El querido escritor tijuanense Federico Campbell regresó a Sonora, estado de nacimiento de su padre Alejandro Campbell Quijada, que era originario de Magdalena. El día martes 15 de abril de 2014, justo dos meses después de su lamentable fallecimiento sucedido apenas el 15 de febrero, sus cenizas fueron esparcidas en el desierto de Altar, Sonora. Entre el sol y los cactus, el desierto y la intimidad, el estimadísimo intelectual ahora descansa en Sonora gracias a la bondad de sus familiares y amigos que lo despidieron en una ceremonia especial, entre ellos Eduardo Flores Campbell, Carmen Gaitán, Federico Campbell Peña, Vicente Alfonso, Amalia Mendoza y Titi Mendoza, por cierto entrañable amigo de quien el escritor siempre hablaba y viajaba a visitarlo cuando el tiempo se lo permitía; entre otros parientes y cercanos del pensador. Recientemente, Editorial Océano reeditó “Padre y Memoria”, mientras que el viernes 25 de abril Federico Campbell será homenajeado en el Centro Cultural Tijuana (CECUT) con la participación de José Luis Martínez S. y Carmen Gaitán; y al siguiente día, sábado 26, también será recordado en el Centro Estatal de las Artes (CEART).
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