La pifia del puente de El Chaparral

Fue la máxima obra de los panistas en Baja California. Felipe Calderón Hinojosa la inauguró poco antes de concluir su administración y presumió el complejo como la más grande y eficaz garita internacional. En efecto, El Chaparral, edificación que en el punto central tiene el centro aduanero, el recinto fiscal y el área de migración, fue complementada con una serie de puentes para conectar el ingreso a México por San Ysidro, con los diferentes puntos de afluencia de Tijuana. Pero uno de los puentes, de hecho la arteria principal que conecta con la vía rápida poniente, estuvo a punto del colapso. La cacareada –y criticada obra– cedió al pronóstico de una deficiente construcción. Sucedió que la constructora, para unir las placas de asfalto del puente por donde diario circulan un promedio de 35 mil vehículos, utilizó juntas de dilatación hechizas, las cuales se colapsaron. La pifia fue evidente el martes 3 de junio; a casi 20 meses de inaugurada la obra, al desprenderse las bases de triplay de tres cuartos colocadas para unir las placas de asfalto, dejaron a la vista cinco fisuras transversales, una de ellas de hasta 15 centímetros de ancho. El paso del tiempo pudrió la madera colocada en las seis juntas de dilatación que debieran ser de neopreno –caucho sintético– de acuerdo al proyecto ejecutivo de la obra, la cual se adjudicó a la empresa Arca del Pacífico S. de R.L. de C.V., y que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte supervisó, por tratarse de un proyecto federal. Ahora justifican la deficiencia: la rapidez con que se desarrolló el proyecto –para que Calderón lo inaugurara– llevó a los ejecutores de la obra a “colocar provisionalmente ciertos elementos para cumplir con el propósito de inaugurar, y como sí funcionó, se olvidaron de corregir”, dijo un directivo de la SCT a autoridades del municipio de Tijuana. Reparar la arteria vial tendrá un costo mínimo de dos millones de pesos, que pagará la SCT, ahora se encargará de la instalación de las juntas de dilatación adecuadas, toda vez que la garantía de la obra feneció en octubre 2013, por lo que el “olvido” de Arca del Pacífico no será sancionado. La falla Separación en las placas de asfalto y desfasamiento en su unidad, son las deficiencias registradas en el puente que conecta el cruce fronterizo de El Chaparral con la Vía Rápida Poniente de Tijuana. En la parte inferior del puente se puede observar que las placas de metal en las que se asienta el asfalto están corridas, “un principio básicos de diseño de puentes que fue violado, por eso el puente presenta problemas”, registró Filiberto Enríquez, ex presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Tijuana. “Hasta madera usada parece que utilizaron para rellenar el hueco, lo que evitó se lograra la unión entre las placas”, expuso. Si bien es cierto, la separación entre una placa y otra es necesaria, este apartamiento debe ser mínimo y con los materiales adecuados, como lo marca la norma, dijo. Los parapetos es otro punto a corregir, están muy bajitos, y existe el riesgo de que un vehículo caiga. “El puente está mal hecho, no podemos decir que se va a caer porque no tenemos elementos suficientes para ello, lo que sí podemos afirmar es que, al construirse a la carrera  quedó mal, y ahí están las consecuencias, técnicamente debe ser revisado a fondo”, recomendó Durante el proceso de edificación, la calidad de la obra fue cuestionada por especialistas y documentada en ZETA. Apenas estaba en construcción cuando ya se había generado una grieta en la cubierta asfáltica con la que fue revestida, derivado esto por la no utilización de juntas especiales para marcar la separación de las estructuras de acero, opinaron en su momento ingenieros colegiados. Entonces adelantaron que los vértices en las uniones de las estructuras provocaría una superficie de rodamiento irregular que haría que los vehículos se desplazaran peligrosamente de brinco en brinco. En la estructura se observan cuando menos seis fisuras en secciones donde el puente tendría que estar unido por juntas de dilatación. Una de ellas alcanzó