El 31 de mayo de 2014 fue impuesto en Baja California, bueno, designado por el Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Nacional Campesina, Javier Cital Camacho, como dirigente local de ese sector priista. Así, sin emitir convocatoria al finalizar el periodo de Benjamín Castillo, los cenecistas de la Ciudad de México simplemente impusieron a Cital. Por ello los agremiados bajacalifornianos están inconformes. Desde todas sus corrientes internas, comisarios ejidales del Valle de Mexicali, de Tecate, Ensenada y San Quintín, se reunieron para solicitar al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la renuncia de Guillermo Aldrete Haas a la delegación federal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) en el Estado. ¿Por qué? Por dos puntos: primero, porque dicen que el manejo del mexicalense en los asuntos del campo bajacaliforniano ha sido ineficiente y oscuro. Y segundo, porque fue él quien abierta e ilícitamente, se entrometió para que Javier Cital Camacho fuera designado dirigente de la CNC Baja California. “Acordamos el rechazo unánime a la imposición de Javier Cital como dirigente estatal, y al intervencionismo en el proceso interno, del funcionario federal Aldrete Haas, en una obvia violación a sus facultades como delegado de una dependencia federal”, exclaman. Son más de 165 comisarios ejidales los que rechazan lo que llaman “prácticas anárquicas” que impiden el avance y modernización que el campo de Baja California requiere. El deseo de los cenecistas, es que se realice una elección en la Confederación, y no una imposición como la de Cital.