Raúl Paredes Esquer subcomandante operativo de la dirección de Seguridad Pública de Rosarito, evade los exámenes de confianza. Requisito para recibir los fondos Subsemun y por seguridad, a su llegada el director de la Policía municipal de Rosarito Eduardo Montero solicitó al estado actualizar los exámenes de confianza de todos sus mandos. Los oficios requiriendo a los jefes policiacos y dándoles fecha específica para los exámenes llegaron, y la dirección debía entregarlos, situación que en caso de Paredes Esquer ha sido extrañamente “imposible”. Según documentos en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Paredes fue notificado verbalmente en varias ocasiones, pero no han podido entregarle –o no ha recibido– el oficio en cuestión. En el documento que justifica la inasistencia a los exámenes, no explican el porqué del incumplimiento, solo piden que hagan llegar el citatorio vía sindicatura o a través de la presidencia encabezada por Silvano Abarca, quien ha sido el principal respaldo del policía Esquer en su permanencia en la corporación, el único de hecho, que podría darle permiso de evitar los estudios de confiabilidad intencionalmente. En abril de 2013, Silvano Abarca no había logrado la candidatura a la alcaldía de Rosarito pero ya tenía a su jefe de escolta para la campaña, era el policía y licenciado, Raúl Javier Paredes Esquer, el mismo hombre que se mencionaba, ocuparía la Secretaría de Seguridad si el voto de los rosaritenses lo favorecía, pero no lo designó. Ya “encampañados”, el nombre del policía salió a relucir en declaraciones de la joven Jazmín quien presentó –pero no ratificó– una denuncia contra el candidato para que reconociera una hija que presuntamente procrearon. La muchacha aseguró a la prensa que en un acto público donde pretendió encarar a Abarca, Paredes Esquer la jaloneó tratando de subirla contra su voluntad, a un auto para evitar el escándalo. Antes, Paredes ya había ocupado espacios periodísticos. En agosto de 2012 al ser suspendido como encargado de despacho de la Subdirección Técnica por el entonces director Francisco Castro Trenti, quien lo acusó de “deslealtad y traición”. Paredes –quién estaba en proceso de ser remitido para hacer los exámenes de confianza para ser ratificado– había enviado un correo a un compadre y dueño de empresa de seguridad privada donde le informaba que Castro había rechazado designar a un policía que él había sugerido para determinado cargo, le explicó que le pidió otra propuesta y agregaba: “cómo ves…”. El policía aseguró que había error de interpretación y que él estaba pidiendo presupuestos para una camisa bordada, aunque nada de eso se leía en el correo exhibido. Y evadió jurídicamente el proceso en su contra apoyado por oficialía mayor, donde pidió y le otorgaron sus vacaciones. Con la llegada de Abarca fue designado subcomandante operativo de la policía municipal, puesto desde el que ha protagonizado una pugna por el poder interno con el Director Eduardo Montero quien por cierto, aprobó los exámenes de confianza antes de ser designado.
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