A sus 25 años, el Partido de la Revolución Democrática adolece como un viejo partido, militantes abandonan sus filas, fundadores cambian de bando y los asomos de nuevos cuadros no se dan por ningún lado. En Baja California, ni dirigente hay, menos aún, festejos No se puede hablar de los inicios del Partido de la Revolución Democrática, ni de su existencia, sin mencionar dos elementos medulares: sus orígenes priistas y sus dos grandes figuras poderosas y repetibles a lo largo de su historia, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador. En su aniversario, los dos únicos candidatos presidenciales del PRD y el germen del Partido Revolucionario Institucional, regresan a la palestra de su terreno político del cuarto de siglo. Así son evocados por quienes los vieron nacer. Entrevistados por ZETA, sus fundadores en Baja California cavilan y desmenuzan el camino del “Sol Azteca”, a raíz de lo arriba mencionado. Luego de encabezar una escisión con el PRI y su grupo homogéneo, Cárdenas llama a fundar el PRD, tras su candidatura a la presidencia de la República en 1988 con el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional. Sobre el innegable gen priista, Laura Gutiérrez, una de las fundadoras del PRD, recuerda los primeros días del partido como esa fusión de izquierdas, más una parte que se llamó democrática, proveniente del partido en el poder. “El PRD nos cambió a la gente que veníamos participando en la izquierda, y nos metemos a discusiones internas de cómo formar un programa de trabajo junto con esta gente que venía del PRI, pues aunque se supone que fue el ala más democrática y avanzada, las prácticas seguían siendo bajo esta cultura política”, expone la ex candidata. Aún militante del partido, Gutiérrez cree que esa sombra del tricolor ha acompañado toda la vida al PRD y lo ha debilitado. Y hablando de debilidades, el profesor Ignacio Montes, otro de los fundadores del partido de izquierda en la entidad, reflexiona sobre Cárdenas y Obrador: “¿Cómo es posible que en 25 años de formado, no se hayan logrado formar más cuadros políticos que permitieran al partido tener de dónde escoger y no estar dependiendo de los cuadros viejos?”. Y de nuevo a la tesis de inicio: el PRD embalsamado del espíritu priista, y sus dos grandes jerarcas revolviendo los terrenos de su historia. No pastel en BC En Baja California, el Partido de la Revolución Democrática ni siquiera cuenta con un Comité Estatal. Desde la muerte de Federico Sánchez Scott, en 2011, no hay cabeza en el estado. Durante casi tres años, está sin dirección. En octubre de 2011 se celebró la convención para renovar dirigencia en Tecate. Aquella reunión terminó en lluvia de huevos por parte de un grupo identificado con el actual regidor Omar Zarabia, según el testimonio de los grupos enfrentados. Posteriormente y tras el conato de violencia, Norma Gutiérrez y Filiberto Pozos fueron elegidos ese mismo día en Rosarito, proceso que fue invalidado en tribunales, alegando la no validez y la falsificación de documentos y firmas. El caso es que a la fecha, no hay quien dé dirección al Sol Azteca. Tampoco se ve pronta solución. José Luis Pérez Canchola, otro de los militantes fundadores, explica: “El problema de la dirigencia estatal no se resolverá hasta que a nivel nacional se defina el nuevo Comité”. Y es que el conflicto de grupos internos en el PRD ha sido una de las principales anclas. En palabras de Canchola, “el estatuto permite y legitimiza a las corrientes, pero yo no he simpatizado con esa idea, creo que el ingreso y la afiliación del partido debe ser abierta, con la idea de fortalecer al partido, pero no reclutar para los grupos, porque entonces, la gente entra dividida y ése es el fenómeno de hoy”. Por su cuenta, Don Ignacio Montes desmenuza: “Aquí se da un reflejo de las divisiones a nivel nacional, porque el grupo predominante en Baja California es el de ‘Los Chuchos’, y una corriente que se identifica con Bejarano, de Izquierda Democrática Nacional, y se están disputando la conducción del PRD en Baja California; lo que hay es quién se queda con el partido”. Golpes, represión y narco Desde sus inicios hasta la fecha, cientos de militantes del PRD han sido asesinados. A principios de su fundación, perseguidos -según el testimonio de Pérez Canchola, ex procurador de los Derechos humanos en Baja California-, “por su trayectoria o militancia, se dieron cientos de asesinatos en los estados de cacicazgo, Puebla, Michoacán, Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Chiapas, agresiones del viejo PRI que no toleraron el surgimiento de un partido masivo, lo enfrentaron con la represión y provocaron un debilitamiento muy fuerte desde su inicio”. El PRD tiene un registro de 767 militantes asesinados desde 1988 hasta a finales de 2013. Antes por su disidencia, hoy por el narcotráfico. Canchola prosigue: “Los perredistas víctimas, desaparecidos, perseguidos o asesinados, generaron una reducción o aislamiento del propio partido, provocó una lucha intestina muy fuerte que lo marcó en sus años siguientes, hasta hoy”. Y con ello, otra debilidad que contar: “Provocó una caída en el entusiasmo de mucha gente, en la fe, generó desconfianza, temores