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sábado, febrero 24, 2024
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Se acaba fiesta en la México

Tras declarar a Joselito Adame como triunfador absoluto de la exitosa temporada 2013-2014, concluyó en la Plaza México el acaudalado serial internacional con el  corte de un sinfín de preseas, el resurgimiento y hundimiento de diestros, y la derrota y galardones de prestigiadas ganaderías. El más reciente, Fermín Spínola. Es inconcebible que el domingo 23 de febrero, haya dejado escapar un triunfo al desperdiciar un toro de Garfias que fue un reserva y el mejor de muchas tardes, con plaza llena y un cartel abrigador. Simple y sencillamente, y ante el asombro popular, el matador decidió echarse en aras de la cruz, dejando al astado con la faena adentro y a los aficionados con un golpe de narices. No le importó que lo apoye abiertamente el caballista Pablo Hermoso de Mendoza, así dan ganas de mandar al diablo a cualquiera. Spínola, quien se caracteriza por sus estocadas fulminantes y que ya había conquistado un trofeo por ese medio al de Garfias, luego de brevísima faena, lo pinchó. Así no se puede. Garfias, de divisa naranja y oro, propiedad de Javier Garfias de los Santos, del rancho Los Cues, localizado en Huimilpan, Querétaro, envió a “Patroncito”, número 1 y 485 kilos, un Cárdeno oscuro, cornidelantero al que Fermín recetó un farol, seguido de mandiles, chicuelinas y la revolera. El toro tomó dos puyazos, quitó por brionesas y le incumbe al siguiente espada realizar un quite que Arturo Macías. Aprovechó con chicuelinas y tafayeras. Spínola clavó dos cuarteos y un violín en tablas. Muletazos en la zona de la boca de riego, finiquitó de pinchazo y estocada. Palmas al toro ante la desilusión del ganadero. Con “Huayco”, número 14 y 508 kilos, negro, bragado, cachetero, verónicas del centro a los medios,  bregándolo hacia el caballo, quitándolo por chicuelinas, siendo trompicado. Con los palos, dos al cuarteo y un violín. Dobló con el toro del tercio a los medios. Tejió tres series de derechazos. Imprimió naturales. Una entera. Solamente la estocada le valió un trofeo que lució con respeto. Abrió la tarde Pablo Hermoso de Mendoza con “Chileno”, de Lebrija, clavó rejones, posteriormente banderillas y lo llevó haciendo de la doma un arte, conduciéndolo a tablas y quebrándolo por los adentros. Dando el equino el pecho, tres pares de cortas y el teléfono, certero rejón de muerte. Oreja y vuelta. Con su segundo, un rejón, dos banderillas y lo acompañó pegado al estribo, girando de un costado a otro, como abanicando. Vueltas completas, dos cortas, el teléfono, par a dos manos. Dos rejones de muerte. Echó pie y consumando con dos descabellos. Palmas.     Con “Escocés”, número 83 y 512 kilos, castaño, ojinegro, bragado, meano, rebarbo y cornivuelto, tocado del izquierdo, Macías aplicó mandiles rematados con la media y gaoneras. Con la franela, estatuarios en los medios y ahí mismo derechazos y naturales, rematados con la firma. Vitolina, muletazos en redondo en la puerta de arrastre, siendo prendido en un par de ocasiones. Dos estocadas y dos descabellos. Aplausos. En el otro, faena de aliño, estando superior a su lote. arruzina@gmail.com 


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