Días antes del reciente All My Friends, las dudas sobre el cambio de recinto y la notoria apuesta de incluir a más participantes dentro del festival, eran motivos de titubeo para su fundador, Argenis García, quien incluso, veía en este año el indicativo de si el evento se volvería a realizar más veces o no. Para regocijo general, aunque todavía no dan las cifras oficiales de asistencia y su diagnóstico de la jornada, todo el que asistió sabe que el riesgo valió la pena. Teniendo al mar de testigo y con un clima que invitaba a disfrutarse, las horas de música parecieron esfumarse, dejando con ganas de más fiesta a los cientos que se dieron cita en el hotel Castillos del Mar, el sábado 14 de junio. Adiós a la logística de reunir grupos en una casa, mansión o recinto cultural. All My Friends fluye mejor en la playa. Al menos así quedó demostrado durante el fin de semana pasado, cuando celebró su quinto año con pleno éxito. En buena parte, gracias a las variantes que hicieron por el nuevo venue, pero también por la respuesta de un público que lo ha apoyado desde sus inicios y crecido a la par de cada edición. Para los que se sumaron por primera vez a la experiencia, el flechazo debió ser inmediato. Mientras que, los interesados frecuentes, en definitiva extendieron su cariño al proyecto. Incorporando necesaria e idóneamente áreas gastronómicas y venta de arte local, AMF creció este 2014 y dio señales de que lo seguirá haciendo en un futuro cercano. Por lo que hoy ya no es una opción que la gente de la frontera lo pase por alto entre sus eventos favoritos. Más si se toma en cuenta que el esfuerzo incalculable de unos cuantos, año tras año se convierte en la diversión desmedida de cientos. En el caso del pasado fin de semana, más de veinte propuestas musicales se repartieron entre el escenario de la alberca, jardín y playa, siendo en ese orden ascendente que su popularidad se dio, ya que el templete empotrado en la arena, se encargó de recibir a los grupos que más prometían con su visita. Como fue la actuación de Las Robertas (Costa Rica), al llegar apenas un par de días después del lanzamiento de “Days Unmade”, su segundo álbum. Previamente a darle soltura a su punk-garage, subieron al escenario con Clubz. La misma dinámica enérgica y natural para crear un puente con la gente, respaldó a las chicas de Bleached, al punto de ser de lo más sobresaliente durante el sábado, junto a Fuete Billete (Puerto Rico), raperos que se distinguieron por su facilidad para ganarse a todos con el simple entonar de sus rimas, e involucrarlos sin notarse forzados por agradar. Característica con la que justamente se desenvolvió para mal Gonjasufi, quien por momentos solo predominó por su arrogancia y no por la música, que esa noche era lo que contaba. El baile quedó para el final. A unos cuantos pasos del mar o en el pasto del jardín, lo guapachoso dio el toque a la fiesta con la música de Sonidero Travesura y Santos, respectivamente, cerrando así un día que marcará un antes y un después de AMF. Hay que señalar que, aunque el sábado fue el programa fuerte, el festival todavía tuvo actividades durante la tarde del domingo 15. Adicionalmente, del 11 al 13 de junio, Leslie García y Michael Trigilio impartieron en Tijuana un laboratorio de música con dispositivos tecnológicos, presentado como Music Makers Hacklab. En las sesiones del taller, Ford Proco, Chris Warren, Roberto Romero y Ramón Amezcua (Bostich), participaron con su experiencia. Además, este último se presentó en Rosarito con su proyecto Point Loma.