Imponente, apoderado de la esquina de Calle Cuarta y Mutualismo, el Benemérito Centro Mutualista de Zaragoza (Teatro Zaragoza) ofrece ya un mejor rostro desde que se hablara de su proyecto de restauración en 2006. Pieza arquitectónica de los años cuarenta, considerada la institución social y cultural más antigua de Tijuana, como el guardián del primer cuadro de la ciudad, el Teatro Zaragoza había funcionado en años recientes como guarida de peleas de box, encuentros de lucha libre y espectáculos; mientras que en sus mejores épocas, albergó teatro y proyecciones cinematográficas, sin embargo, ahora buscan que sea un foro para disciplinas artísticas como la ópera, danza, teatro y música. El presidente de la Sociedad Mutualista de Zaragoza (2014-2016), Jesús Efraín Castillo Sarabia, explicó que el recinto ha pasado por tres etapas de rescate, desde el interior al exterior, con apoyos económicos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y Gobierno del Estado. “En la primera etapa se realizó la instalación de todo el techo, se remozaron algunas estructuras, se duplicó la tramoya, se elevó”, relató a ZETA, para después indicar que ha sido gracias a los gobernadores del Estado que se ha podido continuar con la restauración, pues de los 11 millones de pesos aportados por CONACULTA, solo se pudieron rescatar 3 millones. A cargo del arquitecto cubano Jorge Toledo, la restauración interna y externa completan la segunda y tercera etapa de la misma, para la cual se han ejercido más de 8 millones de pesos para mantener la isóptica del teatro, el fondo de los músicos, la fosa, los vestuarios y camerinos, banquetas, así como la instalación eléctrica. “Definitivamente tuvimos que aumentar el tamaño de la fosa, la tramoya, los camerinos ahora están debajo del escenario, se rescataron todos los murales a como estaban en los años cuarenta, la isóptica sigue igual, se trabajó en la fachada y obviamente estamos tratando de que se rescate todo a como estaba en aquellos años”, expuso Castillo, quien además, hizo énfasis en que el Centro Mutualista de Zaragoza representa a la primera asociación civil con salón de eventos, biblioteca y teatro, cuyos años de gloria, desean, regresen para darle a Tijuana lo que merece: uno de los teatros más importantes de la región. “Van a quedar pendientes temas como las butacas, la mecánica teatral y detalles para culminar la restauración por completo. Esperamos que el gobernador (Francisco) Vega de la Madrid se sume a la cuarta y última etapa, para la que necesitamos 11 millones de pesos para la instalación de mil 200 butacas, y tecnología”, estimó el presidente de la Sociedad Mutualista de Zaragoza. De manera que, se pretende, el “Zaragoza” sea el Teatro de la Ciudad, pues por su capacidad, mayor a la de la Sala de Espectáculos del Centro Cultural Tijuana (CECUT), implica una oferta para el entretenimiento, ante el déficit en materia de espacios para la creación. “En Tijuana no todo el mundo tiene acceso a la cultura, por los precios altos, entonces nosotros queremos que éste sea un teatro para el pueblo, con precios accesibles y, a su vez, una buena opción para rescatar el Centro de Tijuana”, apuntó Jesús Efraín Castillo Sarabia. La restauración del Teatro Zaragoza -inaugurado en 1944, y en etapa de restauración desde 2008- es una obra de arte, pues cuando la compañía de cine entregó el inmueble a los mutualistas, éste quedó deshecho, sin embargo, los trabajos de reparación han permitido incluso mantener la imagen y diseño original. “En Tijuana tenemos otras opciones, pero son caras, nosotros manejaremos precios populares, y todo lo que tenga que ver con cultura, vamos a eliminar todo lo que no afecte a nuestro quehacer, a la sociedad, y no será para eventos de narcocorridos. Al igual que la Sociedad Mutualista de Guadalajara, brindaremos lugar para los conciertos de rock, ópera, dentro de todo lo que queremos dar a la ciudad es cultura, y definitivamente tendremos momentos para el cine”, aseguró el entrevistado. “Deseamos que los locatarios del Centro se involucren, creen un mapa de cómo llegar al teatro, que sea una zona vigilada para que la gente vuelva otra vez a él como en décadas anteriores. No puede quedar el Centro Histórico olvidado, aunque hemos crecido en la parte Este de Tijuana, no tenemos teatros. Los mutualistas sí queremos continuar con este tipo de proyectos, sé qué se están trabajando por los centros históricos de diversos municipios de la República”, agregó Castillo Sarabia, quien representa una asociación civil sin fines de lucro, cuyos fondos a partir de los socios, les resultan menores frente a la demanda económica necesaria para mantener de pie el teatro. Sobre la oferta cultural y la programación de la misma, hizo hincapié a ZETA que en Tijuana hay una necesidad no solo de espacios, sino de