La selección anfitriona no ha desplegado el nivel característico de Brasil, pero le bastó para ganar el Grupo A. En octavos de final, quedó en su camino Chile, rival de zona y víctima de Brasil en la misma ronda hace cuatro años. Brasil ganó 4-1 en Sudáfrica y ha eliminado a Chile en los tres enfrentamientos mundialistas entre ellos. Chile sorprendió a España y tuvo mayor categoría que Australia. No le alcanzó el ritmo de juego para sumar ante Holanda. Pareciera que todos los Mundiales son de esperanza para uno de los miembros fundadores de CONMEBOL, pero el final tiende a ser triste par “La Roja”. Después de 1962, cuando fue semifinalista como país anfitrión y eliminado por Brasil, Chile sólo ha superado la etapa de grupos en dos ocasiones, en ambas, la “Canarinha” fue su verdugo por diferencia de tres goles. Bien o mal, Brasil tiene a uno de los líderes de goleo en Neymar y la ventaja de jugar en casa, aunque los partidos de Chile han tenido ambiente favorable para los de la costa del Pacífico. En la defensa, Gary Medel, Gonzalo Jara y Mauricio Isla han iniciado los tres partidos de Chile en labores defensivas. Ellos tendrán la responsabilidad de facilitarle el trabajo al guardameta, Claudio Bravo, quien ha cedido tres tantos en tres partidos. Del lado ofensivo, sólo dos de los cinco goles chilenos han sido marcados por delanteros. En tanto, Brasil ha dependido de Neymar, anotador de cuatro de los siete tantos del “Scratch du Oro”. Chile pregona una nueva mentalidad, un estilo ganador y un equipo con más experiencia. No se midió a Brasil en eliminatorias y ha perdido los últimos tres enfrentamientos en partidos oficiales por marcadores de 4-2, 3-0 y 3-0. La historia y el peso de Belo Horizonte serán las mejores armas a favor de Brasil. Una victoria chilena no es imposible, pero sí sería una sorpresa.