambos priistas cometieron el abuso de poder en los últimos días de las respectivas administraciones a las que sirvieron. Evidenciando no solo la conducta irregular de cada uno de ellos, sino confirmando las irregularidades y abusos en los gobiernos de su partido el PRI. En el pleito Bustamante-Valencia, donde han aireado las situaciones en que se aprovecharon del poder al que llegaron por elección popular para bien administrar, hay otros dos personajes de relevancia: Jorge Astiazarán Orcí y Jorge Hank Rhon. El primero y titular del XXI Ayuntamiento de Tijuana, tiene bajo su facultad, y la ejercerá, para someter a revisión los casos del terreno transado a la ciudad por parte de Eligio Valencia Roque con la ayuda de Jorge Ramos, en noviembre de 2010; y el de los permisos entregados durante el mandato de Carlos Bustamante para su empresa Plaza Agua Caliente. En ambos casos, sentenció el Secretario del Ayuntamiento, Bernardo Padilla: “No se entregará el terreno, ni se permitirá la apertura de un nuevo casino en las Torres”. En los dos hechos, dijo, se abrirán investigaciones que impedirán que la ciudad sea despojada de un predio de más de 7 millones de pesos, o que se contabilice un nuevo casino. Tratándose de Jorge Hank Rhon, funcionarios de la actual administración municipal, suponen que desde el Grupo Caliente, alguna persona solicitó vía transparencia, todo lo referente a la intención de Bustamante de abrir un casino en Las Torres. La solicitud de información se hizo en marzo de este año, a nombre de “Javier Lamas”, y ante la cantidad de documentos que integran el expediente, éste pagó 26 mil pesos al Ayuntamiento de Tijuana por las copias que documentan la actividad de los representantes de Carlos Bustamante para la operación de un casino en su inmueble. La copia del expediente, entregada en abril de 2014, llegó a El Mexicano los últimos días de mayo, para su publicación. Estiman, tanto en el Ayuntamiento como en la política, que aprovecharon la guerra pública entre Valencia y Bustamante, para lograr la publicación de las transas del ex alcalde. El caso Eligio y la transa del terreno El 25 de noviembre de 2010, faltando escasos cuatro días para que el trienio de Jorge Ramos Hernández llegara a su fin, éste pactó con el entonces Regidor del PRI, Eligio Valencia Roque, la dación en pago de un terreno de 8, 390.605 metros cuadrados, por lo que se solicitó: “desincorporación del dominio público al privado del Ayuntamiento, de dicho bien a efecto de que sea susceptible de darse en dación en pago a la empresa EDITORIAL KINO S.A. DE C.V. y con ello cumplir con la contraprestación de pago por parte de este Ayuntamiento de los servicios proporcionados por la empresa antes citada…”. En ZETA se publicó, en enero del 2011: “La transa fue avalada por el Cabildo de Tijuana –del cual era regidor Eligio Valencia– el 29 de noviembre…a todas luces una irregular transacción, en ningún momento se justificó el pago de casi ocho millones de pesos por supuestos servicios de impresión y distribución, que en caso de haberse concretado, habrían costado más de medio millón de pesos”. Ramos justificó la contratación, la deuda y el pago con el terreno, así: “La necesidad de dar a conocer a la comunidad los programas llevados a cabo por el ayuntamiento así como el informe de gobierno municipal”. Pero el informe de Ramos había sido el 26 de noviembre, fecha de la firma del convenio y cuando los tiempos para la promoción habían caducado. La transa no la concretó Ramos. A la salida de su alcaldía, correspondería al nuevo Presidente Municipal, Carlos Bustamante Anchondo, finiquitar el convenio con la dación del terreno. Alcides Beltrones, entonces Secretario del Ayuntamiento, explicaría a ZETA, que habían encontrado un daño al Ayuntamiento con la transacción Valencia-Ramos, y que, de ninguna manera, afectarían a la ciudad, dándole el terreno con valor de 7 millones 887 mil 225 pesos. Así sucedió. En tres años de administración bustamantista, el terreno no fue concedido a Editorial Kino, empresa de hecho que está por cerrar dado que ésta fue la última semana que los trabajadores de El Mexicano recibieron cheques de esa razón social, la siguiente semana, será por