Hasta donde el currículum disponible lo señala, Francisco Rueda Gómez, el nuevo secretario de Gobierno de Baja California, es pasante de contador público y fuera de sus actividades dentro del PAN y los cargos que ha tenido en el Ayuntamiento de Mexicali y en el Poder Legislativo local y federal, solo fue gerente general de Arte Videógrafo. No hay mucho de él, lo más importante es que es líder del “Grupo Palaco” al interior del Partido Acción Nacional, y por ello concentra votos, nómina y dádivas. Aspira en 2016, a ser candidato de su partido a la alcaldía de Mexicali, de ahí que su paso por la Secretaría de Gobierno, será efímero. A menos, claro, que le convenga la oferta que el gobernador Francisco Vega de Lamadrid le pueda hacer para dejar sus ganas de ser llamado presidente municipal. Francisco Rueda es además, de los obreros en la administración de José Guadalupe Osuna Millán, y tiene algunos esqueletos en el clóset, de cuando fue director del INIFEBC (Instituto Nacional de Infraestructura Deportiva Baja California) en la anterior administración. Hasta donde se sabe, el Órgano de Fiscalización Superior de Baja California, lo reprobó en el análisis de las cuentas públicas 2010, 2011 y 2012 del INIFEBC, y por lo tanto, la sanción de la Contraloría Estatal debido a las irregularidades, está pendiente. Refiere uno de los documentos del ORFIS en poder de ZETA: “No procede otorgar la aprobación de la cuenta pública de egresos al Instituto de la Infraestructura Física Educativa de Baja California, por el periodo del 1 al 31 de diciembre de 2010, por las siguientes observaciones: “Derivado de las inspecciones físicas realizadas a las diferentes obras ejecutadas por el INIFE-BC, se detectaron en siete obras pagos en exceso por un monto global de 753 mil 312 pesos…”. Además de irregularidades en cinco obras de Mexicali y una de Ensenada en el mismo año, 2010. En 2012, la situación fue harto similar. La cuenta de egresos de la administración de Rueda no fue aprobada debido a pagos en exceso por obras determinadas y otras irregularidades en la ejecución de la infraestructura educativa. Dicen en el ORFIS que en aquellos años, el gobernador Osuna Millán protegió a Rueda Gómez para no ser sancionado, por lo que está pendiente la regulación por las irregularidades detectadas en sus cuentas públicas. Fuera de esos “detalles”, Rueda Gómez llega a encontrarse con una hoja en blanco. Debido al poquito trabajo que había desempeñado su antecesor y aún prófugo, Guillermo Trejo Dozal, y el mínimo liderazgo que tenía al interior del Gobierno del Estado de Francisco Vega de Lamadrid, la cancha para Rueda está para que ahora sí, eche a andar a la administración estatal, que tanta falta le hace. Vaya, si soluciona sus irregularidades de cuando fue titular del INIFE, hasta podría irle bien. Dada su excelente relación administrativa, política e ideológica con la número tres del gobierno y amiga de Vega, Loreto Quintero, e incluso con el electorero secretario de Desarrollo Social del Estado. Entonces, podría solucionar los problemas que en términos administrativos tiene el gobierno de Vega. Porque de puros anuncitos de inversiones y obras no ha pasado. Nada o muy poco se ha concretado. En el tema de la inseguridad, el señor Rueda deberá aceptar lo que es una realidad que sufren los bajacalifornianos: se cometen más delitos, hay más asesinatos, más secuestros y mucho más robos en general. Las policías Estatal Preventiva y Ministerial del Estado, están corrompidas y en poco ayuda esa situación. En la Procuraduría, es urgente judicializar a los criminales de los cárteles que cometen delitos del fuero común como secuestro y homicidio; urge la coordinación con el resto de las corporaciones municipales, federales y Fuerzas Armadas, situación que desde la Secretaría de Gobierno, organizó y encabezó Francisco Blake Mora, y no más. En términos de economía, el secretario deberá urgir a los del área -cuando no ande de gira Carlo Bonfante- para pugnar por recursos para que los bajacalifornianos económicamente activos, hagan frente al alza de impuestos. Negociar las moratorias y decretos con el Legislativo, pero no del lado populista como el “Borrón y Cuenta Nueva”, sino por la forma del incentivo para captar más y beneficiar también a los cumplidos. En términos políticos, Rueda debería mantenerse alejado de su partido, el PAN, incluso el domingo 18 de mayo, cuando se elija al nuevo dirigente nacional. Alguien de su cargo y rango no puede salir con la simplonada de Ricardo Magaña, que se burla de los bajacalifornianos al decir que él es funcionario hasta las seis de la tarde. Secretario de Gobierno, lo es 24 horas del día y por eso se le paga, y bien. Para apagar los fuegos que lleguen al gobierno estatal. Con la llegada de Rueda a la Secretaría de Gobierno, se confirma que lo de Guillermo Trejo es más grave de lo que el gobernador Vega suponía, digo, es una orden de aprehensión; también, que Salvador Morales es buen secretario particular; que Mario Herrera no da para más que asesor, y que Juan Manuel Gastélum está muy bien en la Cámara de Diputados. También, que un tiempo prudente para el mandatario estatal, significa un mes y una semana. A ver cómo nos va.