En lo que va de 2014 se tienen 52 averiguaciones previas por los delitos de robo, asalto, abuso de confianza y fraude cometidos por agentes. Del total de averiguaciones previas, 11 ya fueron consignadas a un juez penal, y el dictamen está en manos del juzgador Cabo San Lucas, Baja California Sur.- La cabeza todavía le daba vueltas por el efecto del alcohol, y aunque veía con dificultad, alcanzó a reconocer a sus victimarios. El estadounidense Ronnie Joe Thomas no alcanzaba entender lo que estaba sucediendo, cuando agentes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, lo pararon, enseguida lo revisaron y, al final, lo robaron. El extranjero había tenido una mala noche después de haber discutido entre la noche del 6 y la madrugada del 7 de mayo con su novia, dentro del bar Skid Roe de este polo turístico. La pareja terminó por salirse del centro de diversión y discutía acaloradamente mientras caminaban por la banqueta de la zona dorada, en medio de una calle repleta de turistas nacionales y extranjeros. Después de media hora de dimes y diretes, la novia de Joe se cansó, paró un taxi y se marchó, mientras el turista comenzó a caminar solo por la banqueta en dirección a su hotel, ya que quería sacar el coraje y la frustración de una fracasada velada que pensó, sería perfecta. Con la mirada agachada y pensativo, no se enteró que muy de cerca una patrulla de la Policía le seguía el paso, hasta que en una de las calles aledañas, y ya alejando de la zona dorada, le marcó el alto. Los agentes Miguel Álvarez Rosas y Marco Eddy García Reyes solicitaron a Ronnie detenerse y comenzaron a cuestionarlo sobre qué andaba haciendo a esas horas de la noche, caminando solo por la calle. El extranjero explicó lo sucedido, y los policías solicitaron que se volteara y levantara las manos, ya que sería sometido a una “revisión de rutina” para cerciorarse de que no trajera consigo drogas o armas. Durante la revisión corporal, los dos agentes de la Policía Municipal de Los Cabos encontraron un paquete de pastillas psicotrópicas en las bolsas del visitante, las cuales -detalló el extranjero- eran producto de una prescripción médica. Terminada la revisión, los policías se voltearon a ver, cuando encontraron 400 dólares en la cartera del turista, tomaron el dinero y le advirtieron que irremediablemente lo llevarían a la cárcel porque traía drogas. Thomas se asustó y pidió no consignarlo, ya que lo único que quería era irse a dormir a su hotel, pero los dos policías insistieron en encarcelarlo, y de no hacerlo, tenía que darles más dinero. Entre la espada y la pared, el hombre accedió y se subió voluntariamente a la patrulla. La unidad comenzó a transitar y el turista insistió en que las pastillas no eran droga, porque se las había recetado el doctor debido a problemas de salud, por lo que uno de los policías -el copiloto- sacó el arma de su funda y lo golpeó con la cacha de la pistola en la pierna derecha, asustándolo más: “Aquí, sí es droga”. Indefenso y en manos de la Ley, el turista se quedó callado, mientras los policías se miraban entre sí, comunicándose con miradas. Ronnie Joe Thomas solicitó que lo llevaran a un cajero, después a otro y otro más: en total tres cajeros en un tiempo de media hora, y al final no pudo sacar dinero, ya que los dispositivos no leían su tarjeta bancaria. Los policías lo llevaron a la zona donde originalmente lo habían detenido y lo soltaron, obviamente, sin devolverle el dinero que sacaron de su cartera. Lo anterior es el testimonio de la víctima, cuyo caso es investigado bajo el número de averiguación previa CSL/048/TUR/2014, abierta en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común Investigador Especializado en Atención a Turistas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Thomas presentó la denuncia penal y solicitó una investigación a fondo, después de haber levantado un reporte en la dirección del hotel donde estaba hospedado, donde refirió haber vivido “momentos de terror, como si hubiera sufrido un secuestro exprés” y con la única intención de “robarme o asaltarme”. Las indagatorias Durante las primeras indagatorias, la PGJE recabó un par de videograbaciones captadas por las cámaras de seguridad de algunos