parte de Tenedora Ecoli, la compañía de los hijos de Valencia Roque. Durante los tres años de Carlos Bustamante, en ZETA y algunos otros pocos medios, se dio cuenta de las irregularidades y abusos cometidos por funcionarios de esa administración, incluidos familiares del ahora ex alcalde. El Mexicano, se sabe, guardó silencio ante las tropelías con “la esperanza” de que un buen trato le asegurara la entrega del terreno. Cuando Bustamante abandonó la administración, inició el golpeteo contra éste en el diario de Valencia Roque. Hasta que el ex alcalde dijo que lo habían extorsionado con una campaña de desprestigio porque no finiquitó la transa del terreno. El caso Bustamante y la transa del casino Como la máxima autoridad del XX Ayuntamiento de Tijuana, Carlos Bustamante se favoreció de permisos para la instalación de bares, centros de entretenimiento y un casino, en la Plaza Agua Caliente en Las Torres de Tijuana. Aunque en los últimos días, representantes de Carlos Bustamante –casualmente Obed Silva, quien fue por default su último Secretario del Ayuntamiento– mostraron un “Dictamen de factibilidad de uso de suelo” entregado en el XVIII Ayuntamiento que encabezó Jorge Hank Rhon y firmado por quien también fuera colaborador de Bustamante, David Navarro Herrera, el documento lleva una nota: “En ningún momento, el presente dictamen de uso de suelo, significa una licencia de construcción y/o permiso de operación”. Efectivamente, Carlos Bustamante no tiene ni lo uno ni lo otro para echar a andar la edificación de un casino dentro de su edificio. Bernardo Padilla, refirió que solicitaron y no encontraron que se le haya otorgado una licencia de construcción, y que hasta donde han investigado, la Secretaría de Gobernación no ha entregado un permiso de operación. Pero lo que sí se auto otorgó Carlos Bustamante, fueron otros documentos para la activación del proyecto. Por ejemplo. El 8 de noviembre de 2013, a escasos 25 días de abandonar su administración, de la razón social Plaza Agua Caliente S.A. de C.V. (book –con letra de molde escribieron antes “race”), con giro de la empresa, “café cantante con venta de alcoholes”, solicitaron la certificación de Bomberos de Tijuana para prestar el servicio. Cuatro días después, el 12 de noviembre de 2013, la Dirección de Bomberos Tijuana que administraba Carlos Bustamante, entregó la certificación requerida como requisito para la operación del negocio –no permiso–. El mismo 8 de noviembre, la empresa de Bustamante solicitó al Ayuntamiento que él presidía, otra certificación, ésta para: “Plaza Agua Caliente S.A. de C.V. (Grand Salón –pero estas palabras aparecen tachadas y en letra molde se anota: Bikini Bar”), el giro de la empresa, Bar Turístico. De igual manera, el 12 de noviembre, le fue concedida a Bustamante su certificación. El 21 de noviembre del mismo 2013, a menos de 15 días de abandonar el gobierno, Bustamante solicitó al Ayuntamiento que encabezaba, la “Solicitud de Operatividad Mercantil”, bajo los siguientes datos: Propietario del predio: Plaza Agua Caliente S.A. de C.V. Solicitante: Adrián Bustamante González; Actividad solicitada: Equipamiento recreativo para centro recreativo (libro foráneo). Y, expedito para los de casa, el 28 de noviembre, a menos de cuatro días de abandonar la administración, el gobierno de Carlos Bustamante concedió a Plaza Agua Caliente S.A. de C.V. la licencia de “Operación autorizada” para el centro recreativo (libro foráneo). El objetivo de Carlos Bustamante de echar a andar un casino, libro foráneo y bikini bar, inició pues en la administración de Jorge Hank Rhon y concluyó los trámites en su administración. Juegos y Sorteos de Jalisco, sin permiso en BC En documentos también exhibidos en el diario El Mexicano y en propiedad de ZETA, se da cuenta que, como Bustamante no cuenta con permiso de la Secretaría de Gobernación, Unidad de Gobierno, Dirección General de Juegos y Sorteos para “la instalación, apertura y operación salas de sorteos de números”, o libros foráneos, entonces hubo de conseguir un socio que sí los poseyera. Así se alió con Rodrigo David Galván Graf, representante legal y accionista junto a Germán Daniel Michel y Jorge Jiménez González, de