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martes, octubre 1, 2024
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“El Chivo”, retrato de un dictador

Junto a “El Otoño del Patriarca”, del colombiano Gabriel García Márquez, y “El Recurso del Método”, del cubano Alejo Carpentier, “La Fiesta del Chivo” de Mario Vargas Llosa, es una de las célebres novelas de la literatura hispanoamericana que aborda el espinoso tema de las dictaduras militares en América Latina, y que próximamente será llevada a la pantalla chica gracias a la adaptación libre que se realizó de la obra del Premio Nobel de Literatura 2010; producción de RTI y Televisa que comenzó grabaciones en el mes de mayo en Colombia, y cuyo título es “El Chivo”. En “La Fiesta del Chivo”, novela editada por Alfaguara en el año 2000, Vargas Llosa narra la sangrienta y terrorífica historia de la dictadura militar de República Dominicana, donde el tirano Rafael Leónidas Trujillo (1891-1961) llevó al extremo el uso del  poder entre 1930 y 1961, con miles de asesinatos, torturas y otros oprobios. Con nombres, fechas y datos reales, junto a una narrativa excelsa, el autor peruano cuenta la historia de Urania Cabral, quien a los catorce años huyó de las vejaciones del temible dictador, para 35 años después, regresar a Santo Domingo (o a Ciudad Trujillo, como le puso el opresor) para visitar a su anciano padre. En narración paralela, a través de Urania, el novelista transporta al lector a la época de los últimos momentos y a la fiesta por la caída del “Chivo”, como le apodaban al infame dictador, y en general a los tiempos donde el sátrapa mantenía en opresión a sus gobernados; décadas en que incluso los enemigos del déspota, decían “los echamos a los tiburones ayer mismo, vivos, como usted mandó”. Por otra parte, “La Fiesta del Chivo” fue llevada a la pantalla grande en 2006, bajo la dirección de Luis Llosa, primo del escritor. La serie, que inició grabaciones en mayo, cuenta con las actuaciones de Julio Bracho como Rafael Trujillo; la actriz colombiana Eilenn Moreno como Mariana; además de Iván Arana, Diana Hoyos y Juan Sebastián Calero, entre otros, para su transmisión tentativa en agosto, cuando el televidente podrá atestiguar qué tanto de aquella cruenta transición de la dictadura militar a la democracia que cuenta Mario Vargas Llosa en su libro, retratará la serie televisiva. En entrevista con ZETA, Iván Arana, actor originario de Guadalajara, Jalisco, que da vida a Lázaro Conde -un periodista muy cercano al dictador-, refiere la importancia de trabajar en este proyecto, así como su participación y las expectativas del mismo. “Estoy muy contento de que me llamen a este tipo de proyectos, que creo que es importante como latinoamericano tener idea de estos personajes que hicieron daño y movieron de alguna manera la situación de Latinoamérica, algo así como el Hitler latinoamericano, por ello es importante que la gente sepa que existieron estos personajes”, expresó vía telefónica desde Colombia, donde se graba la serie. “Mi personaje no aparece en la novela como tal, pero le ayuda a la serie en la narrativa. Se llama Lázaro Conde, es un periodista que sale del país por tratar de decir la verdad; es perseguido por el gobierno, sale del país y regresa al país cuando Rafael Trujillo está al mando, entonces comienza a involucrarse con el gobierno, se convierte en la mano derecha de Rafael Trujillo, una especie de jefe de prensa. El conflicto más grande de ese personaje es cuando comienza a sentir atracción y se enamora de la primera dama del país, que es la esposa de Rafael Trujillo, Mariana Durán, y ahí comienza el conflicto”, agregó. Arana, quien hizo su primera aparición en televisión en 2009, con “Cadáver Exquisito”, asegura que está disfrutando mucho su personaje y las locaciones, entre las que se encuentra el Palacio de Gobierno. “Es muy padre volver al pasado, aunque sea acercándose por medio de la ficción y sentir  estos momentos del tiempo me encanta, así como el vestuario, el porte de los personajes, cómo se movían, etcétera”. Iván dice interesarse mucho la política y la literatura latinoamericana, por lo que basó su personaje “… un poco en el perfil de los personajes que he visto reales que han movido las cosas, como fotógrafos, más que nada me traté de basar en los deseos del personaje, sus rutinas en sus días normales. Todo eso está muy padre, porque tiene una idea muy clara de lo que quiere y de decir la verdad como periodista, esa parte se disfruta mucho y espero que se vea en la pantalla”. El también protagonista de la serie “Los Minondo” expuso a este Semanario que, aunque trabajó muy bien su personaje