ABRAZADO DE UN POSTE. Olvídese si el Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) que la primera dama, Brenda Ruacho, intenta instalar en el estado, es o no la mejor opción para los problemas de discapacidad que adolece Baja California. Con eso que el hospital de Fundación Televisa solo atiende a niños y las estadísticas de la entidad muestran que la mayoría de la población que requiere rehabilitación son adultos… deje eso de lado. También, que la inversión pública de su esposo -el gobernador- para el anhelo de su amada, fue de 40 millones de pesos oficiales, superando por mucho los 22 millones de pesos que se etiquetan para Rehabilitación y Asistencia Social en el DIF en todo un año. Y menos, que Teletón ha puesto como condición 130 millones de pesos a más tardar en agosto de 2014 para considerar si el CRIT Baja California se construye o no. En fin, eso es lo de menos, lo que sorprende es la táctica para juntar la exigencia millonaria desde el Gobierno del Estado. Primero trascendió que en la Policía Ministerial se obligó a sus agentes a vender boletos para el concierto de Lorenzo de Monteclaro, evento programado para el 18 de mayo en Tijuana y organizado por la señora Ruacho para recaudación de la causa. Ahora, la estrategia invade las dependencias del Estado, por ejemplo, a cada uno de los telefonistas y empleados del C4 se les dejó, sin preguntar, un boletito de 120 pesos para el concierto. En la entrega y ante la molestia de los aludidos, vino la benevolencia por parte de los jefes: “Si no quien ir, lo pueden vender”. Ahora sí, a corear aquel hit norteño: “Me dejaste abrazado de un poste, esperándote y nunca llegaste, me dijiste que ahí te esperará, bien recuerdo que me lo juraste”. POCA. A propósito de la reforma a la Ley de Servicio Civil, que involucra la relación laboral de los sindicalizados con los gobiernos, es preciso ver cuáles maravillas -adornadas bajo el nombre de logros sindicales- seguirán sin un ápice de cambio. Por ejemplo, cada año, los burócratas aumentan sus salarios. Cierto que algunos lo ameritan por su trayectoria y servicio, pero otros… Ejemplo, Martín Plascencia Ávila. En el anterior Ayuntamiento de Tijuana, fue secretario general del gremio y, desde hace muchos años, comisionado sindical. Es decir, lleva añales sin pararse en su área de trabajo. Hoy despacha como regidor del PRI en el Cabildo de la ciudad. El dato frio: en la nómina de Carlos Bustamante apareció como “jefe de sección” en Oficialía Mayor, con un sueldo de 23 mil 663 pesos. En la plantilla actual, el regidor sindical con licencia sin goce de sueldo, emerge con un aumento lucido, la cantidad de 25 mil 737 pesos, más una compensación de 15 mil pesos. Eso, referente al puesto de burócrata, porque de regidor son 76 mil pesos brutos. DUDA. Hablando de nóminas y misterios, es curioso encontrarse con los hombres del Gobierno del Estado en la plantilla de personal, usurpando cargos y otros sueldos. O, ¿de qué otra forma se puede llamar? Por mencionar dos casos dudosos, Mario Herrera Zárate es, desde que arrancó la administración de Francisco Vega de Lamadrid, coordinador de Gabinete. Pero en la nómina asegura ser “Coordinador de Fondo del Fomento Agropecuario”. El mismo Jorge Cornejo, nombrado como subdirector de Comunicación Social y encargado de negociar y autorizar los dineros para publicidad con los medios de comunicación, está en nómina bajo el cargo de “Jefe de Producción y Diseño”. Qué caray…