Juegos y Sorteos de Jalisco S.A. de C.V., quienes de acuerdo al permiso que aparece en la Dirección de Juegos y Sorteos, poseen concesión para la instalación, apertura y operación de 35 salas de sorteo de números, del 29 de noviembre de 2012 y hasta el 28 de noviembre de 2037. Pero ninguno de los permisos autoriza a Juegos y Sorteos de Jalisco S.A. de C.V. a abrir una casa de juegos en Baja California. El permiso que Gobernación le concedió a finales de noviembre del 2012, es específico con la ubicación de sus anuencias: 4 en Jalisco, 2 en Nayarit, 3 en Baja California Sur, 3 en Yucatán, 3 en Quintana Roo, 2 en Guerrero, 3 en Nuevo León, 3 en el Distrito Federal, 2 en el Estado de México, 1 en Cuernavaca, 2 en Veracruz, 1 en Campeche, 1 en Tabasco, 1 en Chiapas, 1 en Oaxaca, 1 en Querétaro y 1 en Aguascalientes. En Baja California, ninguna. En estas condiciones, y dado que los permisos son intransferibles, y no podrán ser objeto de gravamen, cesión, enajenación o comercialización alguna, Bustamante en su sociedad con Graf, se debe sujetar a lo establecido en la Dirección de Juegos y Sorteos y lo detallado en el permiso de Operadora, donde no se establece el permiso para la apertura de una casa de juego en Baja California. De hecho en el estado y a partir del 2012, a propuesta del Gobernador del Estado José Guadalupe Osuna Millán y aprobación del Congreso del Estado, se estableció una moratoria para la instalación de nuevos casinos. Aparte, casino de Bustamante incumple requisitos Si bien es cierto que Plaza Agua Caliente S.A. de C.V. cuenta con un permiso de uso de suelo para operar un libro foráneo, expidió en 2006, durante el gobierno de Jorge Hank, a través del entonces director de Desarrollo Urbano, David Navarro Herrera, con las modificaciones establecidas en el Periódico Oficial el 27 de diciembre de 2010, del artículo 164 del Reglamento de Zonificación y Usos de suelo del Centro de Población de Tijuana, dicha autorización quedó sin validez. Primero, porque la reforma obliga a que la concesión de uso de suelo debe darse con la opinión técnica emitida por la Dirección de Desarrollo Urbano (DOIUM), pero avalada por el Cabildo. Segundo, en el caso de establecimientos que requieran concesión federal, como son los casinos, el solicitante podrá obtener el permiso de construcción siempre y cuando exhiba copia certificada del permiso federal vigente que al efecto hubiera otorgado la Secretaría de Gobernación. Tercero, la nueva normatividad determina que “no se permitirá la instalación de Casinos o de cualquier establecimiento en los que medien apuestas de cualquier clase, así como de los denominados como Libros Foráneos o Centros de Apuestas Remotas, Salas de Bingo y de Juego o Sorteo de Números con apuestas, en terrenos o locales menores de dos mil metros cuadrados, de cincuenta mil metros cuadrados para Galgódromos y de cien mil metros cuadrados para Hipódromos. Cuarto, el negocio de apuestas deberá estar a una distancia mínima de doscientos metros de lugares de culto público. Ninguna de estas cuatro especificaciones cumple el pretendido casino de Carlos Bustamante. Ni su licencia de uso de suelo para instalar el libro foráneo en la Plaza Agua Caliente ha pasado por la aprobación del cabildo de Tijuana, ni ha presentado licencia vigente de la SEGOB para operar un negocio de ese tipo; además el Grand Hotel se encuentra a menos de mil metros del hipódromo Caliente de Jorge Hank y a menos de doscientos metros de un centro religioso, ubicado sobre el bulevar Agua Caliente. Mega casino con bikini bar A la par que pretendía actualizar un uso de suelo comercial y de equipamiento recreativo para libro foráneo concedido en 2006, Carlos Bustamante Anchondo promovió la aprobación de factibilidades, licencias y diversos permisos municipales que le permitieran operar en la plaza comercial de su propiedad un bar. Fue en noviembre de 2013, el último mes de su gestión como alcalde de Tijuana, cuando los trámites para ambos establecimientos se dieron en forma conjunta y sobrepuesta, como si un negocio fuese el complemento del otro. De acuerdo a las especificaciones comerciales para obtener la anuencia del municipio, la capacidad de jugadores