La noche del sábado 29 marzo mostró un entorno totalmente diferente al de hace dos años, cuando Espinoza Paz abarrotó la Plaza Monumental de Playas con 22 mil almas, asentando que gozaba de una avasalladora popularidad, gracias a su participación como coach en la primera temporada de “La Voz México”, así como esos temas que en voces de Thalía, David Bisbal, Jenni Rivera, entre otros cantantes, sonaban constantemente en la radio, permitiéndole posicionarse en los primeros lugares de popularidad como compositor y luego como intérprete. El carisma, sus temas en la radio y una imagen demasiado expuesta en televisión, le sirvieron para que, de ser un total desconocido, Isidro Chávez Espinoza se encontrara con la fama a la que abrazó por un tiempo; el resultado fueron escenarios llenos, venta de discos, peticiones de diversos artistas para canciones y duetos con algunos de éstos para sus producciones personales. Luego, una pausa en su carrera. ¿El motivo? Un retiro voluntario por parte del artista: “No les puedo decir por qué, pero a partir de 2013 dejo la música”, publicó el cantante en su cuenta oficial de Twitter. Luego escribiría: “No hay fechas en el 2013”, para rematar con “No importa el dinero cuando no tienes tranquilidad”. Sin fechas para Estados Unidos, ni en ningún otro lugar, el retiro logró su propósito, al menos en Tijuana, pues la reciente presentación de Espinoza Paz en la ciudad, fue testigo fiel que esos mejores años quedaron atrás, al solo convocar a menos de 7 mil personas en una plaza cuyo cupo es tres veces mayor. El impacto fue grande, pero los ánimos del artista no mermaron. Aun cuando se percató de que el objetivo no se superó, a éste no se le notó la desilusión, salió al ruedo a complacer a esos fanáticos que después de aguantar las horas de espera, el frío, la niebla y escuchar a los cantantes que abrieron su espectáculo, brindó tres horas de música como recompensa a su fidelidad. “Antes de llegar acá con Ustedes, alguien me dijo unas palabras, me dijo: ‘Hace dos años que llenaste la plaza, esta vez no está tan llena como hace dos años, puedes cantar una hora y media si quieres’, entonces yo le dije: ‘Yo estoy por la música, por amor a la música, y créanme de verdad que disfruto estar en el escenario haciendo lo que me gusta, porque me gusta la música’. Y aunque estuvieran puros guardias de policías, estuviera cantando, entonces agradezco mucho el cariño, el que estén aquí con nosotros esta noche, y vamos a seguir con más para todos Ustedes, del rancho para el mundo”, fue la declaración obligada de Espinoza Paz ante la ausencia de público. Entre gritos, declaraciones de amor de las fanáticas, peticiones de temas y una que otra vez acompañarlo en coro, el concierto del hijo de Angostura, Sinaloa, se vivió entre un vaivén de emociones, sentimientos y baile; por momentos, falto de entusiasmo, cuando decidió presentar temas poco conocidos en la primera parte del espectáculo, dejando los éxitos para el final. “Las Letras de Sopa”, “Acá Entre Nos”, “Tragos de Amargo Licor”, “Relación Clandestina”, “Lo Legal”, “La Número 20” y “Te Presento a mi Amante”, fueron la probadita del concierto que ofrecería el cantautor, pero éste no prendía al cien por ciento los ánimos de la noche, así que, pasada la hora y media, al compás de “Un Hombre Normal”, la Plaza Monumental se convirtió en un coro gigantesco, dando pie al comienzo de la verdadera fiesta musical, que pausó solo por la dedicatoria que Espinoza Paz hizo a su padre, a quien le compuso un tema de título “Apá”. “Esta canción es para todos aquellos que tienen a su padre, que lo aman y lo adoran. Es una de las canciones que he compuesto llorando. “Mi papá es una persona muy seria y a veces me cuesta mucho trabajo enfrentarlo; le compuse esta canción pero no se la pude cantar, porque se me escapó de casa”, compartió. Al término de ésta, la gente lo ovacionó para continuar con el programa normal, con “La Peinada” poniendo sazón a la noche, convirtiendo aquello en un baile masivo. Después vendrían “Te Veías Mejor Conmigo”, “El Ruido de tus Zapatos”, “Necesita un Hombre”, “Nadie”, “Disfruté Engañarte”, “La Escuelita” y un combo más que puso a bailar a “La Monumental”. No faltó aquella fanática que se subió sin permiso del cantante, y aquellas que lo besaron, abrazaron, bailaron, tocaron su cuerpo y hasta nalgadas recibió; además de que una quinceañera cumplió su sueño de ver al “Cantautor del Pueblo” mientras éste le cantaba. Las horas pasaron, la gente comenzó a dejar el lugar antes de que el artista abandonara el escenario, sin embargo, Espinoza Paz no se fue hasta que cantó las últimas melodías del repertorio: “Al Diablo lo Nuestro”, “Lo Intentamos” y por supuesto, “El Último Viernes”, sellando así su compromiso de regalarle a sus seguidoras de corazón, un inolvidable concierto de más de 180 minutos.