y demás. Los grupos originarios que lo conformaron, se fortalecieron al interior para proteger su propio espacio”, remata Canchola. Desde 2006, alcaldes y ex alcaldes han sido asesinados con mayor frecuencia en el centro del país. Ese año, el PRD registró su primer baja, con Walter Herrera, alcalde de Huimanguillo, Tabasco. Luego, en Guerrero, Michoacán, Durango. Al menos 11 alcaldes o ex alcaldes perredistas han sido ejecutados en los últimos años. Coalición de partidos, el inicio Hace ocho años, el profesor Ignacio Montes abandonó el partido que fundó en Baja California: “Me salí porque era un pleito constante de las tribus, unas contra otras, se disputaban las prerrogativas del partido, los puestos de elección popular, vengo de una izquierda no por puestos, sino que la lucha era por las necesidades que tenían los trabajadores. Para mí, fue deplorable que el PRD actuara de esa manera”. A sus 70 años de edad, en entrevista, recuerda lúcidamente los años de inicios del PRD: “La fundación se dio a nivel nacional, el 5 de mayo de 1988. Lamentablemente, la fundación implicó una gran confusión ideológica, porque la mayoría de los miembros nuevos del PRD provenían del PRI”. Montes señala de nuevo la política del PRI en el partido: “Los que proveníamos de asociaciones socialistas y comunistas u otros pensamientos, quedamos en absoluta minoría, en puestos de mucha menor importancia, que le permitió a Cuauhtémoc Cárdenas, como primer presidente del partido, un control casi absoluto de la organización”. Casualmente, y tras 25 años, Cárdenas vuelve aparecer como la posibilidad de ser el nuevo dirigente nacional. Luego del fraude electoral de 1988, Cárdenas llamó a fundar un nuevo partido y “sumar un solo esfuerzo”. El hijo del General Lázaro Cárdenas, había venido sumando partidos y corrientes de izquierda. En aquel proceso electoral, Heberto Castillo, candidato presidencial por el Partido Mexicano Socialista (PMS), había declinado a su favor. Posterior a las elecciones, diversos partidos fueron fusionados en el PRD: Partido Social Demócrata, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, Partido Popular del Trabajo, Partido Socialista de los Trabajadores y el propio PMS. “El PRD surge de la fusión de una gran cantidad de corrientes, partidos, sindicatos y movimientos sociales, el partido no nació como unidad única, espontánea ciudadana, sino que nació de la necesidad política de no quedar en la marginación”, considera Canchola. Mujeres Para Laura Gutiérrez forjadora del PRD en Baja California, “el pragmatismo de los priistas” chocó de inmediato con la ideología de izquierda. “Con estos priistas, no eran discusiones ideológicas ni de matices sobre proyecto de partido o de nación, propuestas en el tema de la educación, sino pragmáticas, como quién iba a ser el candidato, cuántos iban a ir, elaborar la planilla, de ocupar puestos, cargos, elecciones… se fue desquebrajando el perfil de los que veníamos participando en la izquierda, y mucha gente se quedó en el camino”, relata la activista. Respecto al tema de género, “antes, las compañeras teníamos que tener un espacio, pero cuando llegó el PRD con esta combinación pragmática, las compañeras eran las que hacían la barbacoa, pegaban el volante, las usaban en las campañas, pero a la hora de las dirigencias y planillas, había esa cuestión de preferencia para los compañeros. Las ideas de las compañeras nunca eran bien vistas, ni bien recibidas”. Desde entonces, Laura ha participado en Movimiento de Mujeres: “Porque mi partido no me daba para tener una participación política y tuve que buscar un espacio sobre derechos de las mujeres, para mí resultó importante ver cómo en el partido no se abrían los derechos a las mujeres”. Fuego apagado En Baja California, el PRD arrancó con gran potencia. Hoy, localmente no representa ni la tercera fuerza política. Cuando el Sol Azteca va sin alianzas en elecciones locales, su expectativa de voto es de menos del 4 por ciento. En las elecciones de 1992, su primera elección como partido registrado, en el Congreso Local, el Partido de la Revolución Democrática tuvo su histórico número de diputados, cuatro en total: José Luis Sabori Granados, Rodolfo Armando Armenta Scott, Humberto Zúñiga y Silvia Beltrán Goldsmith. Actualmente, el PRD solamente tiene un diputado local (Roberto Dávalos), y por medio de la alianza con el Partido Acción Nacional. Ignacio Montes recuerda que en el fraude de 1988, para evitar ganar a Cárdenas, Baja California fue uno de los cinco estados de la República donde el PRI reconoció su derrota: “Teníamos la mayoría de la votación del Estado, más del 30 por ciento, y es muy lamentable que el partido haya malgastado ese capital político porque, un año después, ya estaba ganando Ernesto Ruffo Appel, la gubernatura de Baja California”. El profesor Montes señala la fórmula: “En 2013, 400 mil votos obtenidos en el Estado a favor de Obrador se desperdiciaron de nuevo, así como se desperdiciaron en 1989”. El panorama El PRD renovará su dirigencia nacional hasta el 21 de septiembre de 2014. En puerta, su proceso interno, los retos que le esperan serán mucho mayores. Con la salida de Andrés Manuel López Obrador