El comportamiento de personas de trabajo es más noble y comprensivo que un ocioso,</p> el trabajador construye un mundo nuevo y en él vive feliz porque lo siente suyo. El ociosos lo destruye todo por envidia o por sacar buen provecho de su torpeza, no le gusta ir a trabajar y vivir de su trabajo, mejor prefiere robarle a su vecino. En el mundo del saber no hay competencia, la educación para el pobre nunca llega, los recursos se pierden en los caminos antes de llegar como apoyo a los alumnos. El político no entiende a los obreros porque nunca convive con alguno de ellos, solo en campaña por los medios los procura por el voto que al poder lo lleva sin problema. Si se capacita al pobre con poder en mente cambiará el comportamiento de su gente, cuando crezca bajo un orden suficiente y con deseos de prepararse diariamente el progreso llegará a todo el continente para evitar la fuga de gran parte de su gente cuando sienta el amor por su terruño sentirá el deseo de cuidarlo él mismo. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B. C.
Si el pueblo no se prepara no hay saber ni democracia
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