negocios y del llamado Centro de Comunicación y Monitoreo, donde se observa lo siguiente: * En el primer video, el momento en que los agentes municipales de Los Cabos marcan el alto al turista, lo interrogan y posteriormente lo revisan; al final lo suben a la patrulla y desaparecen de la escena. * En el segundo video, el momento en que la patrulla se estaciona frente a un cajero, el turista se baja y cruza la calle, después viene de regreso y vuelve a subir a la patrulla. * En el tercer video, el momento donde los policías regresan, lo bajan de la patrulla y el extranjero se va. Según el expediente, en la investigación del caso, la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común Especializada en Atención a Turistas, encabezada por Elizabeth Eleonor Zubieta Obregón, solicitó la lista de agentes y un set fotográfico de quienes esa noche trabajaron en la zona dorada. Las fotografías fueron presentadas a la víctima, quien sin temor a equivocarse, señaló como presuntos responsables a Marco Eddy García Reyes y Miguel Álvarez Rosas, agentes de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, este último -dicho sea de paso- dado de baja en noviembre de 2006, y tras una batalla legal en contra del ayuntamiento, ganó el juicio, siendo restituido en su cargo a partir de la primera quincena de abril de 2012, como policía de categoría “A”. El propio director de la Policía Municipal cabeña, Guillermo Marrón Rosas, dijo estar participando en la investigación del caso, “aportando datos e información”, y ser “el principal interesado en que se resuelva, y si hay elementos, que se actúe en contra de los policías responsables de haber cometido el atraco”. Durante una entrevista con ZETA, comentó que paralelo a la investigación judicial, la visitaduría general de la Policía Municipal de Los Cabos elabora una investigación sobre los agentes acusados, que de resultar responsables, serían dados de baja por la Comisión de Servicio de Carrera Policial. No obstante, y contradictoriamente, hasta el cierre de esta edición los agentes señalados seguían laborando como si nada y no fueron suspendidos de sus labores, mientras termina la investigación ministerial. Más casos Para infortunio del destino turístico, el caso de Ronnie Joe Thomas no es el único. Datos recabados por este Semanario exponen dos más, cometidos en contra de turistas solo durante en el mes de mayo, bajo las siguientes averiguaciones previas: CSL/049/TUR/2014. La víctima responde al nombre de Kevin Jay Sanmiguel, y como presuntos responsables, figuran los policías Pablo de la Cruz Martínez y Erudey Espinoza Reyes, por el delito de robo. CSL/050/TUR/2014. El nombre de la víctima y los presuntos responsables están bajo reserva, derivado de que al cierre de edición, se presentaría el testimonio del afectado. No obstante, el delito es por asalto. En lo va del año, y según estadísticas oficiales, la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común Especializada en Atención a Turistas, lleva 52 averiguaciones previas por los delitos de robo, asalto, abuso de confianza y fraude en contra de turistas. De ese número, según un funcionario de la PGJE, 43 casos son por el delito de robo o asalto, donde diez policías figuran como presuntos responsables de los atracos. Del total de averiguaciones previas, 11 ya fueron consignadas a un juez penal, y el dictamen está en manos del juzgador. En palabras del funcionario de la PGJE, “en el caso particular de agentes policiacos implicados en robos a turistas, no hay indicios hasta ahora de que se trate de una banda de policías dedicada a robar extranjeros. No, porque ninguno de los señalados aparecen relacionados en varios casos, todos los acusados son personas diferentes y en distintos asuntos, más bien son agentes corruptos que se les hizo fácil robar y lo hicieron sin pensar en las consecuencias legales, sobre todo en el terrible daño que le están haciendo al destino turístico”. El modus operandi de los robos y asaltos a turistas, consiste en que los policías “esperan a los turistas afuera de los bares de la zona dorada, y cuando observan que van tomados o toman calles aledañas con poca luz o medianamente iluminadas, los interceptan, los revisan y