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jueves, febrero 15, 2024
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“El Ranchero”

Esperando a “El Ranchero” para que hiciera las faenas, serían las once de la mañana del 27 de enero de 1981, cuando Jorge llegó y se puso sus zajonas. Se dio la orden de salida y apareció la becerra, al ser tan brava, fue cuatro veces al caballo de “El Zotoluco”. Tomó la muleta y pidió permiso al ganadero, como se hace siempre. Empezó con cuatro muletazos por alto con la mano izquierda, echó una mirada y le gritaron estás puestazo”. “Ranchero” ligó en un mismo terreno cinco naturales. Con las botas bien sembradas en la arena, moviendo la mano izquierda y la cintura, en ese instante cayó y fueron a mover la becerra que únicamente había tropezado, ahí vieron que Jorge no se movía y que un hilillo de sangre le salía por la boca. “Ese hombre está muerto”. Sabían que “El Ranchero” estaba enfermo del corazón, siempre traía píldoras para calmar un infarto, todo fue inútil, a pesar de que le dieron respiración de boca a boca y se le puso la medicina. Acercaron el automóvil para trasladarlo al Sanatorio de Jesús en Apizaco. Le dieron masaje directo al corazón, e igual se le inyectó en esa zona. El medico les ratificó: el hombre está muerto. Se fueron a una funeraria y después por el sacerdote para que le diera los santos óleos. Así paso a formar parte de las leyendas de los grandes hombres de Tlaxcala. Jorge Aguilar es lo más representativo de la mexicanidad, su origen, sus costumbres, su manera de vestir, dieron lugar a que los aficionados le nombraran “El Ranchero”. Uno de los “Tres Mosqueteros” fue Jesús Córdoba Ramírez, nació en Kansas. Nació el 7 de marzo de 1927. Comenzó a curtirse como maletilla. Portó su primer traje de luces en León, en 1946. En 1947, fue cornado por primera vez. Se presentó en Madrid en 1947 y 1948, formando cartel con Rafael Rodríguez Domínguez y Manuel Capetillo Villaseñor. Aquella tarde de 1948, Jesús Córdoba causó grata impresión en la Ciudad de México, convirtiéndose en uno de los novilleros punteros. El 25 de diciembre en 1948, en Celaya, tomó la alternativa de manos de Fermín Espinosa Saucedo, con ganado de Xajay. Al año siguiente estaba confirmando en la Monumental México, con el toro “Zalmero”. Se cortó la coleta hasta finales de los años sesenta. Manuel Capetillo Villaseñor confirmó el 25 de diciembre de 1949 en la Plaza México, con el toro “Muñeco”. Su padrino fue Luis Castro “El Soldado”, atestiguando Antonio Velásquez. Esa misma tarde le cortó el rabo al sexto, de nombre “Avellano”. El 15 de enero de enero de 1952, confirmó en Las Ventas a manos de Paco Muños y el testigo Antonio Ordóñez, esa tarde cortó una oreja. Se le consideró uno de los toreros más queridos del Estado de Jalisco durante su trayectoria, tanto en México como en España. La más grave de sus cornadas fue la de “Camisero” de la ganadería de La Laguna. El 23 de marzo de 1982 fue su despedida con seis toros. En 1981, volvió a presentarse para dar la alternativa a su hijo Manuel, siendo testigo Guillermo Capetillo. Toreó con sus hijos en Puebla, San Luis Potosí, Mérida, Villahermosa y Durango. arruzina@gmail.com


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