teatro; y referente a la programación cultural, aseguró estar en contacto con promotores culturales y de entretenimiento para organizar eventos que por ahora, sumen recursos para financiar la última parte de la restauración. “Buscamos que todos los eventos sean culturales, y también lo estamos buscando con otros mutualistas del vecino país. Se acercan promotores culturales, pero estamos esperando que sea el gobierno el que lo utilice y nos apoye con los últimos recursos para la butaquería para iniciar su operación, pero es importante hacer notar lo fabuloso del sonido del propio inmueble”, indicó. Oferta positiva pero insuficiente Para Baruch Pinedo, director de Más Concierto, la oferta de un inmueble como el Teatro Zaragoza resulta alejada para sus públicos: “La gente está más acostumbrada a lugares céntricos, y la Zona Centro ya no lo es. Los públicos demandan lugares y espacios más hacia el Este, por el Audiorama del Museo del Trompo, ese es nuestro nuevo centro, sé que se habla de buena inversión, de un rescate arquitectónico bonito, pero habría que comparar los precios que maneja el CECUT con los del Teatro Zaragoza. “El problema que yo veo es el estacionamiento, por ejemplo, en El Foro Jai Alai más o menos eso se resolvía con el parking de atrás, pero ahí en la calle Cuarta no hay ni para dónde crecer, y le sumaría el tema de los accesos”, limitantes con las que coincidió Enrique Von Borstel, director de Producciones Bulldog, quien habló con ZETA sobre la factibilidad del inmueble en restauración. “El primer cuadro de la ciudad sigue siendo el corazón histórico de la ciudad, aunque geográficamente ya no lo es, pero se concentran los ejes del transporte público, corporativos importantes, puede ser un atractivo importante en este sector. Qué tanto puede afectar el que esté aquí, pero las limitantes sí son el estacionamiento, las vialidades, y las remodelaciones de sus calles”, apuntó. “El primer aspecto es dónde vamos a poner todos los autos, en un lugar como el Teatro Zaragoza para mil 200 personas, debes estacionar alrededor de 400 unidades, y habría qué ver qué hay alrededor para poder lograrlo. Hay una escuela, está un parque, mas no hay un estacionamiento público que pueda soportar un flujo vehicular que necesite llegar ahí, aunado al estacionamiento. Se necesita seguridad y limpieza que la misma clientela te lo va exigiendo, elementos primordiales que se tienen que cuidar para que sea exitoso a mediano y largo plazo”, consideró. El promotor reconoce no haber tenido oportunidad de ver el esfuerzo de restauración, sin embargo, cree que es positivo: “De entrada es muy positivo tener espacios alternos para considerar hacer espectáculos a futuro, mas no sé las dimensiones que tiene en capacidades técnicas, escenarios, para decir cómo le daría uso, pero ya es algo que hemos platicado los productores de espectáculos en la región, sobre la necesidad de tener estos espacios en la oferta cultural y de entretenimiento, para poder realmente atraer espectáculos que valgan la pena, no solo para nosotros como negocio, sino para nosotros como espectadores. Ya no es tan fácil improvisar en lugares que no son aptos para organizar eventos”. Actualmente Von Borstel opera el segundo y tercer piso de la esquina de Calle Sexta y Revolución (Black Box), enfocado en plasmar una plataforma para artistas, tal como en su momento habilitó el antiguo pelotari, Jai Alai, ubicado en la mítica Avenida Revolución, entre calles Octava y Novena de la misma Zona Centro, para su uso como lugar para eventos de espectáculo y cultura. “Hace once años nos metimos en el proyecto de rescate del Jai Alai como El Foro, pero la primera comparación es que el Jai Alai tiene mucha mayor capacidad que el Teatro Zaragoza, pero ambos son de gran relevancia histórica para la ciudad. Fue desgastante y costoso acondicionarlo, reconstruirlo y sobre todo, restaurar lo histórico que significaba para la ciudad este edificio. “El Teatro Zaragoza es muy importante para la historia de la ciudad, pero desconozco cómo lo están distribuyendo para hacerlo apto para concierto y oferta cultural, pero creo que son capacidades las que nos dictan las posibilidades de hacer una corrida financiera. Se me hace muy similar al CECUT, sin embargo, 150 butacas más sí hacen la diferencia, será un lugar que le podrá dar un poco de competencia al CECUT. Ojalá que así sea, necesitamos más espacio”, acotó el promotor. Otro de los lugares en actual restauración es el Cine Roble, ubicado en la calle Sexta, Zona Centro, con capacidad para alrededor de 3 mil personas, el cual ya se denomina “El Teatro de la Ciudad”, dimensiones que para el Director de Producciones Bulldog, resultan atractivas para calendarizar eventos potencialmente económicos de primer nivel.
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