El agua, problema ya actual: Témoc Ávila

“El problema del agua no es un peligro a futuro, ya lo tenemos”, sostiene el ingeniero y maestro en Ciencias, Témoc Ávila, refutando el planteamiento del empresario y ambientalista Gastón Luken. A decir por Ávila, en 2014 faltan 117 millones de metros cúbicos (m3) de agua, líquido que se ha compensado con el cierre de parcelas agrícolas. “Estamos desapareciendo agricultura, hay muchas tierras que ya no se están sembrando”, considera el también ex candidato a la gubernatura por el Partido Frente Cardenista. Participante en varios movimientos -el último contra la obligatoriedad de la verificación vehicular-, Ávila muestra un documento, el denominado Plan Estatal Hidráulico elaborado para la entidad en el periodo 2003-2007. La información contiene datos sobre el agua subterránea o de pozos, los cuales representan mil 265 m3, y a su vez, se suman a los mil 918 m3 de agua superficial. Si a esta cifra se une el agua recibida por el Tratado, más la del Arroyo Alamar en Tijuana, la recolectada en el Río Tijuana y en la cuenca del Valle de Guadalupe, la cifra alcanza los 3 mil 183 m3. Pero la demanda este año, entre uso urbano, agrícola y otros menores, asciende a 3 mil 300 m3, lo que implica un déficit actual de 217 de unidades. “Son los cálculos matemáticos mejor hechos que te puedas encontrar”, asegura el especialista en alusión a las cifras del Plan Estatal Hidráulico aterrizadas en días recientes, de acuerdo a la proyección incluida hasta 2035, año en que el déficit subiría a casi 300 m3 de agua. En palabras de Témoc Ávila, ese documento fue elaborado por un ex director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali, y ahí se incluía un capítulo de “pérdidas declaradas” del agua, lo que “levantó ámpula” en la esfera gubernamental, de ahí que el documento haya “desaparecido”. Según su versión, las pérdidas en el sector agropecuario han llegado al 60 por ciento, lo que implica las críticas desde los Módulos de Riego. “Son pérdidas en lo que no puedes evitar, la transminación, la evaporación, los derrames, los robos por tomas clandestinas”, refiere el experto, quien recurre a otros datos, como el referido que vía el Río Colorado, llegan al Valle de Mexicali mil 850.20 m3 por el Tratado, pero en base a ese plan, las pérdidas son de mil 858, es decir, mayores a la afluencia. Esos  mil 858 m3 de agua “no contabilizada” son de todos los sectores, incluyendo los municipios, donde se estiman pérdidas cercanas al 40 por ciento del líquido. “Esto les va a calar, porque Nevada trae 12 proyectos para obtener agua, uno es talar 300 mil acres de pino salado a las orillas del Río Colorado, otro es el de los aviones que distribuyen bióxido de carbono -para atraer nubes y provocar lluvias-, y en otro, la construcción de un acueducto desde Columbus hasta Nevada, exclusivamente para Las Vegas”, afirma el maestro en Ciencias. Ávila se dice impactado por otro de los proyectos, como transportar témpanos del polo para derretirlos en el desierto de Nevada y la instalación de desalinizadoras en California. En este último caso, cuestiona este tipo de proyectos, ya que al quitarle sal al agua de mar, debe regresársele, lo que implica una salmuera altamente concentrada. “Donde pones una desalinizadora, se genera un mar muerto, vas matando toda la flora y la fauna y se va extendiendo”, expone. Sobre las opciones, coincide con lo declarado por Gastón Luken, “ser eficientes”, aunque insiste en la aceptación del actual peligro de abasto de agua para la región.