del partido y la función de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), el PRD corre riesgo. Pérez Canchola lleva el panorama del partido al ámbito ideológico: “Creo que el PRD necesita reestructurarse, reorganizarse, renacer para enfrentar lo que se viene, la crisis todavía no ha tocado fondo, tenemos una situación muy grave en términos de desempleo, carestía, muchísima población joven abandonando, la izquierda necesita ser interlocutora, voz de los que menos tienen”. Enterado del proceso, Ignacio Montes ve al futuro del partido en riesgo: “Para el PRD será un triunfo que pueda conservar la mayoría de sus militantes o de sus votantes, porque si MORENA y su jefe natural, que es Andrés Manuel López Obrador, le van a disputar el mismo terreno electoral que ha captado la izquierda”. Entonces, al partido primero le tocará desahogar su proceso interno, en el cual Jesús Zambrano, actual dirigente, ha manifestado públicamente su temor de una fractura mayor tras la renovación. Mientras que, para sus pensadores y fundadores, el mayor reto para el PRD será que en las elecciones de 2015, logre ser el partido de izquierda con más votos, de lo contrario, tendrá el papel fundamental para decidir quiénes es el candidato de izquierda para las elecciones presidenciales. “Ese es el gran riesgo, pero también de MORENA”, reflexiona. Esto en caso de que fueran en alianza, pues si no -concluye Montes–, “le estuvieran haciendo un flaco favor a la derecha, al PRI o al PAN, porque la izquierda separada no es nada en este país”. El discurso de Cuauhtémoc, 25 años después En el marco de la conmemoración del 25 Aniversario del Partido de la Revolución Democrática, el Comité Nacional realizó un modesto acto en la Ciudad de México. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se encargó del discurso y la reflexión. El tres veces candidato a la Presidencia de México, comenzó reconociendo a los cientos de compañeros “caídos en la lucha” que han “quedado en el camino por formar y consolidar el proyecto de soberanía plena, equidad, democracia y fraternidad para nuestra nación”. Además, recordó los principios y lemas bajo los que surgió el partido a finales de la década de los ochenta. El “líder moral” -como se le conoce- fue quien convocó en 1988, y ahora evocó que su esfuerzo iba por “un partido plural, como plurales fueron las participaciones políticas que condujeron a los resultados del 6 de julio, donde se respeten y reconozcan las diferentes corrientes de pensamiento, que deben tener garantizados canales abiertos para expresarse y actuar, un partido donde circulen las ideas y receptivo a la crítica”. Asimismo, buscaba que se manejara “internamente con una democracia transparente… una alianza en la cual convergerán, sobre grandes principios comunes, diversas corrientes de ideas, ninguna de las cuales se considera excluyente de las otras: demócratas y nacionalistas, socialistas y cristianos, liberales y ecologistas”. Por ello, la pregunta ese lunes 5 de mayo en el Teatro de la Ciudad: “¿Qué tanto hemos logrado en lo que hasta ahora, entre todos, hemos conformado a lo largo de este cuarto de siglo; qué tan cerca o qué tan lejos estamos de nuestro propósito original? Yo respondería que nos encontramos más lejos que cerca”. Cárdenas señaló a los responsables, primero, a “la hostilidad que desde el Estado y de algunos de los llamados poderes fácticos, se ha desatado de manera permanente, y por la otra, responsables también todos los que han formado y formamos parte de nuestra organización”. Éstas son algunas de las frases más representativas del discurso de Cuauhtémoc Cárdenas: * “Desde afuera, el ciudadano común nos ve hoy, lo mismo que una gran parte de nosotros mismos, igual que los demás partidos políticos, e iguales a los demás políticos”. * “Los partidos, la ‘clase política’, está inmersa en una crisis de credibilidad y enfrenta un enorme desprestigio”. * “El PRD ha caído en la distorsionante práctica de tomar sus grandes decisiones por cuotas y pesos”. * “Los principios se hacen a un lado para privilegiar alianzas electorales con quienes piensan y actúan en contra de los postulados del PRD”. * “La formación de cuadros y el trabajo de organización, son asuntos olvidados”. * “Si no logramos revertir la percepción que la gente tiene hoy del partido, será difícil que confíen en nosotros”. * “Cuando el partido se encuentre ahí donde la gente vive sus problemas cotidianos, entonces la sociedad verá en el PRD a un instrumento útil para su mejoramiento”. * “Al país, de nada le sirve una izquierda dócil y dizque a la moda”. * “Después de concluido el proceso electoral federal, el PRD, nuestro partido, sufrió la más grave deserción que le haya ocurrido en veinticinco años de existencia”. * “Soplan vientos de fractura” (referente al cambio de dirigencia nacional). * “De consumarse esa predicción, el futuro es el de un partido en declive, en achicamiento, con una perspectiva de voto reducido en 2015 y 2018”. * “Podemos (evitarlo) si se pone en ello voluntad política”. * “A 25 años de distancia, recordemos qué partido ofrecimos a los mexicanos y qué partido nos comprometimos a edificar. ¡Cumplamos con la palabra empeñada!”.