La cuenta de la Comisión Estatal de Servicios Públicos, la inició el tijuanense en 1972. Su bien inmueble ubicado en el corazón de la zona centro de Tijuana. Puntuales los pagos del agua durante 42 años en esa propiedad que más por razones comerciales que de otra cosa, hubo de requerir la libertad de gravamen. Cumplido como es el propietario acudió a las oficinas centrales de la Comisión Estatal de Servicios Públicos. Mala su suerte. Le informaron por primera vez en 42 años, que nunca pagó los derechos de conexión de la línea de la CESPT que estuvo pagando puntualmente. Total, si quería su documento de libertad de gravamen, debía pagar, con todo e intereses por la conexión, unos 23 mil pesos. Ante las pruebas de los pagos y la no notificación en tantos años, la Recaudadora Auxiliar de la CESPT no entendió de razón. La señora Marisol Osuna de Luévano –es esposa del dirigente del PAN en Tijuana, Raúl Felipe Luévano– le dijo sin más que, o pagaba o no había libertad de gravamen. Y en todo caso, que si insistía en mantener su postura, pues metiera un abogado para que llevara su caso. Ahora sí que al cliente ni borrón ni cuenta nueva ni nada, le revivieron un pago con intereses, desde 1972. Igual y realmente en la Comisión, a propósito que no se cobran recargo ni deudas pasadas, les urge entre dinero. Sobre todo para pagar los viajes de los funcionarios de segundo y tercer nivel. Como es el caso de Luis Torres –hermano de otro panista y también funcionario estatal, Carlos Torres– que fue contratado como subdirector de planificación de la Comisión y del 24 al 28 de febrero fue a un curso de ahorro y re-uso del agua, nada menos que a París, Francia. Todo autorizado por Alfonso Álvarez Juan, el director.
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