en el casino se estableció en 360 personas, mientras que el ingreso de clientes permitido en Bikini Bar se determinó en 900. El proceso para la sala de apuestas quedó inconcluso, mientras que los permisos para la instalación del antro sí logró obtenerlos todos en cuestión de días, antes de entregar las riendas del municipio a su sucesor. Pero hasta la fecha no los ha hecho válidos, aun cuando la vigencia de algunas licencias es de tan solo un año, como es el caso de la certificación de medidas de seguridad emitida por la dirección de Bomberos. Todo hace suponer que Bikini Bar, denominación que le dio a la pretendida cantina, no era más que un complemento que le permitiría incrementar el aforo en el establecimiento de juegos de azar. Así se explica por qué, hasta la fecha, el ahora ex alcalde de Tijuana no ha hecho uso de las autorizaciones de uso de suelo y licencia de construcción para instalar y operar en su hotel el citado establecimiento. Pese a que sí existen constancias documentales que permiten operar un bar en Plaza Agua Caliente S.A. de C.V., para el XXI Ayuntamiento aún no queda claro cómo fue que éstas se otorgaron, algo que también se está indagando. De acuerdo al uso de suelo determinado para la zona homogénea donde se asienta la plaza, sobre el bulevar Agua Caliente, sí se permite ese tipo de giro comercial, por lo que la autorización sí se apegó al Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población de Tijuana (PDUCPT). Por ser el bar un establecimiento que no requiere de licencia federal, obtener la anuencia de construcción no debió ser un proceso complicado. Concluido su periodo de gobierno, Bustamante dejó hasta ese paso el procedimiento para lograr edificar el casino y el negocio con venta de bebidas embriagantes y, hasta la fecha, no ha realizado gestión alguna ante el XXI Ayuntamiento que preside Jorge Astiazarán Orcí. No obstante, sus dos proyectos comerciales se encuentran bajo investigación de la Sindicatura Procuradora que dirige Arturo Ledesma Romo. Gobierno en alerta El secretario general de Gobierno, Bernardo Padilla Muñoz ya requirió a la Secretaría de gobernación información sobre la expedición de un permiso para que en el Grand Hotel opere un casino. Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología avizora cualquier indicio que dé cuenta de una posible remodelación en la Plaza Agua Caliente, “si ejecutan un trabajo de remodelación y no notifican, se les suspenderá la obra hasta que presenten la licencia de construcción, la cual no tienen”, subrayó el titular de la dependencia, Roberto Sánchez Martínez. Obtener la licencia de construcción, recordó, significaría que deben presentar un permiso para la instalación, apertura y operación de alguna sala de juegos, de la que carecen. Respecto a la instalación del bar, dijo que su apertura sí es factible, al contar con todos los permisos vigentes, pero, advirtió: “Si lo instalan y empiezan a meter máquinas de juegos, entonces se notificará al gobierno federal para que actúe”. No más casinos en Tijuana El secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Roberto Sánchez, aseguró que el actual gobierno será muy cuidadoso a la hora que se pretenda instalar de un casino o cualquier establecimiento de apuestas en la ciudad. Particularmente por las implicaciones negativas que de tipo social significa la operación de esa índole de negocios, manifestó. Por su parte, Bernabé Esquer Peraza, Síndico Social de Tijuana, demandó revocar todos los permisos concedidos para tal fin, en el caso de la plaza Agua Caliente, lugar en donde, dijo que “no procede la operación de un casino”. Tanto el Síndico Procurador, como el Social y los ediles que conforman el XXI Ayuntamiento de Tijuana, adelantaron que el casino que Carlos Bustamante pretende erigir: “Será un tema obligado en la próxima sesión de Cabildo”. Juegos y Sorteos de Jalisco gana permisos con amparo Una lucha jurídica de más de 5 años llevó a la empresa Juegos y Sorteos de Jalisco S.A. de C.V. a ganarle a la Secretaría de Gobernación los permisos de las 35 salas de sorteos de números que actualmente ostenta, aunque solo dos de ellas están en operación. La historia inició en 2007 cuando el 