A finales de mayo, trascendió que el mega proyecto turístico Cabo Dorado, el cual pretendía instalar alrededor de 22 mil 500 habitaciones en el Área Natural Protegida (ANP) Parque Nacional Cabo Pulmo, en el municipio de Los Cabos, desistió su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). En una carta abierta al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); al gobernador del Estado, Marcos Covarrubias Villaseñor; y al presidente municipal de Los Cabos, José Antonio Agúndez Montaño, se informó la “decisión de retirar la Manifestación de Impacto Ambiental e interrumpir el proceso de evaluación sobre la misma”. A decir del promovente, la disposición fue anunciada en medios de comunicación. Las empresas Glorious Earth Group, de capital estadounidense y Beijing Sansong International Trade Group, de China, señalaron que esto fue derivado de “ las importantes preocupaciones que se han generado en torno al proyecto Cabo Dorado en relación a los riesgos que pudiera implicar para el medio ambiente y la preservación del Parque Nacional Cabo Pulmo”, según exponen. A decir de José Carlos Cota Osuna, delegado de SEMARNAT en Baja California Sur, “los promoventes se desisten, extraoficialmente; oficialmente nosotros no tenemos un desistimiento ingresado en la delegación formal de la empresa, son las once y fracción y algo de la mañana, ni en México, ese desistimiento se debe entregar aparte de los medios, de lo que digan los señores. Deben entregar un desistimiento formal” ante la dependencia. Sin embargo, con fecha 29 de mayo de 2014, SEMARNAT a nivel nacional rechazó dicho proyecto, el resolutivo de la indagación de la MIA fue la negativa total, lo que confirma que la “decisión” por retirarse de los inversionistas, fue obligada. El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) replicó esta información. “La SEMARNAT emitió un resolutivo en sentido negativo, si esto sucede es porque puede haber cualquiera de los tres supuestos establecidos en la Ley General de Equilibrio Ecológico, ya sea por ellos, mintieron en su MIA porque pueden afectar especies en riesgo, y eso es motivo suficiente si ellos presentan información falsa, para que la SEMARNAT, en conjunto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, puedan actuar ante la Procuraduría General de la República por presuntos delitos”, sostuvo Alejandro Olivera Bonilla, coordinador de Políticas Públicas de la organización, y adelantó que es momento para que las autoridades ambientales blinden la zona no para que no se invierta, sino “para eliminar amenazas”. “No se puede presentar un proyecto una y otra vez, se debe buscar una protección efectiva al Parque Nacional Cabo Pulmo y a sus alrededores, por eso se debe trabajar en conjunto con las autoridades para brindar una protección real y definitiva, y así eliminar las amenazas que vengan para el Parque”, indicó. Y es que las empresas plantean “reiniciar este procedimiento con un nuevo proyecto y una nueva MIA, que tome en cuenta en forma detallada las críticas fundadas que se han manifestado, las cuales hemos escuchado con el mayor respeto y detenimiento”. Aunque el proyecto se ha retirado por segunda ocasión de la zona, el CEMDA no descarta que vuelva, por ello habrán de estar pendientes en coordinación con organizaciones civiles como Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo, Costa Salvaje y Greenpeace. El proyecto Cabo Dorado pretendía la instalación de 22 mil 503 cuartos de hotel, sería un asentamiento humano de 440 mil habitantes con una demanda de agua de 50 millones de metros cúbicos anuales de entrada, y un multimillonario capital de 3 mil 600 millones de dólares.
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