Iris Vianey Mendoza, senadora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se ausentó del cargo por los señalamientos públicos que la relacionaban con el crimen organizado. Solicitó licencia para que la Procuraduría General de la República investigara los supuestos nexos y, reivindicada, el 6 de marzo regresó, argumentado su limpio expediente. Hoy, Carlos Sotelo García, ex senador, novio y quien invitó a Mendoza a ser legisladora, revela para ZETA que en realidad el grupo criminal con el que se relacionó a su pareja, ha “luchado” contra la acusada y la ha hecho perder en elecciones anteriores: “Iris es víctima de los Caballeros, no es aliada”. La michoacana fue acusada expresamente por el ex vocero de los Grupos de Autodefensa en aquel estado, José Manuel Mireles, a días de que circulara en medios de comunicación una fotografía de Iris Mendoza al lado de Melissa Plancarte, hija de unos de los cabecillas de Los Caballeros Templarios. En entrevista telefónica, Mireles afirmó los vínculos de Mendoza con el crimen organizado, particularmente con el grupo mencionado. Sotelo tiene otra versión: “Se han involucrado personajes que han luchado con ella en el territorio, el doctor Mireles es del PRD, y otros personajes son del PRD que han luchado contra Iris en el territorio y nunca le han ganado, y hoy en esta circunstancias pues se ha aprovechado para una especie de ajuste de cuentas”. A las acusaciones de Mireles, se sumó la información difundida en portales donde muestran imágenes de la senadora con una supuesta pareja sentimental que posteriormente fue decapitado. Sin contar las relaciones y amistades de familiares involucrados con personajes criminales, tales como un hermano y un sobrino. Mendoza ha declarado que fue él quien la invitó a ocupar la candidatura plurinominal del PRD, la cual la llevó al escaño. Y Carlos Sotelo no tiene duda. Argumenta que lo que ocurrió fue “una serie de hechos fortuitos, para ser ella sujeta de una campaña terrible”. El perredista explica con números cómo Los Caballeros Templarios han sido enemigos electorales del PRD en Michoacán, estado que -no está a recordar– mantuvo el poder durante 12 años consecutivos. “Iris Mendoza fue candidata a diputada local en 2011, y por la operación de los Templarios, perdió el distrito. El PRD, de las casi 400 casillas que conforman este distrito, desde el 88, 89, no perdíamos la mitad, más de 200 casillas eran ganadas cada tres años por el PRD, casillas que jamás ha perdido en 25 años. En la elección donde Iris participó, solo ganamos dos casillas de 400”. Por ello, concluye el tema Sotelo, apoyó a la senadora, perteneciente además a su tribu partidista, a solicitar licencia y reincorporarse en días anteriores “porque no se puede permitir que un poder del Estado, se encuentre bajo el velo de la sospecha”. El otro conflicto Carlos Sotelo se concentra en ser próximo presidente nacional del PRD, después de que el 21 de marzo, Jesús Zambrano, pieza clave de Nueva Izquierda, grupo también conocido como “Los Chuchos”, concluirá su periodo frente al partido. Sotelo tiene un diagnóstico del Sol Azteca. Y lo dice en entrevista, sentado en las oficinas de ZETA: “El PRD es un partido en severa crisis, desmantelado, muy deteriorado. El ejemplo de Baja California nos ilustra, ni siquiera tenemos dirección”. El aspirante continúa: “Nuestros dirigentes han establecido con los gobernantes, relaciones de carácter mercantil, de pedir recueros, dinero, plazas. Por eso cuando los gobernadores incurren en abusos, los dirigentes no tienen forma de reclamar. Hoy el PRD es más un espacio mercantil para negocios particulares de familias, de personajes que tienen el control del partido”. Sotelo, uno de los fundadores del PRD, viene del Partido Comunista, de la lucha sindical, de