El jueves 20 de febrero de 2014 será recordado como el día en que la Liga Mexicana de Beisbol aceptó la mudanza de los Petroleros de Minatitlán a Tijuana, con el mote de Toros. En esa fecha, luego de casi diez años de haber pertenecido a este circuito con un gran éxito en lo deportivo y en lo comercial, retoman un proyecto que tuvieron en renta y, al no ser aceptada su compra, tuvieron que ceder a Belisario Cabrera y David González, quienes cambiaron el nombre a Potros, como se les conoció hasta 2008, y paradójicamente, se mudaron a la plaza que antes los dejó ir, Reynosa. Desde entonces, la familia Uribe, Alberto y su hijo Alejandro, estuvieron detrás de un club, de verano o en invierno. Pero fue hasta 2013 cuando tomó las riendas de los Toros, antes Truenos, que participaban en la Liga Norte de México. De ser un equipo que jugaba en el Campo “Ángel Camarena” en Otay, fue llevado al estadio del Cerro Colorado, donde los llenos en las gradas del ahora