25 de mayo la compañía formuló la solicitud de permiso respectivo ante la Dirección General Adjunta de Juegos y Sorteos. Los establecimientos para los casinos estarían ubicados en distintos lugares de la República Mexicana. Las autoridades informaron a los particulares el 28 de septiembre de ese mismo año que, luego del análisis de la documentación entregada en diversas etapas, se llegó a la conclusión que no se cumplió con la totalidad de los requisitos y por ello no era procedente. Inconforme el representante legal de la empresa de apuestas interpuso un amparo en un juzgado de distrito en materia administrativa del Distrito Federal, quien concedió la protección meses después para que la Secretaría de Gobernación permitiera la entrega del resto de documentos que hicieren falta a los particulares. Entre otros requisitos, Juegos y Sorteos de Jalisco S.A. de C.V. tuvo que informar y documentar el proyecto para que la dependencia encargada de los permisos visualizara la magnitud y viabilidad del propósito empresarial. La Secretaría de Gobernación resolvió el procedimiento el 12 de marzo de 2009 y negó el permiso para la instalación y apertura de las salas de sorteos de números solicitado argumentando que existían “deficiencias e inconsistencias, toda vez que ni el estudio de viabilidad financiera ni la demás documentación anexa exhiben los datos mínimos necesarios que comprueben y respalden la factibilidad del proyecto presentado”. Señaló la autoridad que en lo revisado existía “una planeación deficiente y falta de recursos evidente y sin sustento que apoye alguna inversión al proyecto, ni un negocio creciente que cause derrama económica en el lugar, ni que genere las fuentes de empleo suficientes, y mucho menos que represente ingresos para la Federación”. De esa forma se negó el permiso para que los “casineros” de la compañía jalisciense instalaran, abrieran y operaran durante 25 años las mencionadas salas de sorteos de números, a saber, en los siguientes lugares: cinco en Jalisco, dos en Nayarit, tres en Baja California Sur, tres en Yucatán, tres en Quintana Roo, dos en Guerrero, tres en Nuevo León, tres en el Distrito Federal, dos en el Estado de México, una en Cuernavaca, dos en Veracruz, una en Campeche, una en Tabasco, una en Chiapas, una en Oaxaca, una en Querétaro y una en Aguascalientes. La empresa Juegos y Sorteos de Jalisco S.A. de C.V. movió una vez más a su equipo legal y sus abogados promovieron un amparo el 7 de abril de 2009 contra de la negativa de las autoridades administrativas. El asunto fue conocido por el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal, que en febrero de 2010, resolvió por una parte conceder el amparo a la compañía quejosa y por otra sobreseer el juicio. Hubo interposición de un recurso de revisión por las partes del juicio y el expediente de amparo fue turnado al Décimo Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en la capital del país. El 11 de agosto de 2010 los magistrados modificaron el fallo y concedieron el amparo para efectos de que la Secretaría de Gobernación dejara sin efectos su resolución y emitiera una nueva “en la que establezca que el proyecto presentado por la solicitante del permiso es financieramente viable”. Durante el tiempo que se desarrolló el juicio de amparo (475/2009), la empresa quejosa aportó peritajes contables y el tribunal también designó expertos para que aclararan la viabilidad del proyecto, datos y cifras establecidas en los documentos de Juegos y Sorteos S.A. de C.V. Los peritos les dieron la razón. El juez y los magistrados ordenaron a la autoridad administrativa conceder el permiso. La Secretaría de Gobernación se mostraba renuente a dar cumplimiento con lo ordenado por los órganos del Poder Judicial de la Federación y retrasaron la ejecución de la sentencia de amparo hasta el 29 de noviembre de 2012 cuando se otorgó el permiso DGJS/P-02/2012 para que operen los 35 establecimientos en la modalidad de “Centro de apuestas remotas con sala de sorteo de números”, aunque a la fecha solo se han abierto dos, uno en Jalisco y otro en Quintana Roo.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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