las causas sociales; esto es lo que presume. Recio contra el rumbo y las dirigencias del partido, “en los últimos años nuestra dirección política ha privilegiado una asociación con el poder presidencial, una articulación con el poder del régimen, y justamente el PRD surgió para enfrentar tal poder”. No por nada, los declara “caravaneros, matraqueros del Presidente”. De hecho, fue fundador en 1998 de Nueva Izquierda dentro del PRD, con la que hoy se declara contrincante. En 2010, Sotelo acusó una “alianza con el PAN y con Felipe Calderón”, al lado de sus compañeros y rompe, en sus palabras, “cuando se da el viraje a la derecha, derechización”. Crítico, el ex senador quiere la presidencia del PRD para fijar los esfuerzos a ganar la Presidencia de la República, pues en las elecciones de 2015, adelanta una derrota para las izquierdas: “Porque ahí vamos ir cada quien por nuestro lado”, completa. Además de la creación de Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), que encabeza Andrés Manuel López Obrador, Sotelo dice coincidir con AMLO, pero advierte que “cometió un error al irse y formar su partido. Le deseamos suerte al Andrés Manuel, pero le deseamos más suerte al PRD”. De ser el dirigente, el ex senador promete poner la mirada en las elecciones presidenciales de 2018. “Tenemos tiempo de reconstruirnos para el 2018”, asegura. Dos perredistas más aspiran al cargo. Carlos Navarrete y Marcelo Ebrard. Al primero lo califica como “el candidato de la continuidad” dentro del partido; al ex jefe capitalino le ha sugerido declinar a cambio de la candidatura de 2018. “Pero (Marcelo Ebrard) su objetivo principal es ser candidato a la Presidencia de la República, y ve la presidencia del partido como un espacio pasajero, un punto de impulso a su interés principal”, indica el perredista. Ante eso, una oferta para Marcelo por parte de Carlos Sotelo: “Reconoce que nosotros encabezamos al partido, apóyanos y nosotros vamos a coincidir tu candidatura hacia el 2018”. En días recientes, un cuarto foco se prendió sobre Cuauhtémoc Cárdenas. Fundador del partido del Sol Azteca, le ofrecieron ser el candidato a la dirigencia, pero puso de condición ser un “candidato de unidad”. Ante ello, los tres apuntados debieran de renunciar. Sotelo fija postura: “Si Cuauhtémoc toma la decisión de contender, frente a tres que estamos trabajando, el carácter de la competencia cambiaría radicalmente. Carlos y Marcelo tendríamos que hacer un alto en el camino”. Pero primero esperará el acuerdo y la intención de Cárdenas: “Lo que no aceptamos -afirma el aspirante-, es que nos pidan dar un paso sin que tengamos nada claro de frente. Se nos han pedido renuncias, que retiremos nuestra propuesta para que se genere una especie de vacío. Cuauhtémoc no nos ha pedido declinar”. Respuestas exprés de Sotelo — Si Peña Nieto votara dentro del PRD, ¿por quién lo haría? “Por Carlos Navarrete”. — Usted, ¿de qué vive ahora? “Soy miembro de la Comisión Política (del PRD), y como tal, tengo un ingreso: 36 mil pesos al mes”. — ¿Algún negocio? “Tengo mis ahorros como senador, el Senado paga bien”. — ¿Algún pecado que confesar? “No soy pecador”. — ¿Alguna mala maña? “Tampoco. En todo caso, soy terco en lo que creo”. — ¿Cuántas propiedades, cuántos terrenos? “Mi casa de interés social en Colima, y dos departamentos en la Ciudad de México. De una economía muy modesta”. — ¿Se le antoja otra senaduría plurinominal, o una diputación de lista? “No, pude ser diputado federal en dos ocasiones, y me negué para permanecer en los órganos directivos del PRD”. — ¿Ya sabe cuánto cobraría de ser el dirigente nacional? “No tengo idea”. — ¿Alguna vez fue obrero? “Fui profesor normalista, sindicalista”. — ¿Cuándo se le quitó lo comunista? “Nunca se me ha quitado; soy un socialista democrático”.