imprimiéndole características propias, en ocasiones le resultó complicado, “… porque hay situaciones gubernamentales que uno en la vida real no maneja, palabras, tecnicismos que uno no utiliza, y de repente sí es un poco complicado en esa parte, pero disfruté mucho. “Por otra parte, también no había leído la novela del maestro Vargas Llosa, me pareció muy interesante, muy desgarradora, fuerte, la sufrí; es una lectura que se va sufriendo porque son situaciones muy fuertes, pero de alguna manera me hizo tener un conocimiento más amplio de qué se estaba viviendo en esa época, para darme cuenta un poco de cómo estaba la situación y poder jugar con Lázaro Conde, mi personaje”. — ¿Hiciste un trabajo de investigación sobre la dictadura y la época de Trujillo para involucrarte en el entorno de la serie?, cuestionó ZETA. “Realmente no tanto, si te soy sincero, lo único que hice fue leer la novela de Vargas Llosa y empezar a trabajar sobre mis textos, para tratarlos de decir de una manera creíble, pues este personaje no es mexicano, y neutralizar el lenguaje de no ‘achilangarme’ ni escucharme como jalisciense, tampoco como de Santo Domingo, pero sí neutro para que pueda ser captado, creíble, y entendible  por toda Latinoamérica”. — La vida de Urania Cabral, el último día en la vida de Trujillo y los asesinatos cometidos por éste, son tres líneas narrativas que se entrelazan en la novela. ¿Se manejan dentro de la trama de la serie? “Hay como tintes exactos de la novela que se van marcando, momentos de violencia, de todo lo que se vivió, la muerte de Trujillo, pero realmente creo que los escritores recurrieron a su parte imaginativa para comenzar a crear una historia y tener una narrativa visual, recurrieron a la imaginación y basados en datos verídicos. Es decir, es una combinación de lo que se escribió en la novela de Vargas Llosa, y partes de la imaginación de los escritores”. — ¿Por qué te parece importante contar la historia del dictador a través de la televisión en tiempos actuales? “Simplemente porque la televisión está retacada de muchas historias huecas, y creo que la historia de Rafael Trujillo, de alguna manera te informa como espectador y también te entretiene; el tener estas dos partes me parece interesante, desde buscar cosas que en la literatura tienen un peso y llevarlas a la televisión, me parece una buena idea, por ello me siento feliz de poder hacer proyectos más interesantes en los que comúnmente la gente no se acercaría o los conocería, si no fuera por la televisión”, aseguró quien también trabajó en la serie “El Mariachi” de AXN. Series históricas como “El Caballero de Rauzán”, “La Casa de las Dos Palmas”, “La Otra Raya del Tigre” y “El Zorro, la Espada y la Rosa”, han sido transmitidas tanto en Estados Unidos como en México, y en su país de origen, Colombia, productos que gracias al elenco internacional entre mexicanos, colombianos, cubanos y actores de otras nacionalidades, son un acierto, con una mercadotecnia bien trabajada. “Creo que eso es lo que siempre ha hecho RTI, que reúne a gente de distintos países para crear historias, y es muy interesante poder trabajar con gente de otros países, pues culturalmente es muy rico, se te abre el panorama y eso atrae a las personas de toda Latinoamérica”.   Bajo la dirección de Alfonso Pineda, “El Chivo” constará de 60 capítulos, en los que enfatizará el particular gusto del dictador por las jovencitas, y la pulcritud en su cuidado personal. “RTI es una de las productoras de mucho peso en Colombia, cuyos proyectos son exitosos. No sé cómo vaya a reaccionar el público ante este tipo de historias, pero me parece bien el experimento, lo explotarán primero en Estados Unidos, es como dirigirlo a la gente hispana que vive en Estados Unidos, para que puedan ver historias en su idioma. Espero que la gente se acerque a la historia y se entretenga, buscando conocimiento del mundo real”, exhortó Iván Arana. Con grabaciones en diferentes puntos de la costa Atlántica de Colombia, en la trama se podrán observar lugares como Santa Marta, la playa de Cali, Barranquilla, entre otros atractivos.  “Se está tratando de apegarse totalmente a la realidad para que sea interesante y arriesgarse, pues el proyecto es de época y eso es un reto. Que tenga una calidad cinematográfica interesante y que eso sea el sello, series bien contadas con personajes complejos”, concluyó el histrión. Aún sin fecha de estreno, “El Chivo” podrá verse primero en Estados Unidos, en uno de sus canales hispanos, para su posterior venta a otros países de América Latina.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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