les quitan el dinero de sus carteras, baja el argumento de una supuesta revisión; y en casos más graves los asustan de que los meterán a la cárcel, y los obligan a entregarles dinero”, expuso el consultado. De acuerdo a copias de expedientes en manos de ZETA, la mayoría de los atracos son por cantidades a partir de 200 hasta 800 dólares, y comúnmente, las victimas salen de los bares Skid Roe, Mándala, Baja Junkie y Pink Kitty. La mayoría de los asaltos se cometen entre las dos y las cinco de la mañana, cuando todos los bares y discotecas cierras operaciones y los únicos que circulan por las calles son turistas en estado de ebriedad. Según el funcionario de la PGJE, dos de cada 10 turistas robados o asaltados se atreven a presentar una denuncia penal, por las siguientes razones: * Avanzado estado de ebriedad. * Los toman por la espalda o los tiran al piso y no reconocen rostros. * En ocasiones traen consigo algunas drogas. * Vienen de vacaciones y no quieren perder su tiempo en problemas legales y vueltas. No obstante, algunos -es minoría- sí presentan denuncia, con la intención de obtener una copia de la denuncia y entregarla para cobrar el seguro de viajero. Las reacciones Sobre estos hechos, la Asociación de Hoteleros de Los Cabos fijó su postura: “Los asaltos a turistas nos obligan hacer un llamado a las autoridades competentes”, y exigió “se ponga especial interés a este problema que de no atenderse, podría golpear en gran medida la imagen del destino turístico tanto en Canadá como Estados Unidos, y otros lugares de donde vienen visitantes”. El presidente de los hoteleros, Renato Silva de Mendonca, confirmó que en los últimos días se han recibido quejas de huéspedes, quienes coinciden en haber sido objeto de amenazas, malos tratos e inclusive, robo por parte de personas que describen como uniformados y armados. Los hombres de negocios de este destino, que en 2013 recibió casi 2 millones de turistas extranjeros y nacionales, están sumamente preocupados porque “en las últimas semanas se recibieron quejas de cuando menos tres casos de robos y asaltos por parte de policías municipales, quienes inclusive amagaron con armas de cargo a extranjeros para sacarles dinero”. El comisionado de la Dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Los Cabos, Guillermo Marrón Rosas, argumentó que de su parte no ha quedado hacer una depuración del cuerpo policiaco, porque en 12 meses que tiene en el cargo, despidió a 106 policías por las siguientes causas: * 50 elementos por no haber aprobado el Examen de Control y Confianza. * 9 por haber salido positivos en el examen antidopaje. * 10 por renuncia voluntaria. * 37 por estar relacionados a delitos como abuso de autoridad, extorsión y robos. El jefe policiaco destacó que actualmente la corporación atraviesa por un proceso de profesionalización, y por ende, a partir de octubre próximo, aquellos que no tengan preparatoria terminada serán dados de baja. Durante una entrevista con ZETA, Marrón apuntó que 66 policías están becados para terminar el bachillerato, y 16 más están estudiando una carrera universitaria. No obstante, reconoció que alrededor de 100 no tienen la preparatoria terminada “y no tienen lucha”, porque “no quisieron seguir estudiando y van a ser los primeros en causar baja”, como parte del proceso de depuración para operar acorde a los lineamientos el Sistema Nacional de Seguridad Pública. Para concluir, el secretario estatal de Turismo, Rubén Riachi Lugo, dijo que la postura de los empresarios y del propio gobierno es de “cero tolerancia” contra abusos de autoridad y robos a turistas, ya que ese fenómeno pudiera, en un momento dado, afectar la imagen del destino de playa. “Obviamente esos actos tampoco se pueden solapar contra la propia comunidad, porque tan importante es un turista como un ciudadano mexicano”, sostuvo. Esta semana que concluye, Riachi se entrevistó con la subsecretaria estatal de Seguridad Pública y planteó la idea de colocar más cámaras de seguridad en la zona dorada y aledaña de Cabo San Lucas y San José del Cabo, a fin de tener más controlada la zona; además de enviar a un grupo especial de la Policía Estatal Preventiva para reforzar la vigilancia en el destino turístico.