los 17 centímetros de separación, lo que generó alarma entre los automovilistas que transitaban por ahí la tarde del martes 3 de junio, quienes llamaron al número de emergencias del C-4 para reportar el desperfecto. Inspeccionada técnicamente la obra, el municipio de Tijuana optó por cerrar la vialidad, conminando a la Secretaría de Comunicaciones  y Transportes a atender el problema, advirtiendo a la dependencia federal que el tránsito no se reanudaría sino hasta que las acciones de rehabilitación de las fallas se sustentaran técnicamente. Realizada la supervisión, los técnicos de la SCT determinaron que el desprendimiento del “material de cartón asfaltado de la junta de dilatación”, del puente oriente-poniente, fue originado “por la falta de limpieza y mantenimiento”, pero en el reporte no consigna la ausencia de juntas de dilatación de neopreno, tal como se especificó en el proyecto ejecutivo. Impide municipio apertura Para corregir la falla, la SCT colocó una placa de acero en la fisura mayor, la de 15 centímetros, ignorando las cinco uniones restantes en las que ya se registra desprendimiento. Sin recubrir siquiera la nueva junta de dilatación, también provisional, la dependencia federal a cargo de Alfonso Padrés en Baja California, intentó abrirla a la circulación vehicular a las 21:00 horas del miércoles 4 de junio, 24 horas después de que autoridades del municipio de Tijuana la habían cerrado. Incluso mandaron un comunicado de prensa anunciando la apertura, asegurando se habían colocado placas de acero en las uniones y juntas de expansión del puente. Enterado el municipio, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología de Tijuana, a cargo de Roberto Sánchez, solicitó a la SCT no abrir en tanto no se efectúe un recorrido de supervisión para corroborar las correcciones. Nuevamente se detectaron actividades inconclusas, solo en una de las juntas se había colocado placa de asfalto, ignorando las cinco restantes, los sellos tampoco habían sido colocados. Ante el faltante el municipio se opuso a la apertura, por lo que conminó a la dependencia federal a concluir el trabajo provisional. Durante este jueves los técnicos de la SCT se dedicaron a completar los remiendos en la estructura para que en las primeras horas de este viernes la vialidad ya pueda ser de nuevo transitada. Al encontrarse la obra en proceso de entrega-recepción al municipio, la autoridad local fijó su postura: No se hará cargo del puente mientras no se hagan las adecuaciones permanentes como lo marca la normatividad, tal como se estableció en el proyecto ejecutivo y se solventen los vicios ocultos que están surgiendo. Sánchez Martínez indicó que el compromiso de la delegación de Baja California de la dependencia federal es realizar las gestiones pertinentes para que, en un lapso de tres meses, la reparación del puente se realice a fondo. En tanto, el municipio va a estar supervisando. Sancionar a responsables De la obra mal hecha tiene responsabilidad tanto quien construyó como quien supervisó la obra, algo que las autoridades en turno tendrían que investigar y sancionar, asentó. Su opinión fue compartida por Jorge Palomino Guerrero, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), para quien las omisiones detectadas en el puente de El Chaparral no deben ocurrir en obras públicas. También conminó a las autoridades de los tres niveles de gobierno a proyectar presupuestos adecuados para cada obra, “que no pase como siempre, que ante la falta presupuesto se dejan obras inconclusas”. Eliminar pavimento, recomiendan Un ciudadano requirió a una empresa estadounidense un diagnóstico de las reparaciones pertinentes del puente, enviando imágenes de las fisuras del mismo. La respuesta, compartida a ZETA, fue tajante: “Parece una situación peligrosa. Según el movimiento articular, hay pocas opciones. Si el movimiento articular es menos de 4 pulgadas en total, un stripseal puede ser la mejor opción. Si es mayor a 4 pulgadas, una articulación modular sería la mejor opción. En cualquier caso debe eliminarse el pavimento y concreto, para acomodar el sistema de articulación”.