En entrevista con Semanario ZETA, el doctor Edgardo Buscaglia, el escritor Alberto Ruy-Sánchez, el novelista culiacanense Élmer Mendoza y el poeta Javier Sicilia opinaron respecto a la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán el sábado 22 de febrero de 2014. El doctor Edgardo Buscaglia, autor de “Vacíos de Poder en México” (Debate, 2013) presentado durante la XXXV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, expuso que “una detención de esa magnitud, como la de Guzmán Loera, en un país como Canadá, o como Francia o Alemania, representaría el desmantelamiento de la organización criminal en gran medida, pero en México, la realidad es otra. “En México la detención de este personaje ante un escenario institucional en donde existen vacíos enormes de capacidad de investigación patrimonial, en donde las unidades de investigación patrimonial en los estados no existen, en donde el sistema judicial emite una sentencia por cada 100 delitos, en un sistema judicial en donde no se aborda ninguna causa de corrupción política de manera institucional más allá de los espasmos del poder Ejecutivo contra sus enemigos políticos, en un país con ese tipo de vacíos de Estado la detención de un capo no garantiza en lo más mínimo el desmantelamiento de la red criminal”, sentenció Buscaglia. El investigador expresó que “la única manera de dañar a una estructura criminal tan compleja como la de Sinaloa, que se ubica en 54 países del mundo, necesitas cubrir los vacíos de Estado mexicano y de otros países donde Sinaloa está ubicado con unidades de investigación patrimonial, autónomas técnicamente, funcionalmente autónomas, que brillan por su ausencia en México”. El presidente del Instituto de Acción Ciudadana en México e investigador principal de la Universidad de Columbia en Nueva York, prevé también que la captura del “Chapo” no garantizará una disminución en los delitos económicos: “En la medida en que México no cubra los vacíos de Estado que han permitido el crecimiento sin precedentes de grupos criminales en México no vamos a tener la seguridad que una detención se traduzca en una menor frecuencia de delitos económicos, por ejemplo, menor cantidad de extorsiones por parte de Sinaloa, menor cantidad de secuestros por parte de las células de Sinaloa, menor cantidad de tráfico de migrantes, drogas y armas, no se va a garantizar esa disminución de esta frecuencia de delitos económicos por la detención del Chapo Guzmán”. Además, el reconocido académico advirtió que en una organización criminal como la de Sinaloa “no hay un solo líder, hay directorios en donde actúan con base a consensos, acuerdos territoriales, no hay un líder en un sentido vertical. Entonces Guzmán formaba parte de un directorio estratégico con miles de franquicias que estaban sujetas a alianzas voluntarias, estratégicas, con este directorio”. “Entonces, la desaparición de Sinaloa va a representar obviamente para el presidente Peña Nieto un capital político impresionante; o sea que la luna de miel sobre la cual él goza en los países que exportan capitales a México a sectores oligopólicos como el energético, el minero, políticamente protegidos, en esos países el presidente Peña Nieto va a gozar de una extensión de una luna de miel; pero desde el punto de vista criminológico no hay ningún tipo de fundamento para decir que la detención de Guzmán Loera va a presentar un desmantelamiento patrimonial de la red criminal Sinaloa”. Sobre quién ocuparía el lugar de Joaquín Guzmán, Buscaglia señaló: “La red criminal Sinaloa tiene estructuras de recambio, no nos olvidemos que tenemos a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y Juan José Esparragoza ‘El Azul’, todavía sueltos; no se conoce la identidad de quién lo va a reemplazar todavía, de eso nos vamos a enterar en su debido momento, pero la familia Guzmán Loera todavía tiene miembros muy activos que forman parte de la organización, entonces no nos tendríamos que sorprender si un miembro de su familia toma cartas en el asunto; “Uno no se imagina que en una estructura empresarial tan sofisticada como la de Sinaloa tú vas a observar violencia extrema como la que se observó en el caso de los Beltrán Leyva o los Zetas, cuando existían divisiones; en la red criminal Sinaloa vas a encontrar un mecanismo de reemplazo muy rápido, es una empresa criminal muy sofisticada en donde ellos prefieren, cuando pueden, hacer sus negocios en silencio, sin mucho ruido, y cuando no pueden asesinan de manera colectiva”. Finalmente, el especialista en temas de seguridad a nivel mundial advirtió que la red criminal de Sinaloa solo se desmantelará cuando empiecen a ser detenidos políticos: “Veamos si comenzamos a ver cientos y miles de empresas legales desmanteladas; veamos si comenzamos a ver a los políticos del ‘Chapo’ detenidos, porque ‘El Chapo’ Guzmán y su gente de Sinaloa tienen en el bolsillo a cientos de políticos mexicanos, veamos si se los detienen; y cuando empiece a haber esas detenciones de políticos y esos desmantelamientos, incautaciones y decomisos de activos reales, voy a ser el primero en