El tema de la relación sentimental con su actual secretaria particular, Sonia Guadaupe Carrillo, parece salirse de control para el actual alcalde de Mexicali, el panista Jaime Rafael Díaz Ochoa, quien trasladó a la escena pública un tema de carácter privado. Ahora han trascendido detalles del juicio de divorcio -entre Díaz Ochoa y su aun legal esposa, Martha Suárez Anaya- que se sigue en el Juzgado Segundo de lo Familiar en Mexicali, sobre todo por el tipo de señalamientos: -Ella lo acusa de adulterio, de infidelidad y de haber roto las conductas y reglas sociales, de abandono de hogar, así como exige el pago de pensión alimenticia. -Él se defiende, niega el adulterio, el abandono y considera improcedente la petición económica. Esto en un contexto donde los problemas en la administración municipal se acumulan, desde el déficit financiero, la excesiva nómina, la discusión de la Ley de Servicio Civil y las demandas contra el anterior alcalde. En la respuesta del alcalde ante el reclamo legal de su esposa, refiere que desde hace siete años no hay vida marital no convivencia, que desde febrero del 2012 vive en una casa en el Fraccionamiento Los Pinos. “…desde hace varios años ella ha manifestado su interés en no continuar ligado al suscrito, haciéndome llegar diversos acuerdos de divorcio que no llegan a concretarse por las pretensiones económicas excesivas”, sostiene en su argumentación el alcalde cachanilla. La historia rosa se torna agresiva en voz del alcalde “…Por lo que hace a la causal de adulterio, esta tampoco se configura, se trata de una imputación que daña en mi perjuicio el honor y reputación, pues cada que s ele antoja inventa cuantas historias le pasan por la mente, consecuencia de la improductividad en la que vive…”. En su argumentación ante el juzgado, Díaz Ochoa manifiesta “…desconozco haber sostenido relaciones de tipo sexual con la señora Sonia Guadalupe Carrillo, como afirma la actora reconvencional, por tanto deviene improcedente la causal invocada…”.
Publicidad