aplaudir”. Corrupción y falta de información El escritor Alberto Ruy-Sánchez, externó a ZETA luego de la captura: “Como lector de lo que sale en los periódicos y de toda la información que circula alrededor, me queda siempre la idea de que hay una masa inmensa de información que no tenemos; siempre sucede en momentos altamente significativos, y que hay una enorme capa de suposiciones”. El escritor refirió que “la sensación más fuerte es de que cuando hay una figura como ésta pues hay muchísimos cómplices tanto organismos criminales como políticos vinculados al funcionamiento de esos organismos criminales que están impunes; te queda siempre una sensación de que la impunidad no ha sido tocada en el corazón, que las cabezas visibles de todo esto no son el corazón del asunto y que la desarticulación de la organización criminal no será simplemente porque caiga la cabeza”. El intelectual compartió sus expectativas: “Cuando sucede un golpe así, no tengo esperanza que se desarticule por supuesto la criminalidad, pero que por lo menos haya fisuras en la parte monolítica del funcionamiento que permita que sepamos más”. “Toda la información que tenemos de las organizaciones criminales es que cuando cae una cabeza hay dos o tres que surgen por abajo, que normalmente son más crueles, más despiadados y que toda la situación empeora bastante, sucedió en Colombia una y otra vez, en México también ha sucedido; entonces sí queda una preocupación de qué va a pasar con eso”, concluyó Ruy-Sánchez. Suspicacia Desde Culiacán, Élmer Mendoza también compartió: “En la investigación descubro dos cosas: Una, que la gente no se lo creía, por lo menos en lo que era el sábado, domingo, el lunes, no creían que fuera Guzmán Loera el que había sido detenido, comparaban las fotos y decían que no podía ser, que incluso había dos interpretaciones, por una parte, que se veía a un hombre derrotado y por otra todo lo contrario, un hombre lleno de confianza, que probablemente habían negociado su entrega. “Y la otra, que es más bien de los últimos días y que tiene que ver con una desilusión, la imagen que la gente tenía de Guzmán era como que no corresponde a este final; como se decía que traía a un ejército alrededor y un equipo de seguridad muy poderoso, pues la gente estaba muy sorprendida de que solamente haya estado con él Hoo Ramírez y, claro, estaba su esposa y sus niñas. Y que la entrega hubiera sido sin un disparo”. Las especulaciones sobre la posible entrega de Joaquín Guzmán, pululan sobre todo en Culiacán: “… que simplemente se entregó, que pudiera haberse entregado por estar harto, por estar cansado, por estar enfermo o por alguna amenaza por ahí muy fuerte”. En torno a las marchas en algunas ciudades de Sinaloa donde los manifestantes pedían la liberación de “El Chapo” Guzmán, el narrador expuso: “Es asombroso, pero no me sorprende tanto lo de la marcha porque evidentemente alrededor de él hay un grupo de personas que lo querían, personas a las que él ayudó, el asunto del mesianismo de los narcos, pues no es un mito, es una cosa real; de pronto conocemos a alguien que le ha tendido la mano en algún momento en cuestiones que tienen que ver sobre todo con economía y creo que serían las personas que se reunieron ayer”. “Creo que la admiración por un delincuente es algo que sí merece ser analizado, pero igual te digo, no me sorprende porque no es una cosa nueva, simplemente los mitos de Robin Hood, pues implican mucho de presencia popular, de apoyo popular”, refirió el autor. “En relación con el personaje, tengo que trabajar con la percepción de la gente, sobre todo el aspecto de la desilusión, la gente lo concibe como un líder protector, como un líder mesiánico, pero a la vez como un líder duro que igual no se tentaba el corazón para ordenar asesinatos”, finalizó Élmer Mendoza. La misma realidad “Era obligado que tenían que capturarlo, pero uno se pregunta si esto soluciona o ayuda a la paz, como ha sido también la estrategia de Calderón contra el narco, si abona a la justicia que tanto necesita el país; y yo lo veo difícil, este tipo de acciones son con una gran contundencia mediática, pero en el fondo la realidad sigue igual”, expresó a ZETA el poeta Javier Sicilia tras la aprehensión de “El Chapo” Guzmán. “Si ‘El Chapo’ no arregló su salida, es decir, si no dejó sus lugartenientes, pues esto va a generar en la lucha por el poder un incremento de la violencia, por un lado; por el otro, hay un ruta que no ha querido tomar el gobierno, y que no ha querido tomar los partidos, que es atacar también directamente a quienes hacen posible con impunidad, con sus complicidades, la existencia de gente como ‘El Chapo’ o narcotraficantes en sus versiones más crueles”. El autor de “Tríptico del Desierto” (Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2009, publicado por Ediciones Era), también expresó que la captura de Guzmán Loera “debe venir acompañada con un trabajo hacia el interior del Estado, si no hay eso y nos seguimos con acciones espectaculares, pues en realidad lo que se está haciendo es maquillar el cadáver que es ya México”.